Nuestras creencias son nuestra forma de saber cómo es realmente el mundo. Mentir niega a otras personas, y a ti mismo, una visión precisa del mundo.
Durante mi vida he leído tres textos sobre la verdad y la honestidad que cambiaron para siempre el curso de mi vida.
1. La verdad es la correspondencia entre las creencias sobre la realidad y la realidad actual.
El primer texto que leí cuando era adolescente, al conocer a la comunidad de la racionalidad y su punto de vista sobre la verdad. Fue sucinto y con confianza ingenuo: algunas cosas son ciertas .
- ¿IKEA no es ético?
- ¿Cómo se aprende la moral por la que viven? ¿Los aprenden de la sociedad o de Dios?
- ¿Cuál es el mayor problema ético del mundo?
- ¿Está bien tener sexo con tu animal de peluche?
- ¿Qué es absoluto cuando se habla de absolutismo moral?
- Tienes algunas creencias sobre la realidad. Cuando lo que crees es una representación precisa de lo que está ahí afuera, entonces esa creencia que tienes es verdadera.
- Es posible tener creencias que no son una representación precisa de la realidad. Saber lo que es verdadero tiene un valor intrínseco. Actuar sobre creencias falsas puede ser peligroso.
Esta simple idea me llevó a una vida de tratar de identificar creencias falsas donde sea que las encontrara en mí mismo, para reemplazarlas por verdaderas. Para tratar de estar menos equivocado sobre el mundo. Sabiendo que algunas cosas pueden ser objetivamente verdaderas, rara vez aceptaría creencias basadas solo en la conformidad o la autoridad, sin considerar si también era verdad.
2. Cuando mientes, niegas a los demás una visión precisa de la realidad
Diez años después leí el libro Mentir de Sam Harris, que se convirtió en una actualización permanente de software para mi cerebro. Fue un caso no solo para buscar la verdad, sino también para ser completamente honesto con los demás.
Antes de leer este libro, me había permitido la mentira blanca ocasional. “No, no, tu pintura es hermosa”, “No, no te ves gorda con ese vestido”, “Estoy en camino ahora mismo”. En Mentir aprendí que:
- Subestimó profundamente el precio que paga con su credibilidad a los ojos de los demás, con mentiras aparentemente inocentes.
- Daña su propia credibilidad y autoconfianza cuando se permite mentir, ya que no puede saber con certeza si algo de lo que dice es cierto. Esto reduce su confianza y certeza en lo que realmente es.
- Con la opción de acostarse sobre la mesa, te permites hacer cosas que de otro modo no harías. Mantener una red de mentiras exige una atención extraordinaria y capacidad cognitiva.
- Leyendo Mentir, tuve que reconocer que la deshonestidad negaba a otras personas lo que anhelaba: conocer la realidad tal como es. Al mentir, estaba negando a las personas una visión precisa de la realidad.
Después de probar este tipo de honestidad radical, descubrí que nuestros riesgos percibidos de ser honestos cuando la gente espera la verdad son en gran medida exagerados. Por el contrario, descubrí que la vida presenta muchas más experiencias ricas y profundas, cuando siempre eres honesto con las personas que te rodean.
3. Viviendo en la verdad
El último paso de mi viaje fue leer las obras de Vaclav Havel. Havel vivió en Checoslovaquia durante la Unión Sovjet. Un mundo en el que las mentiras ficticias estaban tan arraigadas en la sociedad y en la vida cotidiana, que lo consumieron todo.
- “The Garden Party” trata sobre una familia que, con la esperanza de ayudar a su hijo Hugo, lo envía a conocer a algunos funcionarios comunistas influyentes. Aprende fácilmente su lenguaje de oficina sin sentido y su carrera florece, aunque sus padres ya no pueden entenderlo.
- “El poder de los impotentes” trata sobre un verdulero que, obedientemente, coloca un póster entre sus cebollas y zanahorias que dice “¡Trabajadores del mundo, uníos!”. El no cree en eso. El verdulero coloca el póster en parte por costumbre, en parte porque todos los demás lo hacen, y en parte por miedo a las consecuencias si no lo hace.
“¿Qué pasa si …”, escribe Havel:
“… Un día algo en nuestra verdulería se rompe y deja de poner lemas simplemente para congraciarse. Deja de votar en elecciones que sabe que son una farsa. Comienza a decir lo que realmente piensa en las reuniones políticas. E incluso encuentra la fuerza en sí mismo para expresar solidaridad con aquellos a quienes su conciencia le ordena que apoye. En esta revuelta, el verdulero deja de vivir dentro de la mentira. … Descubre una vez más su identidad y dignidad reprimidas. Le da a su libertad un significado concreto. Su revuelta es un intento de vivir dentro de la verdad … “
Havel fue encarcelado, pero sus escritos inspiraron a otros. Finalmente fue liberado. Después de una violenta huelga de una protesta estudiantil, dirigió la revolución de Velvet bajo el lema “La verdad triunfará”. Se convirtió en el primer presidente de la República Checa libre en 1993.
Aunque lo suficientemente humilde como para saber que no era un hombre perfecto, confiaba en que sus ideas eran correctas. Su lema favorito los resumió: “La verdad y el amor deben prevalecer sobre las mentiras y el odio”.
La honestidad es la mejor política
El trabajo de Havel me parece especialmente relevante hoy, ya que las mentiras se propagan rápidamente en Internet. Esto es más relevante cuando se trata de creencias grupales falsas que no son fácilmente comprobables en la vida cotidiana. Como las creencias sobre la sociedad que tiene poco costo de tener, y que se imponen fuertemente en su grupo de pares.
La honestidad es la mejor política hacia usted y la sociedad, porque le brinda a usted y a los demás la oportunidad de escapar del engaño y ver el mundo como realmente es.