¿Están de acuerdo los historiadores creíbles de que el hombre llamado Jesús, de quien habla la Biblia cristiana, caminó por la tierra y fue asesinado en la cruz por Pilato, gobernador romano de Judea?

Falta una palabra en su pregunta que la habría cambiado significativamente: “todos”.

Si bien hay una minoría de historiadores que afirman que nunca hubo un Jesús, la gran mayoría cree que hubo un Jesús, pero están completamente en desacuerdo en qué medida todas las historias sobre Jesús realmente estaban discutiendo sobre el mismo individuo. Esto se debe principalmente a la escasez de información sobre Jesús.

Los evangelios

Los cuatro Evangelios son esencialmente inútiles para probar la autenticidad de Jesús porque, simplemente, son basura para usar como documentos históricos: escritos por no testigos, influenciados por cada Evangelio anterior, editados con el tiempo, traducidos y traducidos, y incorporando eventos que no habrían sucedido en el tiempo de Jesús. Cuando la gente cita los Evangelios, es realmente triste. Echemos un vistazo al Evangelio de Mateo por un momento:

  • El autor es desconocido; en algún momento del siglo II d. C., Papias de Hierápolis comenzó a decir que “Mateo coleccionaba los oráculos en idioma hebreo, y cada uno los interpretaba lo mejor que podía”.
  • El autor de Matthew nunca afirma haber sido testigo ocular de los acontecimientos.
  • Muestra el conocimiento de la destrucción del Templo en Jerusalén en el año 70 EC, poniendo su escritura varias décadas después de la muerte de Jesús.
  • Gran parte de Mateo está oculto de los otros tres Evangelios, pero lleva las cosas un paso más allá, acentuando los milagros a lo largo de su vida (el primer Evangelio escrito, Marcos, muestra a Jesús realizando muy pocos milagros)
  • Se incluyen muchos nombres verificables en los Evangelios, como Juan el Bautista, Poncio Pilato y Caifás, pero cabe esperar que se encuentren en cualquier documento de la época.

Además, hay numerosos errores históricos en los Evangelios; por ejemplo, Lucas afirma que casi inmediatamente después del nacimiento de Jesús, hubo un censo por orden del rey Herud; mientras que sí, se realizó un censo en la región, se realizó en el año 6 a. C., lo que habría sido años después del nacimiento de Jesús, y Herud murió en el año 4 a. C. No hay absolutamente ninguna manera de fusionar todo esto sin concluir que el autor estaba seriamente equivocado o simplemente estaba inventando cosas para satisfacer sus propósitos.

Entonces, usar los Evangelios sería similar a usar cuentos de Brer Rabbit y Paul Bunyan para probar su existencia; Tenemos que mirar fuera de la Biblia.

Registros legales romanos

Lamentablemente, los romanos casi no tenían registros de enjuiciamientos penales, haciendo inútiles sus propios registros internos aquí (si Jesús hubiera sido un líder importante en Roma, sí, podríamos esperar transcripciones, pero como un pequeño revolucionario en un territorio, no, él no lo haría). No se grabará).

Historiadores contemporáneos

Entonces, echemos un vistazo a los historiadores contemporáneos; lamentablemente, no hay contemporáneos inmediatos que documenten a Jesús, lo que en realidad tendría sentido; Como se mostró anteriormente, Jesús no realizó tantos milagros como se han aceptado a lo largo de los años, lo que realmente lo convierte en un líder mártir en la región, apenas un punto en el radar hasta que sus seguidores realmente se extendieron y crecieron.

Las personas que apoyan la historicidad de Jesús citan a cuatro historiadores como respaldo de su posición. Echaremos un vistazo a estos uno por uno, ya que cada uno tiene problemas graves.

