Cualquier cosa es tan importante como lo consideres. La importancia no es una cualidad que exista en cualquier lugar sino en la mente humana, por lo tanto, no puede cuantificarse / objetivarse / medirse.
Las historias hablan de manera diferente a diferentes personas, pero las historias son todo lo que hay para estudiar el comportamiento humano. (los experimentos también son historias, por cierto)
La utilidad de ser un pensador ético es que puedes formar entendimientos de comportamiento; la de los demás, pero lo más importante, la tuya. Esta comprensión extiende la libertad (ciertas percepciones pueden ser liberadoras), y extiende la empatía hacia otras culturas y personas, y así ayuda a ser más abierto y menos crítico y, por lo tanto, menos violento.
PD: debe editar la palabra “consciente” de su título, ya que no tiene sentido, ya que no puede haber un “pensador inconsciente”.