El mal es directa o indirectamente no ser y no ser no necesita ningún creador.
Los principales filósofos musulmanes de Farabi (c.873-950) y Avicena (980-1037) a Molla Sadra también han adoptado esta doctrina para denotar el concepto de dualismo.
Esta respuesta sugiere que el análisis del mal muestra que existen principalmente dos tipos de maldad. Uno que es no ser, y el otro que aunque es ser pero porque conducen al no ser, son considerados malvados. Así, el mal tiende a hacer lo que deja de ser.
- ¿Cómo puede un individuo desarrollar un carácter moral para alcanzar la felicidad?
- ¿Las personas malvadas comparten una ‘subconsciencia colectiva’?
- ¿Por qué el alcohol se considera un mal social?
- ¿Es inmoral no votar en las próximas elecciones?
- ¿Por qué la brujería se considera malvada?
Obviamente, esto no significa que lo que conocemos como mal no existe. Sin duda, existen ceguera, terremotos, enfermedades y similares.
Todo lo que conocemos como maldad es, de hecho, la falta de algo o la causa de la falta de algo, o de lo contrario no son malvados.
1- Cultivo de potenciales humanos
A pesar de la peculiar naturaleza del mundo y del ser humano, es imposible realizar la mayoría de los potenciales espirituales y psíquicos sin sufrir pruebas y sufrimientos.
Les doy un ejemplo para aclarar mi discusión: las capacidades espirituales de los seres humanos son como los músculos, cuando un atleta quiere fortalecer sus músculos, se embarca en un ejercicio riguroso e insoportable, y las capacidades espirituales de los seres humanos también requieren ejercicios espirituales laboriosos y meticulosos para Llegar a buen término.
2- juicios divinos
Una de las normas invariables de Dios es que Él prueba al ser humano afligiéndolo con pruebas y sufrimientos. Dios somete a las personas a diversas condiciones para que puedan mostrar su verdadero carácter.
Las pruebas de Dios pueden consistir en comodidad, riqueza y tiempo libre o pueden tomar la forma de dificultades y desgracias. Pasar estas pruebas con éxito le permite al ser humano comprender muchos de sus potenciales inherentes, particularmente con respecto a su aspecto espiritual.
3- la advertencia de Dios
Dios ha creado al ser humano para el mejor objetivo. Vivir y disfrutar de los placeres y generosidades del mundo hace que el ser humano se vuelva negligente de su obligación superior. La tribulación sirve como alarma de Dios para despertar a las personas de su sueño habitual y recordarles sus deberes religiosos. Las dificultades y dificultades de la vida son ventajosas porque humillan a las personas que suprimen su arrogancia y arrogancia, preparando así las circunstancias apropiadas para su regreso al camino de Dios.
4- Infundir un sentido de agradecimiento hacia Dios por su bendición y recompensas
Otra ventaja es que tener muchas bendiciones de Dios hace que ignore sus recompensas.
5- Consecuencia de pecados y fechorías
Algunas de las aflicciones que se nos ocurren son consecuencia de nuestros pecados.
Estas aflicciones constituyen un castigo divino.
Hay dos tipos generales de castigo divino: mundano y de otro mundo.
Algunos pecados y fechorías pueden incurrir en ambos tipos de castigo, algunos solo uno. Sobre los castigos mundanos no hay ninguna diferencia entre creyentes y no creyentes. Permíteme darte un ejemplo: si desperdiciamos energía hoy en día, enfrentaremos una situación crítica en el futuro. Del mismo modo, nuestros pecados tienen consecuencias especiales en este mundo, y si los cometemos, confrontamos sus resultados. Es nuestra culpa y error, no de Dios.
Hay pecados cuyo castigo Dios reserva completamente para el más allá. El Corán afirma que Dios ayuda a aumentar los pecados de aquellos que se oponen y se resisten al Islam a pesar de reconocer su verdad al darles longevidad y prosperidad mundana.
Dios aflige a los fieles con dificultades para que puedan darse cuenta del mal que han hecho y de esta manera puedan compensar sus pecados y así ser absueltos del castigo de otro mundo que es mayor que el castigo mundano.
La conclusión de este punto es que las dificultades que soportan los creyentes pueden parecer malas, pero de hecho están fuera de la misericordia divina por la cual Dios absuelve a los creyentes de tener que soportar el castigo en el infierno.
Pero sobre los incrédulos Los dolores y las aflicciones que experimentan en este mundo en este mundo de ninguna manera alivian su castigo de otro mundo, más bien, les espera un castigo mucho más severo y doloroso en el más allá.