¿Cómo es ser judío?

Por un lado es muy difícil, por otro lado es edificante y brillante. Y ambos extremos provienen de la misma razón: los judíos tienen un papel único, incomparable y crucial que cumplir en este mundo.

A través de su “sobrenatural” – arriba ya pesar de las diferencias inherentes y la desconfianza mutua instintiva, el rechazo – la unidad y la garantía mutua están destinados a mostrar un ejemplo positivo a los demás.

A día de hoy ha quedado muy claro que solo a través de una unidad tan improbable y una colaboración que se complementan mutuamente, la humanidad puede sobrevivir en un mundo globalmente integrado e interdependiente.

Por lo tanto, existe una gran responsabilidad sobre los hombros de los judíos, ya que a través de su propio ejemplo positivo tienen que proporcionar el “remedio” crucial de supervivencia para todos los demás.

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Ser judía se siente muy mal por esta pobre mujer en este momento.
Ladrones árabes roban la bendición de miel de Israel

Aparte de eso, ser judío se siente cálido y sorprendente durante las vacaciones con familiares y seres queridos. Se siente degradante y aterrador al caminar afuera con ropa religiosa judía y alguien te grita un insulto desde un automóvil que pasa, a muchas personas en el mundo no les gustas antes incluso de conocerte. Puede ser aterrador confiar en personas que a veces te quieren mucho y preguntarte qué es lo que realmente quieren de ti. Desea sentirse anónimo y tratado como cualquier otro ser humano, sin emoción, sin ser identificado o señalado como judío.

Me gusta.

Soy lo suficientemente mayor y lo suficientemente joven como para encontrar el flujo constante de odio levemente irritante en el peor de los casos e hilarante en el otro peor. Quiero decir, espías delfines? Ladrones de zapatos? De Verdad?

Me gusta el sentido de comunidad. Me gusta la musica. Me gusta mucho la comida. No soy muy religioso, pero me gustan los rituales, y el judaísmo tiene muchos. Me encantan las sucá, latkes y havdalah.

Para mí, la ética del judaísmo coincide con la mía lo suficiente como para estar cómodo.

En mi día a día, encuentro muy pocos prejuicios. Ignorancia, claro, pero cada vez menos.

En general, me gusta mucho ser judío. Aporta un sentido de espiritualidad y tradición a mi vida con el que no creo que me molestaría si no fuera judío.

Es como ser cualquier otra religión, excepto con Hanukkah, sin Jesús y los bagels.