En un nivel espiritual, todos en su familia están ahí por una razón.
Supongamos por un momento que esos genes no se cruzan aleatoriamente para formarte, imaginamos por un segundo que elegiste estar con esas personas y tenerlos a tu alrededor.
Muy raramente las personas se llevan bien con todos los demás en la familia. Esa es otra prueba, en mi opinión, de que debe haber una razón para todas estas luchas por las que estamos pasando. Se me ocurrió una explicación lo suficientemente razonable: tal vez todos estamos aquí para aprender alguna lección (o dos).
Sigamos pensando que estamos aquí para aprender algo, y en lugar del paciente y el maestro comprensivo, nos enfrentamos con alguien que nos dice que aprendamos en un trabajo (por experiencia).
Digamos que necesitamos aprender a ser pacientes, y en lugar de que alguien nos diga que tengamos en cuenta la paciencia, nos dan a alguien que es igualmente impaciente, por lo que nos vuelve locos cada momento de cada día, hasta que alcanzamos ese A-ha ! momento y empezar a ser paciente.
Entonces, es como combatir el fuego (impaciencia en nosotros) con fuego (impaciencia en los demás). Un diseño bastante brillante, pero las lecciones tienen un gran costo.
- ¿Qué es la ontología budista?
- ¿Fue Dostoievski un escritor capitalista?
- ¿No podemos concluir que nunca se ha creado o destruido nada?
- ¿Los cristianos evangélicos devotos aceptan que si nacieran en otro lugar, podrían ser tan devotos a una fe completamente diferente?
- ¿Cómo es que realmente llega a tener fe honestamente en un poder superior, no solo en una creencia falsa, si es analítico y no puede realmente aceptar algo como verdadero que no puede probarse y se debate ampliamente? ¿Cómo llegas a un acuerdo con la muerte si no tienes fe?
O, si la lección es aprender a perdonar, nos enfrentaremos a alguien que está cometiendo errores (volviéndonos locos, de nuevo), hasta que finalmente lleguemos a la capacidad de permanecer enojados con ellos, y o nos derrumbemos o simplemente dejemos de lado ira, y trata a esa persona con compasión.
Ni los miembros de nuestra familia ni nosotros venimos con instrucciones, por lo que estamos aprendiendo unos de otros a través de las experiencias. Es una forma costosa de aprender, por lo que debemos prestar mucha atención a estas lecciones, para no pagar este precio dos veces.