¿Traducir la filosofía es una actividad filosófica?

La traducción no es solo la sustitución de palabras, frases y estructuras gramaticales de un idioma a otro, sino el reconocimiento del significado del texto y su expresión apropiada en el otro idioma, donde “apropiado” involucra cuestiones como “registrarse” ( formal / informal / inframundo / etc.), modismos, jerga, etc.

Por lo tanto, ayuda si el traductor está familiarizado con el área temática del texto, especialmente si se trata de un texto técnico o especializado donde los conceptos no son de conocimiento general. Esto ciertamente se aplicaría a textos académicos, como la filosofía profesional, donde un filósofo podría ver conceptos o alusiones en el texto que un traductor generalista podría no notar.

Por ejemplo, Norman Kemp Smith (profesor de lógica y metafísica de la Universidad de Edimburgo) tradujo la crítica de Kant de la razón pura al inglés de su alemán original. Según mi profesor políglota (para quien el inglés era una segunda lengua y que ensuciaba su discurso con palabras europeas inesperadas, y que podía leer Kant en alemán probablemente tan bien como él podía leer en inglés), la traducción de Kemp Smith fue tan buena y útil que el alemán los estudiantes lo leerían con preferencia al original alemán, porque simplificaba un poco la prosa altamente compleja de Kant manteniendo el significado fundamental.

Tengo un amigo que es traductor legal. Ella no es abogada, pero los abogados le pagan por traducir el español al inglés porque entiende bastante bien el vocabulario especializado de ambos idiomas.

Un buen traductor debe comprender el documento que está traduciendo y debe poder encontrar (o incluso, a veces, inventar) vocabulario equivalente. Para hacer buenas traducciones filosóficas, usted no tiene que ser filósofo, pero sí necesita comprender bien la filosofía.

Es más una actividad de traductor, a menos que implique: 1. Un texto filosófico, por ejemplo, historia de la filosofía, o 2. Una exégesis creativa, como un comentario crítico sobre cualquier tema. Muchas cosas retóricas podrían considerarse filosofía.

Comprometerse con la historia de la filosofía al comprender y educar es filosofía. Sin embargo, traducir textualmente no es filosofía per se, sin embargo, podría considerarse como historia de la filosofía si se trata de filosofía, particularmente si se trata de una traducción autorizada.

Esa es mi opinión al respecto.

Y tiene poco que ver con el género, por cierto. Una mujer probablemente no debería esforzarse demasiado para interpretar a TODA la República como feminismo (hay lugares donde él era feminista). Pero un hombre no debería decir que el feminismo no es una filosofía.

Algo de lo que habla el artículo suena como el trabajo de un historiador, poeta o lingüista. Pero no hay una regla en contra de estudiar filosofía y aplicar esas áreas al estudio de la filosofía.

Podríamos obtener, por ejemplo, una traducción autorizada de la filosofía griega histórica, un poema filosófico o una filosofía coherente del lenguaje (a veces).

Un filósofo es muy bueno cuando puede aplicarse a otros temas y luego proporcionar un valor redentor para los debates filosóficos. Pero también hay una necesidad dentro de la filosofía de abordar cuestiones metafísicas “puras” que no se benefician, excepto de manera muy informal, del estudio intensivo de otras áreas temáticas.

En lo que respecta a la filosofía griega antigua, es fácil responder eso … ¡por supuesto! Algunas expresiones idiomáticas o giros de frases deben considerarse dentro del contexto del trabajo como un todo mayor. Hay documentos enteros que abogan por una cierta lectura de un fragmento de filosofía antigua que se encuentra en un trozo de papel antiguo (¿bambú? ¿Pergamino? No lo sé).

Creo que para otros casos no se trata de ningún tipo de razonamiento sofisticado, sino que se trata de adherirse a la interpretación académica ampliamente aceptada (que ha sido discutida y aceptada con éxito por la comunidad académica). Esto es algo más como copiar y pegar un patrón de razonamiento con éxito.

Creo que si decimos que sí con demasiada facilidad a su consulta y no evaluamos caso por caso, denigramos el razonamiento sofisticado que necesariamente tiene una buena investigación filosófica. Si ampliamos la definición demasiado ampliamente, básicamente no captamos el significado correcto, además de degradar de qué se trata la verdadera investigación filosófica.

Eso creo seguro. He aquí por qué: al traducir, debe interpretar la intención del pasaje. Los idiomas a menudo no traducen literalmente.

Veamos el único otro idioma que conozco, el español. ¿Quieres una hamburguesa? Peude ganar una hamberguesa. Literalmente, eso significa literalmente ‘¿cómo haría para ganar una hamburguesa?’

Como traductor, puedes decidir la intención de lo que se está comunicando. Con tanta área gris como las ideas tienen … puede ser la última actividad filosófica.

No me estás diciendo lo que dijeron. Me estás diciendo lo que crees que intentaban comunicar.

Por cierto, esa fue una pregunta genial y reflexiva. Espero haber captado el espíritu en mi respuesta.