Sí, las leyes de naturalización e inmigración son características inherentes de la soberanía nacional. Prohibir que un pueblo establezca reglas de naturalización equivaldría a negarle a un estado el poder de identificarse. De hecho, iría tan lejos como para decir que es un elemento necesario de la estadidad. En primer lugar, para ser un estado, un pueblo debe calificar como nación, lo que requiere una identidad nacional subjetiva. Esto significa que las personas mismas deben verse como parte de una nación colectiva. Poner requisitos sobre la naturalización en el extranjero obligaría efectivamente a un estado a otorgar la ciudadanía a una persona que no considera parte de ellos, lo que significa que no es una nación. En segundo lugar, y estrechamente relacionado, según el derecho internacional, uno de los tres elementos de la estadidad es que una nación tiene una población definida. Del mismo modo, sin el poder de regular la naturalización, no tendrían el poder de definir a su gente.
En cuanto a si es ético / moral, es difícil de decir. Creo que realmente depende de la nación particular y sus circunstancias particulares. Imagine un estado que no es muy fuerte y tiene una población muy pequeña pero una historia única y rica. Es posible que quieran asegurar la supervivencia de su identidad cultural al limitar a los extranjeros a unirse a su ciudadanía. Estoy pensando en la línea de algunos pueblos indígenas. En los Estados Unidos, por ejemplo, muchas tribus nativas americanas limitan la membresía tribal a las personas étnicas de su tribu. Entonces, mi punto es que existe una amplia gama de posibilidades que podrían considerar ético un proceso de naturalización tan estricto. Dicho esto, en un país grande como los Estados Unidos, probablemente sería injusto requerir 30 años de residencia. Solo requerimos 5. En conclusión, sí, creo que es ético exigir 30 años de residencia para la ciudadanía, pero probablemente se limite a casos especiales.