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Como cristianos, se nos dice que difundamos las buenas nuevas de la muerte y resurrección de Cristo por los pecados sin ningún mérito personal para lograr la salvación eterna.
Entonces, lo que acabas de leer es el mensaje del Evangelio en pocas palabras, dado generalmente en la misma circunstancia, pidiéndole que responda a nuestra fuente de esperanza, o en este caso una acusación que empujamos a nuestra religión más que a los católicos. También hay muchos católicos francos que siguen a Cristo con el mismo fervor y conocen la Biblia tan bien como yo.
Es un mandamiento para nosotros seguidores de Cristo. La decisión es para el público, en privado. Más allá del proselitismo, preferimos centrarnos en el mejoramiento de aquellos en circunstancias desafortunadas.
- ¿Cuál es una manera fácil de aprender los libros de la Biblia?
- Se cree ampliamente que algunos seres humanos vivieron en la tierra antes de que Adán fuera creado. ¿Qué sabes sobre esta doctrina?
- ¿Dios compite o coopera con el diablo?
- ¿Existe un prejuicio anticatólico cuando se dice que los católicos rezan a los santos y al papa? ¿O a Jesús y no al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo (es decir, la trinidad)?
- ¿La idea del libre albedrío apareció primero en la religión? ¿Dios mismo otorgó libre albedrío a los humanos según la religión? ¿Crees que el verdadero libre albedrío es cuando Dios concede a los humanos la omnipotencia?
Seguir esos comandos para aquellos de nosotros que vivimos más allá de la red de seguridad de las libertades y libertades protegidas de “Occidente”, es un comando que tiene un costo muy real. Nuestros hermanos a menudo se enfrentan a la hostilidad, quienes cumplen el llamado a evangelizar en los lugares más alejados de la “civilización”. Como sucedió desde que Esteban, los 12 discípulos, Pablo y muchos otros, la noticia de la Cruz muchas veces tiene un precio muy real, nuestras vidas. Es decir, después de que hemos perdido nuestra popularidad, nuestros medios de vida, nuestros amigos más cercanos y parientes.
Es una orden que no estimamos a la ligera. Se lo debemos a Él, el Dador de órdenes, en lugar de nuestras propias preferencias. Yo mismo soy aficionado al dicho: “Predica el Evangelio, usa palabras si es necesario”. Yo mismo no empujo. Si el Evangelio surgiera en la conversación, solo debería entenderse que tiene un papel vital en mi vida que da forma a mis puntos de vista.