Josefo

Generalmente considerado como la prueba principal de un Jesús histórico, Josefo menciona al hombre considerado como Jesús en dos áreas separadas de sus Antigüedades, escritas en 93-94 EC. En el Libro 18, Capítulo 3, hay una larga descripción de Jesús y su trato por parte de las autoridades romanas. Lamentablemente, no hay consenso sobre cuán auténtico es este pasaje, ya que claramente ha sido editado por un segundo autor después de la escritura inicial (curiosamente, hasta tiempos recientes, todo el pasaje fue descartado como una falsificación).

Ahora había alrededor de esta vez Jesús, un hombre sabio, si es legal llamarlo hombre; porque él era un hacedor de obras maravillosas, un maestro de hombres que reciben la verdad con placer. Atrajo a él a muchos de los judíos y muchos de los gentiles. El era [el] Cristo. Y cuando Pilato, por sugerencia de los hombres principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que lo amaron al principio no lo abandonaron; porque se les apareció vivo nuevamente al tercer día; como los profetas divinos habían predicho estas y otras diez mil cosas maravillosas acerca de él. Y la tribu de los cristianos, llamada así por él, no está extinta en este día.

En primer lugar, Josephus no escribió así, nunca escribió en términos tan brillantes y floridos. Además, Josefo era un judío devoto; nunca se habría referido a Jesús como “el Cristo” (Mesías). Entonces, sabemos que al menos una gran parte de esto se falsifica, si no todo el pasaje. Se puede argumentar que, al leer el Libro 18, puede leer el capítulo 3 sin este pasaje y en realidad parece fluir mejor, como si este pasaje se insertara más adelante.

La segunda mención está en el Libro 20:

… trajeron ante ellos al hermano de Jesús, que se llamaba Cristo, cuyo nombre era James …

Ahora, esto sería interesante si no fuera por algunos artículos muy importantes. Primero, hay mucho debate sobre la relación de Santiago con Jesús; En la Biblia, en realidad es bastante evidente que Santiago es un discípulo de Jesús, no un pariente. Esto arroja algunas dudas sobre la mención de Josefo de “el hermano de Jesús”. A continuación, hay muchas sugerencias que indican que James era mayor que Jesús. Epiphanius escribió (en el siglo IV) que James era el hijo de Joseph de un matrimonio anterior (hay una larga explicación para esta conclusión en la que no voy a entrar), y era el mayor de 3 hijos, lo que lo haría mucho mayor. que Jesús Después de la muerte de Jesús, está claro que James está destinado a guiar a los discípulos (“Jesús les dijo: ‘Donde estés, debes ir a James el Justo, por cuyo bien el cielo y la tierra llegaron a existir'”. ), y James también fue mencionado en las obras de un par de historiadores como un Sumo Sacerdote, lo que indicaría cierto sentido de la edad. Ahora, el marco de tiempo que se está discutiendo en Josefo es bastante tarde; una referencia posterior en el pasaje pone el año como 63CE (discutiendo la eliminación de Ananus ben Ananus de la posición de sumo sacerdote, específicamente por el asesinato de James), que, si aceptamos que James era el hijo de Joseph de un matrimonio anterior, habría poner a James como mínimo a los 66 años de edad; no desconocido en el momento, pero no es común.

También está el problema del nombre Jesús cuando se mira desde el punto de vista de las convenciones de nombres. Josefo se tomó minuciosamente el tiempo para identificar a las personas por su linaje. En el Capítulo 9, hay tres menciones separadas de Jesús: “Jesús, quien fue llamado Cristo”, “Jesús, hijo de Damneus” y “Jesús, hijo de Gamaliel”. ¿Notan una diferencia aquí? En el Libro 20, Josefo hace referencia a las personas como “hijo de” 55 veces; hace referencia a “quién fue llamado” dos veces, y la única otra vez que “quién fue llamado Cristo” fue “José, que fue llamado Cabi, el hijo de Simón” … note que también delinea al padre. También se debe tener en cuenta que la forma en que Josephus trabajó fue identificar el tema y luego aclarar quién es ese individuo. Los siguientes también están en el Libro 20: “Su padre era Germanico, el hermano de César”, “Aarón, el hermano de Moisés”, “Matías, el hermano de Jonatán e hijo de Ananus”. Ahora, mire nuevamente el pasaje en cuestión: “el hermano de Jesús, que se llamaba Cristo, cuyo nombre era James”. Hay una torpeza discordante en la redacción aquí.

