Similitudes:
- La impaciencia de un niño con plazos realistas.
- La incapacidad de un niño para cuidar a los discapacitados y enfermos.
- La creencia de un niño en ejecuciones sumarias sobre procedimientos judiciales deliberados.
- El sueño de un niño de continuar una secuencia anterior de imperios.
- El sentido de un imbécil de cómo ganar corazones y mentes.
- La sensación de un imbécil de cuántos frentes deben abrirse a la vez.
- La absoluta convicción y celo de un imbécil.
- El afán de un imbécil de aislarse de la fuente misma de su poder, los nazis asustando a todos los mejores físicos, Daesh, disolviendo la química en la Universidad de Mosul.
- La sensación de un monstruo de que las mujeres son fábricas de soldados y deben ser tratadas como tales.
- El espíritu de un monstruo de purificar la tierra a un costo de cientos de millones de muertos.
- El espíritu de un monstruo de purificar la tierra al homogeneizarla en una cultura atávica.
- El ethos de un monstruo de que todos los actos imaginables se justifican por haber sido maltratados por otras naciones.
- La prioridad del diablo es el empaquetado elegante, los atuendos elegantes, la buena propaganda con la última tecnología.
- El deseo de un demonio de sorprender al enemigo con espectáculo.
- La habilidad del diablo para unir enemigos mortales contra ellos.
- El verdadero amor de un demonio por la destrucción misma, desnudo y orgulloso.
Diferencias:
Enumeraría las 25 formas en que los nazis eran más inteligentes que Daesh, pero no tengo ningún interés en dar consejos a los seguidores de Daesh. ¡Los labios flojos evitan que las naves estúpidas se hundan!