A menudo se ha dicho que “un problema, bien escrito, está medio resuelto”. Puede haber sido Albert Einstein quien dijo eso (o simplemente obtuvo el mayor crédito por popularizarlo).
Otro aspecto de la resolución de problemas es hacer las preguntas correctas (tipo, número y contexto) para comprender suficientemente ese espacio problemático (por ejemplo, el ecosistema, los recursos y las limitaciones en él, etc.).
Otro más es tener la mentalidad adecuada para la resolución de problemas. Uno debe ser consciente de sus propias suposiciones, prejuicios, miedos y valores. Raramente una persona es lo suficientemente CONSCIENTE de todas estas cosas, y mucho menos capaz de conceptualizarlas suficientemente.
Algunos dirían que tener soluciones metafóricas o analógicas es extremadamente útil. La metodología llamada TRIZ es uno de esos enfoques que se ha demostrado dramáticamente.