A continuación, veamos las traducciones aquí. La palabra “Cristo” o “Mesías” es christos en griego, el idioma en que Josefo escribió. Christos significa “mojado” o “ungido” en griego. Mientras Josefo, como judío, habría sabido que “el ungido” tiene un significado especial en la tradición judía, no tendría sentido para un griego, por lo que esto no haría nada para explicar quién es.

Otro tema que preocupa a muchos historiadores es este: su padre, Mattathias, habría sido contemporáneo de Jesús, viviendo en el área alrededor de Jerusalén y dando a luz a Josefo en el año 37 EC, pero no se menciona la vida de Jesús, solo su muerte y muerte. las secuelas.

Lo más importante a tener en cuenta con respecto a Josefo es que se lo consideraba un historiador muy, muy importante, lo que hace que sus obras sean mencionadas por otros historiadores en los últimos 2000 años. Sin embargo, cuando miramos las obras de otros historiadores que citan específicamente a Josefo, ninguno de ellos parece tener conocimiento de estas menciones de Jesús. Ninguna. Ni Crisóstomo, ni Photius, Justin Martyr, ni Clemens Alexandrines. Orígenes, un líder de la Iglesia cristiana entre 185–254 a. C., dice específicamente que Josefo menciona a Juan el Bautista, así como a una docena de hombres llamados Jesús, pero ni una sola vez llama a ninguno de ellos Cristo ni nada por el estilo, y menciona elementos discutidos en el Libro 20 que ya no existen (el asedio romano de Jerusalén). De hecho, la primera vez que alguien reconoce que Josephus hace esta mención notable de “Jesús, que se llamaba Cristo” es Eusebio, en 324 EC.

Entonces, según la evidencia presentada, yo, personalmente, no veo ninguna evidencia válida de que Josefo haya escrito sobre Jesús del Nuevo Testamento. Otras personas pueden estar en desacuerdo, pero hay MUCHA evidencia aquí de que Josefo nunca escribió esos pasajes.

Tácito

Tácito es la siguiente mejor “evidencia”, basada únicamente en un solo pasaje en sus Anales, Libro 15, Capítulo 44, escrito alrededor de 116CE:

En consecuencia, para deshacerse del informe, Nerón se impuso la culpa e infligió las torturas más exquisitas a una clase odiada por sus abominaciones, llamadas chrestianos por la población. Christus, de quien el nombre tuvo su origen, sufrió la pena extrema durante el reinado de Tiberio a manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato, y una superstición muy traviesa, comprobada por el momento, estalló nuevamente no solo en Judea , la primera fuente del mal, pero incluso en Roma, donde todas las cosas horribles y vergonzosas de todas partes del mundo encuentran su centro y se vuelven populares.

Bien, entonces, hemos establecido que Poncio Pilato existió. Sin embargo, hay algunas preguntas muy válidas sobre este pasaje. Sabemos con certeza que Pilato era un prefecto, no un procurador, y parece extraño que un funcionario del gobierno romano cometiera tal error.

Al igual que Josefo, no hay registros de esta mención de Cristo hasta, en este caso, el siglo XV.

Más adelante en el Capítulo 44, hace referencia a “una inmensa multitud” de cristianos; En este momento, el número de cristianos en Roma habría sido muy mínimo, no lo suficiente como para hacer referencia de esa manera.

Lo más importante, Tácito no está hablando de Jesús aquí; él está hablando de los chrestianos, una ortografía común de “cristianos” en ese momento. Bien podría estar simplemente haciendo eco de lo que los cristianos decían como su origen en ese momento, y dado que estamos hablando de Roma, 80 años después de que Jesús hubiera sido crucificado, se puede argumentar que ya se había establecido un origen legendario. .

