En general, a los humanos les encanta categorizar cosas.
Clasificamos a las personas según su género, educación, color de piel, edad, opiniones políticas, filosofías, la ropa que llevan puesta y lo que creen.
Hemos inventado todo tipo de definiciones y mecanismos para facilitar nuestra categorización y le resultará difícil encontrar un ser humano que no intente dividir a otros en algún tipo de sistema.
Su falta de creencia no lo hace menos humano, así como el color de su piel o su género no afectan su estado y sus derechos humanos.
Pero la gente necesita sus pequeños recuadros con categorías, así que no creo que puedas evitar que te llamen ateo.
Ahora, otro problema es el valor que las diferentes personas otorgan a las diferentes categorías … algunos encuentran la categoría: ateo positivo y otros lo encuentran negativo.
Eso es algo completamente diferente de la categorización en sí misma, y tiene más que ver con que las personas tengan prejuicios o se pongan en su camino.
- Si no hubiera Dios, ¿habría ateos?
- Los ateos no creen en la ilusión del dios, pero ¿han llegado a no creer en las otras grandes ilusiones?
- ‘Nunca dije que no hay Dios. Solo digo que sería mucho mejor si Dios estuviera allí. ¿Cuál es su opinión sobre esta declaración?
- ¿Es extraño que a los 16 años, he comenzado a creer en Dios a pesar de que fui criado ateo?
- ¿Y si dios fuera ingeniero?