¿Qué es la meditación en el budismo?

Maestro zen Thich Nhat Hanh

-La meditación no es imitación, sino creación. Los meditadores que solo imitan a sus instructores no pueden ir muy lejos. Lo mismo es cierto para cocinar, o cualquier cosa. Un buen cocinero es alguien con un espíritu creativo. Puede ingresar a la Meditación sobre la interdependencia de todos los fenómenos a través de muchas puertas diferentes, observando sus órganos internos: sangre, corazón, intestinos, pulmones, hígado, riñones; o miles de otros medios, incluidos pensamientos, sentimientos, imágenes, poesía, sueños o un río, una estrella, una hoja, etc. Un buen practicante usa la meditación a lo largo de la vida diaria, sin desperdiciar una sola oportunidad, un solo evento, para ver profundamente la naturaleza del co-surgimiento dependiente. La práctica durante todo el día se lleva a cabo en perfecta concentración. Con los ojos abiertos o cerrados, la naturaleza de la meditación no es otra que samadhi. Puede descartar la idea de que debe cerrar los ojos para mirar hacia adentro y abrirlos para mirar hacia afuera. Un pensamiento no es más un objeto interno que una montaña externa. Ambos son objetos de conocimiento. Tampoco es interno ni externo. Se logra una gran concentración cuando estás completamente presente, en profunda comunión con la realidad viviente. En estos momentos, la distinción entre sujeto y objeto desaparece y penetra fácilmente en la realidad viva, es uno de ellos, porque ha dejado de lado todas las herramientas para medir el conocimiento, conocimiento que el budismo llama vikalpa, “conocimiento erróneo”.
———— Ver y amar siempre van juntos
-Hay momentos en que vemos a nuestros hijos jugar que pensamos en el futuro. Sabemos que la vida está llena de preocupaciones, miedos, esperanzas y decepciones, y nos preocupamos por ellos y pensamos ansiosamente en las luchas que tienen ante ellos. Es en ese mismo momento que entramos en nuestros hijos. Es fácil encontrar nuestro camino hacia ellos porque sabemos que son de nuestra propia sangre. La meditación es igual. Mientras meditamos en la naturaleza interdependiente de todas las cosas, podemos penetrar la realidad fácilmente y ver los miedos, la angustia, las esperanzas y la desesperación de todos los seres. Al observar una oruga verde en una hoja, entendemos la importancia de la oruga, no solo desde nuestro punto de vista egocéntrico como humano, sino desde la penetración basada en la interdependencia de todas las cosas. Al darnos cuenta de la preciosidad de la vida de cada ser, no nos atrevemos a privar a la oruga de su vida. Si algún día tenemos que matar a una oruga, sentiremos que nos estamos matando a nosotros mismos, que algo de nosotros mismos muere con la oruga. En la antigüedad, la gente cazaba para alimentarse y alimentar a sus familias. Hicieron esto para vivir. No mataron solo por diversión. Hoy algunas personas cazan por placer. La interdependencia de todos los seres no es un juego filosófico alejado de la vida espiritual y práctica. Al sacar a la luz la interdependencia de todos los fenómenos, el meditador se da cuenta de que las vidas de todos los seres son una sola, y que él o ella se vence con compasión por todos. Cuando sientes este amor, sabes que tu meditación está dando frutos. Ver y amar siempre van juntos.
-Ver y amar son uno. La comprensión superficial acompaña a la compasión superficial. Gran comprensión va con gran compasión.

Thich Nhat HanhCitas cortas de meditación

  • Meditar no significa luchar con un problema.
    Meditar significa observar.
    Tu sonrisa lo prueba.
    Demuestra que eres amable contigo mismo,
    que el sol de la conciencia brilla en ti
    que tienes control de tu situación.
    Eres tu mismo
    y has adquirido algo de paz.
  • Bebe tu té despacio y con reverencia,
    como si fuera el eje
    en el que gira la tierra mundial
    – despacio, uniformemente, sin
    corriendo hacia el futuro;
    Vive el momento real.
    Solo que este momento es la vida.