Padre celestial, te damos gracias porque eres santo. Tu mismo nombre es santo. Así como se vistió de carne para ser nuestro Salvador por el cual estamos eternamente agradecidos, que su reino entre en nuestros corazones y que podamos conocer y llevar a cabo su voluntad en la tierra como se hace en el Cielo.
Danos hoy nuestro sustento terrenal y nuestro sustento celestial mientras venimos a ti en oración y acción de gracias para participar de ti. Eres nuestro pan de cada día.
Perdona nuestros pecados como perdonamos a los demás que pecan contra nosotros, porque sabemos que si no perdonamos a los demás, no puedes perdonarnos. Tu muerte en la cruz nos compró tu perdón. Este perdón puede ser recibido por cualquiera que se vista con Jesús el Hijo, es decir, que se vista con el perdón de Jesús. Esto se muestra en nosotros por nuestro perdón a los demás mientras nos movemos y caminamos en Él.
Llévanos de la tentación cuando vacilamos y libéranos de las malas intenciones y del mal contra nosotros.
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- ¿Por qué es necesario el sacrificio de Cristo para la salvación?
- ¿Qué creen los mormones acerca de Jesús?
- ¿Es un certificado de Jesús correcto o incorrecto? ¿Es Dios el Padre que estaba con él? ¿Jesús condena al mundo o no lo juzga? ¿Fue enviado por el Padre para juzgar el mundo o para salvarlo?
- ¿Cuál es la explicación del pecado original, ser “salvado” por Jesús y la teoría de que “Jesús murió por nuestros pecados”?
Podemos rezarte esto porque eres el Reino, el Poder y la Gloria. Eres el Dios más elevado hasta ahora. Nos has dado acceso a ti. Te inclinamos nuestros corazones ante la sumisión alegre. Gracias por convertirte en Dios Encarnado, Emanuel, quien es Dios con nosotros. Eres la Palabra hecha carne, eres el Agua Viva y el Autor de la Salvación. Eres el Rey de reyes y el Señor de señores. Tu eres jesus