No. Al menos no es la razón principal.
Es difícil separar el cristianismo de la corriente principal de la cultura estadounidense, ya que durante tanto tiempo ha sido tan esencial para grandes partes de la sociedad estadounidense, pero el cristianismo no es la causa inmediata del intervencionismo estadounidense.
Si bien las doctrinas cristianas se utilizan en algunas culturas para justificar la antipatía hacia las culturas árabes y el apoyo a Israel (que es, históricamente, algo irónico), los problemas reales en cuestión son el petróleo y la estabilidad política.
Estados Unidos ha tenido una tendencia a intervenir en otros países para promover la influencia estadounidense. Esto es particularmente cierto en áreas que son importantes para la economía estadounidense. El Medio Oriente en su conjunto, tanto por su posición estratégica (próxima al este de Asia, Europa y África) como por sus reservas de petróleo, es militar y económicamente importante. Al mismo tiempo, es una región muy caótica y problemática donde los disturbios son comunes.
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En resumen, Estados Unidos se involucra en el Medio Oriente porque nos interesa hacerlo. Al menos se percibe como algo que nos interesa. El cristianismo, donde entra en el argumento, es una justificación marginal importante para la minoría vocal de los estadounidenses. Si Oriente Medio no tuviera importancia política (por ejemplo, si ya no usáramos el petróleo como fuente de energía), Estados Unidos estaría mucho menos interesado en la región, sin importar cuántos cristianos tenga Estados Unidos.