Filosofía de la vida cotidiana: cuando “apoyar” su propia casta o su propia religión (en cualquier asunto aleatorio) es visto como algo injusto o sesgado, entonces hasta qué punto está apoyando a su equipo local en una competencia deportiva (a pesar de la tremenda esfuerzos del equipo contrario) justificado?

Bueno, por supuesto, los miembros del equipo son libres de renunciar a su equipo o trabajar para otro equipo por salarios más bajos. Corríjame si me equivoco, pero entiendo que el sistema de castas no permite que una persona cambie de castas porque sienten que han superado su casta o están listos para un cambio por falta de aprecio por sus dones, o por cualquier otra razón. .

Hay otras ventajas para mi perspectiva personal. De todas las personas que haya preguntado, soy un “pájaro de un color diferente”. No estoy obligado por la ética en ningún asunto, pero aspiro al Amor, y mis elecciones se basan en eso, o en mis miedos. Muchas opciones requieren coraje, que en última instancia refleja la profundidad y la “fuerza” del Amor propio, o dicho de otro modo, el tamaño de su corazón y si se cierra ante cualquier tipo de adversidad. Por lo tanto, no soy religioso; No sigo los preceptos o rituales, ni trato con Dios o el clero para obtener el favor o la bendición de Dios, que se ofrece a todos sin condiciones. Nosotros, las personas, los individuos, somos los que ponemos condiciones para aceptar en nuestros corazones el Amor de Dios o cualquier otra bendición.

Incluso si los jugadores de un equipo deportivo vinieran de mi estado o ciudad natal o de una metrópoli cercana (lo cual no hacen, ya que sus servicios se compran en licitaciones nacionales en los EE. UU.), No tendría lealtad. Tiendo a apoyar al desvalido, pero realmente, es la habilidad de los jugadores individuales lo que más me interesa. Admiro el buen juego independientemente del equipo en el que juegue el jugador. Esto tiene muchos beneficios: disfruto mucho más de un juego que de lo contrario, y nunca pierdo. Tampoco yo gano. La competencia, al menos como espectador, tiene la tendencia a despertar o al menos permitir la presencia de mi ego, que es algo extremadamente indeseable.

Los deportes de equipo son divertidos: son el único lugar de la sociedad en el que está permitido canalizar el “mal comportamiento”: lucha, rivalidad, mentalidad de clan … es casi como la humanidad hace 30,000 años; )

Sí, desde un punto de vista racional, los deportes no tienen “mucho sentido”, como tampoco lo son los prejuicios o la intolerancia.

Tiendo a tomar mis propias decisiones por mí mismo. Hacer cosas por la forma en que me “ven” (o tratar a los demás por cómo se las “ve”) mostraría una completa falta de integridad de mi parte. Prefiero no vivir mi vida siendo o actuando como una víctima, o su corolario, tratando de “ganar”. Ser fiel a ti mismo es su propia recompensa, no necesito la aprobación de los demás (o la desaprobación de los que deseo disminuir) para apuntalarme. No es que sea perfecto en eso, pero para mí lo considero un comportamiento infantil o adolescente.