El bien y el mal son conceptos nacidos de la mente humana. Forman parte de la mecánica de la “dualidad”.
En lo que vivimos es una polaridad energética. Hay una carga positiva y negativa en esta polaridad. Ambas polaridades surgen de la misma fuente.
Los seres humanos rompen erróneamente la mecánica de cómo estas polaridades interactúan entre sí, en algo llamado ‘dualidad’. La dualidad es una percepción nacida del ego. El ego, creyendo que es un ser separado, también cree que todas las mecánicas en la vida también están separadas. Por lo tanto, una cosa surge de una fuente, mientras que otra cosa surge de otra fuente.
La religión solo ha potenciado este error. Por lo tanto, tienes el bien, con sus atributos de asistencia y el mal con sus atributos de asistencia, ambos derivados de diferentes fuentes.
- ¿Es la religión la causa raíz de todo mal y caos en el mundo?
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- ¿Qué te ayuda a creer que el dinero va al lugar correcto cuando donas a una organización benéfica?
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Las personas forman sus propias percepciones de cómo se ve el bien y cómo se ve el mal. Para siempre, sostienen ese paradigma por el cual medir todo lo demás en la vida. Este es el “juicio” mortal. No importa que este paradigma difiera en varias culturas, varios sistemas de creencias y varias expresiones individuales únicas.
Hay enseñanzas en las que se revela la imagen más grande, y llegamos a descubrir que lo que puede parecer ‘malo’, finalmente sirve al bien, y lo que podemos pensar que es ‘bueno’, puede eventualmente servir a su opuesto polar. Esta es una danza de polaridad en este mundo que permite un tipo de enseñanza requerida para trascender el ego.
No hay bien ni mal que surja de diferentes fuentes. Este concepto ha causado a este planeta un mundo de dolor. Hay dos polaridades que emergen de una fuente. Nuestro desafío es ver CÓMO se sirven unos a otros.
Podemos entender mejor cómo se sirven unos a otros cuando aprendemos sobre la reencarnación, el karma y las leyes del universo. Un sorprendente orden cristaliza en la nieve en la pantalla en la que vemos la genialidad de cómo estas dos polaridades nos sirven a cada uno de nosotros.
Eventualmente, todos los seres humanos deben salir de la historia de amor egocéntrica con dualidad, dejar de lado Fun With Dick And Jane y ampliar su conciencia para comprender una visión más sofisticada de la realidad. Solo esto erradicará el juicio, el miedo, la percepción errónea y la angustia que abrazar los gustos de la dualidad trae a la experiencia humana.
Lo que la naturaleza sabe es la supervivencia. Una cebra instintivamente sabe que un león es peligro. Una cebra no conoce a un león en términos de ser malvado, sino en términos de ser peligroso para su supervivencia. Es el discernimiento, no el etiquetado emocional, adherirse a un paradigma creado por uno mismo basado en un sentido de sí mismo que una cebra no posee. La dualidad es un defecto humano.