Dios tendría dificultades para reconciliar una incredulidad en todos los dioses con su primera proposición percibida de que “¡Me muevo de maneras misteriosas para realizar mis maravillas, por lo que soy!”; entonces Dios no es ateo.
Usando el mismo razonamiento, no puede ser un teísta, ya que eso implica una fe ciega en su propia existencia, que ya ha descontado en su primera proposición, y una creencia total en los libros que dictaba a varios escribas por revelación divina, que Él asume con seguridad *, según la Proposición Treinta y Nueve, que inventó o exageró un poco por el bien de la consistencia narrativa.
Eso lo dejó con pocas alternativas más que presentarse como un deísta agnóstico. Esto duró quizás seis mil años, pero las dudas que lo atormentaban a diario lo impedían tanto que no hizo absolutamente nada; sin construcción de planetas, sin moldear criaturas de arcilla, sin tiempo dedicado a diseñar cosas en su mesa de dibujo desde cero, sin llover fuego y azufre, sin la cría de las criaturas que lo adoran.
Finalmente, después de mucho examen de conciencia (uso el término en el sentido más amplio posible aquí), dio con la respuesta a su dilema; Él era un egomaníaco.
- ¿Por qué los teístas hacen a los ateos preguntas hostiles sobre Dios (s) pero no sobre personas que pertenecen a diferentes religiones y que tampoco creen en su (s) Dios (es)?
- ¿Por qué los ateos no pueden dejar de hablar de Dios?
- ¿Cuáles son los ‘artículos de fe’ en el ateísmo?
- ¿Qué piensa Dios de los ateos?
- Los ateos tienen razones para no creer en Dios. ¿No es esto evidencia contra Dios?
- Dios puede estar participando en un razonamiento circular aquí, pero el texto es un poco confuso ya que fue escrito originalmente en Gottsprach. ‘Asumir’ solo captura parcialmente el sentido de ‘nilpferd’ en el original.