En general, existen múltiples técnicas adoptadas por los misioneros. Muy pocas personas se convierten porque creen en Jesús. En India, se aprovechan de crédulos, socialmente marginados, pobres, al atraerlos con dinero y otros incentivos. Es un juego de números, como un objetivo de ventas.
En India, el gobierno, tanto británico como del Congreso, entregó un cheque en blanco a los misioneros para que se convirtieran.
Técnicamente, Indonesia es islámica. Los misioneros no juegan en países islámicos.
A diferencia de India, donde los hindúes no están unidos, lo que facilita a los misioneros, en países como Indonesia, los hindúes y otras comunidades están unidos. Además, a diferencia de India, en Indonesia la división entre el Islam y el hinduismo es menor. Incluso los musulmanes indonesios aman Ramayana, Mahabharata, tienen nombres que suenan hindúes y respetan su antigua cultura hindú. Entonces hay más unidad. En un tejido social tan unido, será difícil que los misioneros se conviertan haciendo trampa. Solo las personas que realmente desean convertir pueden hacerlo, lo cual es raro.