¿Existe inevitablemente un elemento de engaño en el marketing en un sistema capitalista?

En el sistema, sí. Por vendedores individuales, no. En un mercado libre, la teoría microeconómica nos dice que cada participante buscará cualquier ventaja competitiva que pueda encontrar para vencer a sus competidores. En ausencia de restricciones, teóricamente eso significa prometer al mundo para hacer una venta: el proverbial vendedor de aceite de serpiente. ¿Cuáles son las restricciones?

  • Legal : leyes que prohíben la publicidad falsa y engañosa
  • Profesional : estándares de autorregulación impuestos por las asociaciones a sus miembros, etc.
  • Ético : la mayoría de las personas tienen moral y sienten al menos cierta renuencia a mentir o engañar
  • Reputacional : si una empresa constantemente promete demasiado y no cumple, según el tamaño del mercado objetivo y el nivel de comunicación, se corre la voz de que no cumple con lo prometido.

Creo que Internet ha mejorado enormemente este último punto, porque los mecanismos de retroalimentación disponibles a través de las redes sociales crean una transparencia sin precedentes. Nunca en la historia de la humanidad ha sido posible obtener retroalimentación instantánea y gratuita en una escala estadísticamente significativa sobre una gama tan amplia de productos y servicios. Por esta razón, todas las grandes empresas están (o deberían estar) lidiando con el impacto de las redes sociales en sus negocios.

Para un vendedor individual, engañar a la gente no es inevitable. La esencia del marketing es demostrar valor al cliente. Si realmente es el mejor en lo que hace (o proporciona la mejor solución al problema del cliente), el marketing simplemente se convierte en educación. Proporcionamos lo que necesita y no puede encontrar una mejor solución / precio más bajo. No se necesita engaño.