Cuando no hay nada, lo llamamos negro. Lo que no tiene límite, lo llamamos cielo. ¡Ninguno de ellos existe realmente! Entonces, ¿existe Dios?

3 chicos deciden probar los extremos de los “números”. Comienzan a contar desde 1,2,3 y así sucesivamente. El primer tipo se da por vencido después de 100 y dice “Veo a dónde va esto; el infinito y ninguno de nosotros puede contar hasta el final”, los otros dos se ríen de él y continúan contando. Después de unas horas, el segundo tipo ha contado hasta Mil millones y se da por vencido y llega a la misma conclusión: el tercer tipo se ríe de los dos y continúa durante días, semanas, pero como está decidido a encontrar el final, continúa hasta que ha contado números tan grandes que no han inventado términos por eso. Se hace viejo y está en la cama de la muerte y finalmente se da cuenta de que ha sido un tonto todo el tiempo. El tipo que vio el “infinito” sin contar fue el más sabio, se dio cuenta. Contar habría sido divertido si él Sabía que realmente no lo llevaría al último número.

Dios es ‘infinito’ personificado. Todos los números existen dentro de él, aunque pueden aparecer por separado. Los que cuentan lo hacen en vano. Pero cuando ‘infinito’ está dispuesto a aparecer, lo hace y cualquier número, sin importar cuán grande sea, se abruma e inmediatamente se da cuenta de por qué esa experiencia es tan inexplicable. 🙂

Ambas cosas existen. Podemos ver el cielo, incluso podemos verlo cambiar, está formado por nuestra línea de visión desde cualquier punto de vista en el que nos encontremos cuando miramos hacia arriba. En una noche clara, el cielo está formado por estrellas y tal vez la luna. Durante el día podemos ver nubes o sol brillante. Entonces, el cielo es realmente nuestra visión de él en cualquier lugar y momento en particular.

El negro es un espectro de color bastante estrecho como se describe aquí, “¿Qué es el negro?”

La filosofía habla de teorías y las teorías pueden no corresponder al mundo real. Por ejemplo, no hay ningún lugar que esté vacío porque, según la física, el vacío (que se supone que está ausente de luz y materia) no está vacío. El cielo o universo tiene límites según la astronomía. El vacío existe y el límite del universo también existe. Ahora hemos descubierto que sus suposiciones de “nada” pueden no existir en el mundo real. Aunque estos conceptos son tan intuitivos para nosotros, la ciencia nos ha demostrado que la realidad está tan conectada.

Lo mismo se aplica a la comprensión de Dios, la diferencia es que tenemos una experiencia muy limitada con Dios y con Dios, a un ser inteligente no le gustaría experimentar.