Mara bar Sarapion

La referencia completa de Sarapion es de una carta escrita a su hijo, en algún momento entre 73CE y principios del siglo III.

¿Qué ventaja obtuvieron los judíos al ejecutar a su sabio rey? Fue justo después de que su reino fue abolido.

Si eso es. No tenemos absolutamente ningún marco de referencia a quién estaban haciendo referencia. Los cristianos definitivamente no llamaban a Jesús “rey” y los judíos no lo llamaban “rey”. La única persona que llamó a Jesús “el rey de los judíos” fueron los guardias que lo crucificaron.

Además, el reino judío no fue “abolido” … Jerusalén fue bastante bien destruida, pero no abolida.

Entonces, Sarapion no es totalmente concluyente.

Suetonio

Hay una posible referencia a Jesús en el Claudio 25 de Suetonio:

Como los judíos constantemente perturbaban por instigación de Chrestus, los expulsó de Roma.

Esto es absolutamente inútil. Suetonio estaba escribiendo sobre el reinado de Claudio, quien reinó del 41 al 54 a. C. a menos que queramos argumentar que Jesús nunca fue crucificado y de alguna manera llegó a Roma alrededor del año 49 a. C. para convertirse en un revoltoso, no nos estamos refiriendo a Jesucristo, estamos haciendo referencia a Chrestus, que en realidad era un nombre bastante común ( era un nombre de esclavo, ya que significaba “útil”).

Conclusión

Realmente no tenemos mucho de qué salir. Por lo importante que fue Jesús en el Medio Oriente, deberíamos esperar mucha más información sobre él, pero nos queda muy poca. ¿Esto prueba que no había un Jesús? No, no por asomo. Hubo claramente ALGUIEN que inspiró al movimiento cristiano a liberarse del judaísmo. ¿Era un tipo llamado Jesús? ¿Fueron varias personas? ¿Era Jesús solo un mascarón de proa inventado? Sinceramente, no lo sabemos y lo más probable es que nunca lo sepamos.

Nota:

Noté que otro escritor trajo el viejo truco “¿Qué prueba tenemos de la existencia de Hannibal?”, Que es bastante malo. Polibio escribió un extenso relato de la Segunda Guerra Púnica, entrevistando a testigos del lado romano y cartaginés de la guerra. Hizo referencia a tratados que mencionaban a Hannibal por su nombre. Discutió la “partida de ajedrez” entre Hannibal y Scipio Africanus en detalle. Entrevistó a Sosylus de Sparta, quien era amigo de Hannibal. También entrevistó a Cinches Aliments, un pretor que Hannibal había mantenido cautivo. Cuando combinas esto con el hecho de que tenemos registros romanos reales que discuten la invasión de Europa por parte de Hannibal … es solo un truco tonto para tratar de distraerte de los hechos.

Lo que algunos llaman consenso aquí debe ser matizado:

1 ° Si hay consenso, este consenso es débil

Si bien la mayoría de los estudiosos está de acuerdo en que Jesús probablemente existió como persona histórica, no hay consenso sobre lo que hizo realmente, quién es y cuáles son los eventos de su vida. Si hago una comparación, uno puede tener dudas sobre la existencia de Aníbal, pero todos los historiadores están de acuerdo con las líneas principales de su biografía. Este no es el caso de Jesús: algunos lo consideran un sabio cínico judío, otros como un rebelde judío o un activista fanático, algunos otros como un hombre santo rabínico, algunos otros como un esenio herético (cfr. Cuatro retratos, un Jesús: A Encuesta de Jesús y los Evangelios: Mark L. Strauss). Si no puede ponerse de acuerdo sobre quién es Jesús, ¿cómo puede llamar a eso un consenso histórico?

2 ° La mayoría de esos eruditos no son historiadores

Tim O’Neill es muy cauteloso para no llamar a esos eruditos historiadores; él simplemente dice eufemísticamente “eruditos que se especializan en los orígenes del cristianismo”. En su definición, incluso un doctorado. dentista interesado y apasionado por los orígenes del cristianismo podría caer bajo esta definición.

