Nunca he conocido un sistema moral internamente consistente. El problema es que los sistemas morales están formados por reglas: nunca hacer x; siempre haga y … Pero debido a que el mundo real es confuso, un sistema moral perfecto necesitaría reglas como “nunca hacer x, excepto si a, b o c es cierto, pero no si a y c son verdaderas al mismo tiempo”. El sistema tendría que proponer una regla individual para cada situación.
¿Se supone que debemos abstenernos de blasfemar y honrar a nuestros padres? ¿Qué pasa si nuestros padres nos dicen que blasfememos?
Incluso si el sistema se reduce a una heurística, como The Golden Rule, falla (o se vuelve desconcertante) en varias situaciones: ¿debería un masoquista hacerle a los demás lo que él le haría? ¿Debería un extrovertido arrastrar a los introvertidos a la pista de baile?
Nos ocupamos de esto en el mundo real mediante el uso de tribunales, jurados y jueces que admiten libremente que usan una mezcla de reglas y juicios subjetivos: esos juicios son necesarios cuando las reglas entran en conflicto o no se corresponden fácilmente con la situación actual.
- Aldous Huxley: “Una persona que paga toda su lealtad a un verdadero dogma mientras descuida a los demás corre el riesgo de limitar de antemano su aprehensión directa de la realidad”. ¿Cómo podría aplicarse esta advertencia a los paradigmas conflictivos de la ciencia y la religión?
- ¿Se está acusando injustamente a los principales críticos de la fe de “islamofobia”?
- Si pudieras inventar una religión, ¿cuáles serían sus mitos y mandamientos?
- Todo lo que sabe (sabe de todo lo que existe) / Todo poderoso (que tiene todo el poder de la existencia) / Presente en todas partes (está todo en todas partes); ¿Cómo no describe esto el Universo, cómo se hace referencia al “Dios” en “la Santa Biblia”, no al universo?
- ¿Por qué los ateos hacen preguntas de “cómo” y no de “por qué”?
El único sistema moral objetivo y religioso que podría imaginar es similar, en el que Dios actúa como un juez práctico. En otras palabras, si te toparas con una contradicción, dirías: “Dios, estoy tratando de seguir tus reglas, pero mi papá me dijo que blasfemara ¿Qué hago?” Y Dios te lo diría.
Esta puede ser una de las razones por las que algunas personas “rezan”. Tal vez sientan que este es exactamente el sistema que tenemos: reglas generales que nos ayudan a salir adelante en la mayoría de las situaciones y oraciones para cuando Dios necesita aclarar o romper un empate.