Impermanencia – Thich Nhat Hanh
Nada permanece igual por dos momentos consecutivos. Heráclito dijo que nunca podemos bañarnos dos veces en el mismo río. Confucio, mientras miraba una corriente, dijo: “Siempre fluye, día y noche”. El Buda nos imploró no solo hablar sobre la impermanencia, sino también usarla como un instrumento para ayudarnos a penetrar profundamente en la realidad y obtener una visión liberadora. Podemos sentir la tentación de decir que debido a que las cosas son impermanentes, hay sufrimiento. Pero el Buda nos animó a mirar de nuevo. Sin impermanencia, la vida no es posible. ¿Cómo podemos transformar nuestro sufrimiento si las cosas no son impermanentes? ¿Cómo puede nuestra hija convertirse en una hermosa jovencita? ¿Cómo puede mejorar la situación en el mundo? Necesitamos impermanencia para la justicia social y la esperanza.
Si sufres, no es porque las cosas sean impermanentes. Es porque crees que las cosas son permanentes. Cuando una flor muere, no sufres mucho, porque entiendes que las flores son impermanentes. Pero no puedes aceptar la impermanencia de tu amado, y sufres profundamente cuando ella fallece.
Si observa profundamente la impermanencia, hará todo lo posible para hacerla feliz en este momento. Consciente de la impermanencia, te vuelves positivo, amoroso y sabio. La impermanencia es una buena noticia. Sin impermanencia, nada sería posible. Con impermanencia, cada puerta está abierta para el cambio. La impermanencia es un instrumento para nuestra liberación.