Ahora echemos un vistazo a la posición de los diferentes académicos:

yo. Los estudiosos que piensan que probablemente hubo un fundador histórico del culto a Jesús: Bart Ehrman, Tim Callahan, Paul Kurtz, Gerd Lüdemann, Paul Tobin y GA Wells, quien había sido el principal defensor del mítico Jesús en nuestra generación pero luego “repudió” Su antiguo punto de vista.
ii) Un erudito que es agnóstico acerca de esta pregunta: Héctor Avalos (para mí el inteligente, también es mi posición 🙂)
iii) Los estudiosos que piensan que la historia de Jesús es probablemente un mito: Earl Doherty, Robert Price, Richard Carrier, Thomas L. Thompson, Dan Barker y Frank Zindler.

Ahora analicemos sus antecedentes para lo que está disponible públicamente:
Estudió en una escuela divina o en una facultad de teología: Bart Ehrman, Gerd Lüdemann, Héctor Avalos, Robert Price, Thomas L. Thompson, Dan Barker
Filosofía estudiada: Paul Kurtz, GA Wells
Historia estudiada: Earl Doherty, Richard Carrier
Ciencias estudiadas: Frank Zindler

Este pequeño análisis muestra 1 ° que las únicas personas con antecedentes en una facultad de historia defienden la teoría del mito y 2 que la mayoría de las personas que dan su opinión en este campo estudiaron en una escuela divina o una facultad de teología, lo que nos permite sospechar de ellos un sesgo de confirmación.

Me parece sorprendente que todos se vuelvan locos al ir a un dentista para curar una neumonía, pero nadie ve ningún problema en que la cuestión de la historicidad de Jesús esté monopolizada por personas que no son historiadores como antecedentes académicos.

3 ° Conclusión

Lo que se llama consenso y lo que concierne a la historicidad de Jesús no es una expresión de la comunidad de historiadores sino de personas que tienen antecedentes teológicos. Además, este consenso es débil basado en la vaga convicción de que una persona llamada Jesús existió, pero no en la biografía de este Jesús, tanta es la diversidad de quién era realmente Jesús.

Realmente no hay ninguna base sobre la cual disputarlo. La evidencia de esto es bastante escasa, pero los historiadores siempre tienen que preparar mucha sopa con unas pocas ostras cuando vuelves tan lejos.

Pero no se trata tanto de “hecho histórico” como de “trivia desconectada”. Bien, entonces había un chico que vivió hace 2.000 años que fue clavado en un árbol. ¿Y qué? Los historiadores no son coleccionistas de trivia; son personas que reúnen imágenes completas del flujo de la historia humana.

Hay cosas que se pueden obtener de la evidencia bíblica:

  • La evidencia sobre el uso de la crucifixión es bastante rara. Tener una cuenta de esto es bastante útil.
  • Solo tenemos evidencia limitada sobre los cultos apocalípticos judíos y otras respuestas a la vida en Judea bajo los romanos. Los Evangelios no son fuentes primarias, pero están entre la mejor evidencia que tenemos. Los Rollos del Mar Muerto son mucho más interesantes en ese contexto.
  • Ayuda a entender cómo comenzó una religión dominante importante, y la evolución de la religión occidental a través de ese punto.

Comparado con eso, el hecho sobre el nombre real de un tipo puede ser tomado como verdadero sin importar tanto de una manera u otra. Los milagros pueden ser de interés para los creyentes, pero los historiadores los descartan regularmente como idénticos a otros mitos antiguos. Era común que las personas mezclaran realidad y ficción en sus historias; la distinción fue diferente para ellos que para nosotros. Ese hecho en sí mismo es más interesante que tratar de salvar fragmentos particulares de curiosidades históricas.

