Las pruebas morales son pruebas simples, y sus resultados no significan exactamente nada.
Además de los estándares de moralidad que varían según la sociedad, también hay desviaciones de una persona a otra, por lo que es casi imposible precisar la respuesta correcta correcta a una pregunta moral abierta.
Entonces, ¿qué hacemos con esos cuestionarios que intentan etiquetar todo bajo el sol? Simplemente los ignoramos porque no tienen sentido.
Para una persona que administra dicha prueba, una etiqueta podría ser útil (en su investigación, por ejemplo) y sin que nadie salga lastimado en este proceso, es moral ya que no causa daño. La persona a la que estamos tratando de adherir la etiqueta simplemente puede rechazar esta etiqueta.
- ¿La moral se basa más en la intención o los resultados de nuestras acciones?
- ¿Es ético que un estudiante universitario salga con un joven profesor en una universidad vecina?
- ¿En qué consiste el código de moral victoriano?
- ¿La moralidad de los actos humanos depende solo de las consecuencias?
- ¿Es la tortura un contraejemplo del relativismo moral?
Una pregunta o una etiqueta no define nuestra realidad, ciertamente lo intenta, pero no tendrá éxito sin nuestro consentimiento.