¿Por qué Dios hizo un pacto con Abraham, fue una bendición o una maldición?

(Génesis 12: 1-3) Ahora el Señor le dijo a Abram: “Vete de tu país y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una gran nación, y te bendeciré y haré que tu nombre sea grandioso, para que seas una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te deshonre, maldeciré, y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra ”.

Dios tenía un propósito al elegir a Abraham. Quería preparar a un pueblo para la llegada de Jesucristo. Quería un pueblo capaz de funcionar como la luz del mundo, que proclamara la palabra de Dios a todas las naciones y familias en la tierra. Dios mismo dice: “En ti todas las familias de la tierra serán bendecidas”.

Dios lo sacó de la casa de su padre, parientes que lo protegieron. Estar con su propia gente era la mejor protección para cualquier persona en esos días. Pero aquí Dios le pide a Abraham que deje todo esto y vaya “a la tierra que le mostraré”. ¡Abraham escuchó a Dios, creyó en él y comenzó un viaje de incertidumbre creyendo ciegamente en la palabra de Dios que no le habló durante otros diez años! Pero Dios protegió a Abraham y lo guió todo el tiempo y Abraham lo experimentó en su vida.

¿Por qué Dios llevó a Abraham al desierto lejos de otras personas? Dios quería que abandonaran todos los rituales, el culto a la naturaleza, la idolatría, etc. Dios quería que su pueblo distinguiera al creador de las creaciones. Quería tener gente que se amara y se respetara. Quería un pueblo que se preocupara por los pobres y los débiles.

Pero los descendientes de Abraham, los descendientes de Jacob, las 12 tribus que llamamos Israel, no siempre caminaron por el camino correcto. Pero aun cuando muchos de ellos fueron infieles, Dios se mantuvo fiel y envió a Jesucristo para redimirnos de nuestros pecados.

Entonces, ¿cuál es la relevancia de Abraham?

  1. Dios le confió a Abraham un deber, una responsabilidad. Dios quería un pueblo que lo conociera, lo obedeciera y desempeñara un papel para la salvación de toda la humanidad.
  2. Aun cuando algunos de los descendientes de Abraham permanecieron infieles, Dios cumplió sus promesas y envió a Jesucristo a este mundo.
  3. Cuando Adán, la humanidad en general, desobedeció a Dios y se alejó de Dios escuchando y obedeciendo a Satanás, Dios había decidido recuperarnos para el reino de Dios en el cielo.
  4. Jesús vivió sin ceder a las tentaciones de Satanás y se ganó a Satanás y los poderes de las tinieblas. Él era la luz del mundo. Ni siquiera pecó ante la tortura y la muerte en la cruz.
  5. Jesús nos ganó la salvación universal, rompió el mundo satánico y abrió las puertas del cielo para cada uno de nosotros. Pero seguir siendo elegible para esta salvación es una responsabilidad personal que Dios confió con cada uno de nosotros.
  6. La iglesia es la continuación del propósito de llamar a Abraham. La Iglesia es responsable de proclamar las Buenas Nuevas de salvación a todas las personas en la tierra para que todos conozcan a Dios y vivan como Jesús nos enseñó, es decir, con amor y respeto a todos. Jesús dijo “La paz sea con usted” y somos elegibles para disfrutarlo cuando empecemos a vivir según lo dicho por Jesús.
  7. El objetivo final es un mundo pacífico donde todos disfruten de su vida. Se supone que la Iglesia lidera el camino hacia esto al proclamar la palabra de Jesús a todos. Esta es la continuación de la responsabilidad que Dios le confió a Abraham.