La ontología moderna es tecnológica, impulsada solo por la voluntad y oculta el ser.
Para Heidegger, la tecnología condiciona a los seres humanos, por cada habilidad tecnológica que un individuo adquiere se aleja de la autenticidad. Por ejemplo, ya no fabricamos muebles auténticos que presten atención al grano de la madera, sino que trituramos la madera en partículas, la pegamos y pegamos una lámina de plástico que parece madera en la parte superior. El carpintero ya no se engancha con la madera como lo han hecho los carpinteros durante milenios, sino que el carpintero se engancha con las herramientas eléctricas.
El mundo es impulsado solo por la Voluntad. La Voluntad es la facultad mental para el futuro, que nos permite planificar, construir y tomar decisiones. La voluntad ve todo como la concatenación de fuerzas, y al hacerlo, ve en qué se puede convertir todo. El problema es que hemos olvidado las otras formas de relacionarnos con el mundo, Heidegger llama nuestra atención al Pensamiento, que no es solo una racionalización, sino nuestra facultad para el pasado. Para que recordemos el pensamiento, Heidegger habla sobre agradecimiento, gracia, poesis (creación poética) y vivienda, por nombrar solo algunos conceptos.
La ontología moderna oculta el ser. El marco tecnológico y la moral impulsada por la voluntad de la ontología moderna convierte todo en material, en algo por algo, en objetos de uso. Considere una ciudad moderna, cada pulgada cuadrada de la ciudad tiene usos específicos, aceras para caminar, calles para conducir, distritos industriales, residenciales y comerciales, y códigos de construcción que definen lo que todo es y debe ser. Somos los maestros indiscutibles de nuestro mundo, pero tal dominio nos ha obligado a olvidar.
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¿Qué hemos olvidado, qué queda oculto? Cuando solo podemos ver el futuro, olvidamos que el pasado nos rodea en todo momento, llevamos la historia dentro de nosotros y dentro de nuestro idioma. Cuando vemos todo como objetos de uso potencial, olvidamos que las cosas son. Un árbol no es simplemente madera potencial para la construcción, sino que en sí mismo lo es. Heidegger quiere llamar nuestra atención hacia el Ser, la categoría más grande posible, y el Ser de los seres, la participación de las cosas en el Ser.
Para leer más sobre Heidegger y ontología, recomiendo altamente “Heidegger on Ontotheology; Tecnología y política de la educación ”por Iain D. Thomson.