Estoy actualizando mi respuesta al incluir un artículo del Dr. William Lane Craig, uno de los principales expertos en el Jesús histórico. Su artículo responde a esta pregunta mejor que mi respuesta, por mucho. Todavía he incluido mi respuesta anterior en la parte inferior, para cualquiera que quiera leerla.

Artículo del Dr. Craig:

[Se menciona] a Jesús en escritos paganos, judíos y cristianos fuera del Nuevo Testamento. El historiador judío Josefo es especialmente interesante. En las páginas de sus obras, puede leer sobre personas del Nuevo Testamento como los sumos sacerdotes Anás y Caifás, el gobernador romano Poncio Pilato, el rey Herodes, Juan el Bautista, incluso el mismo Jesús y su hermano Santiago. También ha habido interesantes descubrimientos arqueológicos relacionados con los evangelios. Por ejemplo, en 1961, la primera evidencia arqueológica sobre Pilato fue desenterrada en la ciudad de Cesarea; era una inscripción de una dedicación con el nombre y el título de Pilato. Incluso más recientemente, en 1990, la tumba real de Caifás, el sumo sacerdote que presidió el juicio de Jesús, fue descubierta al sur de Jerusalén. De hecho, la tumba debajo de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén es, con toda probabilidad, la tumba en la que Jesús mismo fue colocado por José de Arimatea después de la crucifixión. Según Luke Johnson, un erudito del Nuevo Testamento en la Universidad Emory,

Incluso el historiador más crítico puede afirmar con confianza que un judío llamado Jesús trabajó como maestro y hacedor de maravillas en Palestina durante el reinado de Tiberio, fue ejecutado por crucifixión bajo el prefecto Poncio Pilato y continuó teniendo seguidores después de su muerte.

Aún así, si queremos algún detalle sobre la vida y las enseñanzas de Jesús, debemos recurrir al Nuevo Testamento. Fuentes extra bíblicas confirman lo que leemos en los evangelios, pero en realidad no nos dicen nada nuevo. La pregunta entonces debe ser: ¿qué tan históricamente confiables son los documentos del Nuevo Testamento?

Carga de la prueba

Aquí nos enfrentamos a la cuestión crucial de la carga de la prueba. ¿Debemos suponer que los evangelios son confiables a menos que se demuestre que no son confiables? ¿O deberíamos asumir que los evangelios no son confiables a menos que se demuestre que son confiables? ¿Son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad o hasta que se demuestre su inocencia? Los estudiosos escépticos casi siempre suponen que los evangelios son culpables hasta que se demuestre su inocencia, es decir, suponen que los evangelios no son confiables a menos y hasta que se demuestre que son correctos con respecto a algún hecho en particular. No estoy exagerando aquí: este es realmente el procedimiento de los críticos escépticos.

Pero quiero enumerar cinco razones por las cuales creo que debemos asumir que los evangelios son confiables hasta que se demuestre lo contrario:

1. No hubo tiempo suficiente para que las influencias legendarias eliminaran los hechos históricos. El intervalo de tiempo entre los eventos en sí y la grabación de ellos en los evangelios es demasiado corto para permitir que se borre el recuerdo de lo que realmente sucedió o no.

2. Los evangelios no son análogos a los cuentos populares o las “leyendas urbanas” contemporáneas. Cuentos como los de Paul Bunyan y Pecos Bill o leyendas urbanas contemporáneas como el “autoestopista desaparecido” rara vez se refieren a individuos históricos reales y, por lo tanto, no son análogos a las narraciones del evangelio.

3. La transmisión judía de las tradiciones sagradas fue altamente desarrollada y confiable. En una cultura oral como la de Palestina del primer siglo, la capacidad de memorizar y retener grandes extensiones de tradición oral era una habilidad muy apreciada y altamente desarrollada. Desde la edad más temprana, a los niños en el hogar, la escuela primaria y la sinagoga se les enseñó a memorizar fielmente la tradición sagrada. Los discípulos habrían ejercido un cuidado similar con las enseñanzas de Jesús.

