Historias inexactas de memoria:
HISTORIA UNO:
Antes de que Alejandro Magno llegara a Jerusalén, se encontró con los samaritanos del norte. Afirmaron que los judíos estaban planeando una revuelta contra él y para aplastarlo, él debía ir y destruir su Templo en Jerusalén. Alejandro continuó hacia el sur y el Sumo Sacerdote, Simón el Justo, salió con su túnica blanca que solo se usaba un día al año (Iom Kipur). Alexander desmontó y se inclinó hacia Simon. Sus generales preguntaron por qué. Explicó que todas las noches antes de ganar una batalla vería la cara de Simon. Como gesto de buena fe, Simon prometió que los niños de Judea comenzarían a usar el nombre de Alexander.
-Talmud Yoma
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Es posible que a veces escuches del nombre yiddish ‘Remitente’, que por supuesto es la abreviatura de Alexander.
HISTORIA DOS:
Alejandro Magno llegó a África. Dos caballeros acudieron al rey para juzgar su caso. El primero explicó que había un deslizamiento de tierra y un cofre de oro enterrado bajo tierra cayó sobre su propiedad desde la tierra del segundo hombre y quería devolverlo. El segundo no estuvo de acuerdo y explicó que debido a que nunca había visto el ataúd y que ya estaba en la propiedad del primer hombre, el primer hombre debería guardarlo.
El rey le preguntó al primer hombre “¿Tienes un hijo?”.
“Si.”
Le preguntó al segundo hombre “¿Tienes una hija?”
“Si.”
El rey decretó que si los dos niños se casaban, entonces el cofre de oro debería ser su regalo de bodas.
Alexander caminó hacia el rey y le dijo: “En mi país nunca habría gobernado así”.
El rey preguntó: “Entonces, ¿qué hubieras hecho?”
“Los habría matado a ambos y me quedaría con el tesoro”.
El rey preguntó: “¿Brilla el sol en tu país?”
Alexander respondió “Sí”.
“¿Cae la lluvia en tu país?”
“Si.”
“¿Hay personas en tu país?”
“Si.”
“¿Hay animales en tu país?”
“Si.”
El rey llegó a su conclusión. “Parece que la única razón por la que el sol brilla y la lluvia cae en su país es para beneficiar a los animales porque la gente no lo merece”.
-Yalkut Shimoni