Ignorancia intencional.
Hoy, más que en cualquier otro momento de la historia, incluso en mi vida, Internet le ofrece claves para el conocimiento y la comprensión de casi cualquier nivel de detalle que desee alcanzar.
Por ejemplo, un simple Google de “ateos“:
ateos – Google-Suche
- Ateos, ¿por qué no te consideras agnóstico?
- ¿Cuáles son los puntos de vista de los ateos sobre las religiones?
- ¿Cuáles son sus experiencias con ateos demasiado arrogantes?
- ¿Por qué un ateo protestaría por algo en lo que no cree?
- ¿Por qué eres religioso o ateo?
revela toneladas de referencias e información sobre los ateos. Incluso si cuestiona la validez de algunos de los enlaces, hay muchos más para considerar, y uno puede continuar desde allí.
Si las personas no pueden molestarse en hacer este nivel de verificación de hechos, ¿qué podemos decir sobre ellos? ¿Qué excusas pueden encontrar sobre por qué ni siquiera pueden escribir una sola palabra y hacer unos pocos clics del mouse?
En el pasado, el conocimiento era difícil de obtener y restringido en gran medida por instituciones, por proximidad, etc. ¿Hoy? No hay excusa para la ignorancia. Los que aún lo son son así por su propia elección.