4. Hubo restricciones significativas en el embellecimiento de las tradiciones acerca de Jesús, como la presencia de testigos oculares y la supervisión de los apóstoles. Como aquellos que habían visto y escuchado a Jesús continuaron viviendo y la tradición acerca de Jesús permaneció bajo la supervisión de los apóstoles, estos factores actuarían como un control natural de las tendencias para elaborar los hechos en una dirección contraria a la preservada por aquellos que habían conocido Jesús.

5. Los escritores del Evangelio tienen un historial probado de fiabilidad histórica.

No tengo tiempo suficiente para hablar de todo esto. Déjenme decirles algo sobre el primer y el último punto.

1. No hubo tiempo suficiente para que las influencias legendarias eliminaran los hechos históricos. Ningún erudito moderno piensa en los evangelios como mentiras descaradas, el resultado de una conspiración masiva. El único lugar donde encuentra tales teorías de conspiración de la historia es en la literatura sensacionalista, popular o propaganda anterior detrás de la Cortina de Hierro. Cuando lees las páginas del Nuevo Testamento, no hay duda de que estas personas creían sinceramente en la verdad de lo que proclamaban. Más bien desde la época de DF Strauss, los eruditos escépticos han explicado los evangelios como leyendas. Al igual que el juego de teléfono del niño, a medida que las historias sobre Jesús se transmitieron a lo largo de las décadas, se confundieron, exageraron y mitificaron hasta que los hechos originales se perdieron. El sabio campesino judío se transformó en el divino Hijo de Dios.

Sin embargo, uno de los principales problemas con la hipótesis de la leyenda, que casi nunca abordan los críticos escépticos, es que el tiempo entre la muerte de Jesús y la escritura de los evangelios es demasiado corto para que esto suceda. AN Sherwin-White ha explicado bien este punto en su libro Roman Society and Roman Law in the New Testament2. El profesor Sherwin-White no es un teólogo; Es un historiador profesional de tiempos anteriores y contemporáneos de Jesús. Según Sherwin-White, las fuentes de la historia romana y griega suelen ser parciales y se eliminan una o dos generaciones o incluso siglos de los eventos que registran. Sin embargo, dice, los historiadores reconstruyen con confianza el curso de la historia romana y griega. Por ejemplo, las dos primeras biografías de Alejandro Magno fueron escritas por Arrian y Plutarco más de 400 años después de la muerte de Alejandro, y, sin embargo, los historiadores clásicos aún las consideran confiables. Las fabulosas leyendas sobre Alejandro Magno no se desarrollaron hasta durante los siglos posteriores a estos dos escritores. Según Sherwin-White, los escritos de Heródoto nos permiten determinar el ritmo al que se acumula la leyenda, y las pruebas muestran que incluso dos generaciones es un período de tiempo demasiado corto para permitir que las tendencias legendarias eliminen el núcleo duro de los hechos históricos. Cuando el profesor Sherwin-White recurre a los evangelios, afirma que para que los evangelios sean leyendas, la tasa de acumulación legendaria tendría que ser “increíble”. Se necesitarían más generaciones.

De hecho, agregar un intervalo de tiempo de dos generaciones a la muerte de Jesús te lleva al siglo II, justo cuando comienzan a aparecer los evangelios apócrifos. Contienen todo tipo de historias fabulosas sobre Jesús, tratando de completar los años entre su infancia y su inicio del ministerio, por ejemplo. Estas son las leyendas obvias buscadas por los críticos, no los evangelios bíblicos.

Este punto se vuelve aún más devastador para el escepticismo cuando recordamos que los evangelios mismos usan fuentes que se remontan aún más a los eventos de la vida de Jesús. Por ejemplo, la historia del sufrimiento y la muerte de Jesús, comúnmente llamada Historia de la Pasión, probablemente no fue escrita originalmente por Mark. Más bien Mark usó una fuente para esta narrativa. Como Marcos es el primer evangelio, su fuente debe ser incluso anterior. De hecho, Rudolf Pesch, un experto alemán en Marcos, dice que la fuente de la Pasión debe remontarse al menos al año 37 DC, solo siete años después de la muerte de Jesús.

