¿Cómo respondería un país si un subgrupo de personas se volviera inmanejablemente violento y perjudicial para la sociedad?

Un país enfrentado a un grupo violento realmente inmanejable utilizará recursos policiales y militares para destruirlo.

Pero de eso no se trata realmente esta pregunta, ¿verdad?

Volvamos a la historia. Inmediatamente después de la fundación de Canadá, fuimos atacados por un grupo radical llamado Fenianos. Los Fenianos declararon que el propósito era sacar a los británicos de Irlanda, pero su objetivo secundario, como dice la vieja canción, era

iremos a capturar Canadá, porque no tenemos nada más que hacer

Desde 1866 hasta 1889 hubo una serie de redadas en ciudades canadienses, oficinas de impuestos británicas y puestos militares. El gobierno estadounidense no hizo mucho para detener a los fenianos. La milicia canadiense luchó con éxito contra los ataques. Los Fenian se agitaron en Oregon por un tiempo, pero gradualmente se desvanecieron.

¿Entonces qué pasó? Los agitadores envejecieron, sus hijos consiguieron trabajo, se convirtieron en estadounidenses y canadienses y dejaron de escuchar los estúpidos gritos de papá.

El castigo colectivo o la vigilancia centrada, aislar y ‘perfilar’ a los fenianos no habría servido de mucho. Buen gobierno, respuestas medidas y paciencia ganada.

Si hay un elemento terrorista, los militares y la policía deberían manejarlo. Para eso están allí.

Al mismo tiempo, es necesario tener en cuenta el clima por qué los jóvenes se sienten atraídos por un movimiento como este. ¿Están siendo discriminados? ¿Pueden conseguir trabajo? ¿Están recibiendo una educación secundaria, pero no pueden encontrar trabajo una vez que se han graduado? (Ver la respuesta de Brett Williams a ¿Por qué muy pocos ingenieros entran en la política?) ¿Hay algo que esté deteniendo su capacidad de convertirse en adultos independientes, como los altos precios de la vivienda o los prejuicios severos contra el matrimonio fuera de su comunidad?

Pat Robertson parloteando sobre la caída de Occidente es un montón de mierda de caballo. Las democracias al estilo de Westminster son extremadamente estables, especialmente aquellas con la historia que tienen el Reino Unido y Gran Bretaña. Parte de esa estabilidad es la capacidad de adaptarse, incluso con gran dolor, a los cambios demográficos, religiosos y de valores. Confíe un poco en sus compañeros británicos y confíe en que su cultura es muy atractiva y brinda a las personas muchas oportunidades para ascender en el mundo. Dale un poco de crédito a la policía, no discrimines a los jóvenes musulmanes ingleses y dale esta última amenaza ‘existencial’ a una generación.