Puede ser un poco aburrido si te quedas en la etapa de ‘creer’, pero una vez que conoces a Krishna y sus diferentes expansiones, se vuelve realmente interesante.
Cuando llegas a experimentar a Dios, entonces las cosas realmente comienzan a despegar, y nada vuelve a ser lo mismo.
Cuando el Señor Supremo te corresponde directamente, entonces crees que has muerto y te has ido al mundo espiritual.
Sobrevalorado no es una palabra que usaría. Sexo, dinero, poder, estas cosas están sobrevaloradas. También lo son la familia, los amigos y la sociedad, y corren el riesgo de blasfemar … facebook.
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Podría estar de acuerdo con usted en que podría ser triste para las personas que se quedan en la etapa de creencia. Están tan cerca que solo tienen que abrir la puerta y pasar, pero por cualquier razón, no pueden. Pero para aquellos que cruzan el umbral de la creencia a la experiencia, no hay nada comparable en ninguna parte del mundo material.
No hay nada más sublime que las realizaciones trascendentales, y nada más profundo que las emociones provocadas por un destello de Krishna. No hay dicha que suplante esa dicha que se siente por la pura y desmotivada entrega a una persona digna, cuyas características y cualidades atractivas seducen al cínico más hastiado y animan al escéptico más aburrido.
No hay éxtasis químico que pueda rivalizar con el éxtasis estimulante de sumergirse en la energía interna supramundana del Señor, Su hladini shakti, la esencia pura del disfrute de la que se deriva el reflejo sombrío de todos los placeres materiales.
El conocimiento tranquilizador de que nada del mundo material puede quitar esto se sienta de forma segura en el corazón, y el temor de que el descuido pueda atenuar la conciencia a la de una persona menos afortunada es la única nube en el horizonte.
La propensión a servir se puede satisfacer sin dudarlo y el deseo de amar y ser amado se puede expandir ilimitadamente con actividades e intercambios nuevos y siempre frescos, que hacen que todos los asuntos amorosos mundanos parezcan insignificantes.