En mi opinión, uno de los más grandes filósofos musulmanes de todos los tiempos es Mulla Sadra. Sadr al-Din al-Shirazi (Mulla Sadra) es quizás el filósofo más importante e influyente en el mundo musulmán en los últimos cuatrocientos años. Autor de más de cuarenta obras, fue la figura culminante del gran renacimiento de la filosofía en Irán en los siglos XVI y XVII. Dedicándose casi exclusivamente a la metafísica, construyó una filosofía crítica que reunió a la filosofía peripatética, iluminacionista y gnóstica junto con la teología chiíta dentro de la brújula de lo que él llamó una ‘metafilosofía’, cuya fuente se encontraba en la revelación islámica y el Experiencia mística de la realidad como existencia.
La metafilosofía de Mulla Sadra se basaba en la existencia como el único constituyente de la realidad, y rechazaba cualquier papel de quiddities o esencias en el mundo externo. La existencia era para él a la vez una unidad única y un proceso dinámico articulado internamente, la fuente única de unidad y diversidad. Desde este punto de partida fundamental, Mulla Sadra pudo encontrar soluciones originales a muchas de las dificultades lógicas, metafísicas y teológicas que había heredado de sus predecesores. Su principal trabajo filosófico es el Asfar (The Four Journeys), que abarca nueve volúmenes en la presente edición impresa y es una presentación completa de sus ideas filosóficas.