Las religiones del Libro contienen las historias de hombres como Moisés, José y Abraham, entre otros, que afirmaron haber tenido una experiencia directa con un Dios vivo. Son esas experiencias las que generan las tres religiones, todas las cuales comparten un comienzo común pero predicen un final completamente diferente. Son monoteístas (que los distinguieron desde el principio) y teocéntricos. Además, son las religiones que crecieron alrededor del Mar Mediterráneo y que interactuaron y a menudo lucharon entre sí en lugares como Constantinopla (Estambul), España, Esmirna (Esmirna) o en el Levante (como hoy en Siria e Irak).
Las religiones de India y Oriente crecieron en momentos culturales completamente diferentes y generaron prácticas religiosas donde la experiencia del Ser reemplaza la experiencia del otro en forma de dios. La razón de las diferencias es tanto histórica como geográfica. Al final, sin embargo, todos reflejan un impulso religioso que se ha expresado de maneras radicalmente diferentes para casi toda la historia humana.