Una excelente pregunta, aunque solo sea porque los católicos laicos no están invitados a participar en la nueva evangelización, ¡son llamados por su bautismo! Nuestro bautismo, y aún más, nuestra confirmación, nos da la responsabilidad de proclamar y difundir nuestra fe.
Lo único “nuevo” sobre la “nueva evangelización” es el hecho de que está dirigido a los católicos bautizados. De todos modos, todos estamos llamados a ser evangelistas, esa es la definición misma de nuestro cristianismo. Si no te sientes llamado a difundir las Buenas Nuevas, entonces probablemente aún no hayas recibido las buenas noticias, así que lo primero es aprender tu fe.
Un excelente lugar para comenzar para cualquier persona es el Apostolado del Catequista Mariano: Bienvenido al Apostolado del Catequista Mariano. Este es un excelente apostolado iniciado por el difunto p. John Hardon, quien ha sido nombrado siervo de Dios (el primer paso en el proceso de canonización. Este no es solo un excelente lugar para comenzar a aprender acerca de la fe, sino que lo pondrá en una excelente posición para enseñarlo a otros.
Parte del proceso de “aprender la fe” es practicarla, y el p. Hardon proporcionó esto con una lista de diez prácticas espirituales para implementar mientras estudias la fe.
- ¿Y si Adán y Eva fueran homosexuales?
- ¿Está de acuerdo en que los partidos políticos son como las organizaciones religiosas y, por lo tanto, deberían estar separados de los asuntos estatales?
- ¿Cuáles son los versos diferentes (contrastantes) más llamativos del Corán y el Tanakh (antiguo testamento)?
- ¿Qué religiones carecen del concepto de omnipotencia?
- ¿Por qué las personas pasan grandes cantidades de tiempo en su religión en lugar de ayudar a otros?
Sobre todo, comience de inmediato con prácticas muy básicas: 1) los sacramentos: 1a) al menos una vez a la semana (domingo) y asistencia a la misa del Día Santo, y al menos va a confesarse cada dos semanas: este es un mínimo para cualquiera que desee ser un católico serio y ver el cielo algún día.
Oración diaria, mañana, mediodía y tarde. Examen diario de conciencia antes de acostarse (también proporciona una base excelente para la confesión semanal o cada dos semanas). Rosario diario, lectura diaria de las Escrituras y meditación diaria: ¡comience con diez minutos de cada uno y continúe!
Tenga en cuenta que cuando fuimos creados por Dios, fuimos creados como seres que vivirán para siempre. Nuestro tiempo en la tierra (lo creas o no) es un período de prueba muy corto para que podamos decidir y mostrarle a Dios dónde queremos pasar la eternidad. ¡No desperdicies otro precioso momento de tu vida desperdiciándolo en cosas intrascendentes que no harán una pequeña diferencia en el próximo mundo (o que harán una diferencia eterna para peor)!
Practique estas cosas, y el resto vendrá naturalmente. A medida que te acerques a Dios, te arderás por Él, y Él te dará la motivación junto con tu aprendizaje para ser un testigo fiel de Él ante tus hermanos caídos, aquellos que han dejado la fe, y nunca se dieron cuenta. hasta conocerte, ¡qué tesoro que tiraron!