Todas las personas son hijos de Adán y Eva, que eran musulmanes. Con el tiempo, muchas personas comenzaron a olvidar el propósito de la vida, la tumba, el más allá y la responsabilidad ante Alá. Comenzaron a adorar a otras deidades además de Alá para, en su mente, lograr diferentes ganancias mundanas. Muchos otros comenzaron a seguir a estas personas a ciegas. Y, por lo tanto, surgieron muchas religiones, una de ellas es el hinduismo.
Si una persona o grupo, en algún momento de la historia, volvió a la forma de vida natural, a la que todos los Profetas de Alá llamaron, ¡fue una muy buena decisión! Su progenie debería estar, y la mayoría de ellos, realmente felices por sus antepasados, quienes tomaron esa decisión en su mejor interés, salvándose del castigo de Allah. es decir, el fuego del infierno eterno. Otros que todavía están vivos y que aún no han vuelto al Islam, la forma de vida natural, el único ‘deen’ (forma de vida) aceptable para Allah, siempre son bienvenidos a buscar orientación y seguir la verdad, en su propio interés.