¿Puede una persona no religiosa sentirse en deuda con sus padres por el regalo de la vida?

Si uno es religioso o no religioso, uno puede y debe estar en deuda con sus padres por su educación y no por su creación biológica en sí misma. Pero si considera el hecho de que decidieron guardar los anticonceptivos (o la abstinencia intencional) el día de su concepción o no abortarlo antes de que pueda ver la luz del día, entonces, sí, puede haber un sentido de gratitud hacia eso.

Todas las escrituras religiosas nos instruyen a respetar a nuestros padres por la vida que nos otorgaron y por los sacrificios que hicieron para brindarnos el cuidado y la nutrición de la mejor manera posible. No es porque sirvieron como los medios para que nosotros vengamos a este mundo.

Una vez que una pareja decide concebir, se deja a la lotería de la genética decidir la formación de las características físicas y mentales del bebé. Uno no tiene control sobre eso. Pero lo que importa es la contribución de la pareja para criar al bebé en un ser humano capaz. Y religioso o no, uno debería reconocer eso.

Por supuesto.

Una persona no religiosa estará aún más agradecida con sus padres por su vida porque no atribuyen su don de vida a su ‘Dios’. Sabes quién te hizo, tus padres.

Es como una de esas historias estereotípicas donde el anfitrión cocinaba toda la comida, y uno de los invitados agradeció a Dios por la maravillosa comida. ¿Por qué agradecer a Dios? Deberías agradecer a la persona que cocinó la comida

Del mismo modo, no agradezco a Dios (s) por mi vida, ni le atribuyo ninguna buena fortuna que tenga en mi vida. Los atribuyo a mis padres que me dieron todo lo que tengo.

Al menos en mi caso, no particularmente por darme a luz. No quería nacer después de todo, ya que no existía. Querían un hijo, resultó ser ese niño por pura suerte. Nada que agradecer aquí, en mi opinión. Según esta lógica, debe sentirse en deuda con los padres que lo abandonaron después de que nació sin ninguna razón aparente. Sin embargo, creo que deberías estar agradecido con tus padres por criarte. Dos son cosas diferentes.

La gratitud por la vida de uno es honorable independientemente de los puntos de vista religiosos de uno, o sus puntos de vista no religiosos.