O de nuevo, Pablo en sus cartas da información sobre Jesús sobre su enseñanza, su Última Cena, su traición, crucifixión, entierro y apariciones de resurrección. Las cartas de Pablo fueron escritas incluso antes de los evangelios, y parte de su información, por ejemplo, lo que transmite en su primera carta a la iglesia de Corinto sobre las apariciones de la resurrección, data de cinco años después de la muerte de Jesús. Simplemente se vuelve irresponsable hablar de leyendas en tales casos.

5. Los escritores del Evangelio tienen un historial probado de fiabilidad histórica. Nuevamente, solo tengo tiempo para mirar un ejemplo: Luke. Lucas fue el autor de una obra en dos partes: el Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles. Estas son realmente una obra y están separadas en nuestras Biblias solo porque la iglesia agrupó los evangelios en el Nuevo Testamento. Lucas es el escritor del evangelio que escribe más conscientemente como historiador. En el prefacio de este trabajo, escribe:

En la medida en que muchos se han comprometido a compilar una narración de las cosas que se han logrado entre nosotros, tal como nos fueron entregados por aquellos que desde el principio fueron testigos presenciales y ministros de la palabra, me pareció bueno también, después de haber seguido todo las cosas de cerca desde hace algún tiempo, para escribir una cuenta ordenada para ti, el más excelente Theophilus, para que puedas saber la verdad sobre las cosas de las que has sido informado. (Lucas 1,1-4)

Este prefacio está escrito en terminología griega clásica, tal como fue utilizada por los historiadores griegos; después de esto, Lucas cambia a un griego más común. Pero ha alertado a su lector de que puede escribir, si lo desea, como el historiador erudito. Él habla de su larga investigación de la historia que está a punto de contar y nos asegura que se basa en información de testigos oculares y, en consecuencia, es la verdad.

¿Quién era este autor al que llamamos Luke? Claramente no fue testigo ocular de la vida de Jesús. Pero descubrimos un hecho importante sobre él en el libro de los Hechos. A partir del capítulo dieciséis de Hechos, cuando Pablo llega a Troas en la Turquía moderna, el autor de repente comienza a usar el plural en primera persona: “zarpamos de Troas a Samotracia”, “nos quedamos en Filipos algunos días”, como íbamos al lugar de oración “, etc. La explicación más obvia es que el autor se había unido a Pablo en su gira evangelística por las ciudades mediterráneas. En el capítulo 21 acompaña a Pablo de regreso a Palestina y finalmente a Jerusalén. Lo que esto significa es que el autor de Lucas-Hechos estuvo de hecho en contacto directo con los testigos oculares de la vida y el ministerio de Jesús en Jerusalén. Los críticos escépticos han dado la vuelta para tratar de evitar esta conclusión. Dicen que el uso del plural en primera persona en Hechos no debe tomarse literalmente; Es solo un recurso literario que es común en las antiguas historias de viajes marítimos. ¡No importa que muchos de los pasajes de Hechos no se refieran al viaje marítimo de Pablo, sino que tengan lugar en tierra! El punto más importante es que esta teoría, cuando la revisas, resulta ser pura fantasía.4 Simplemente no había ningún recurso literario de los viajes por mar en primera persona del plural: ¡todo se ha demostrado que es una ficción académica! No se puede evitar la conclusión de que Lucas-Hechos fue escrito por un compañero de viaje de Pablo que tuvo la oportunidad de entrevistar a testigos presenciales de la vida de Jesús mientras estaba en Jerusalén. ¿Quiénes fueron algunos de estos testigos? Quizás podamos obtener alguna pista restando del Evangelio de Lucas todo lo que se encuentra en los otros evangelios y viendo lo que es peculiar de Lucas. Lo que descubres es que muchas de las narraciones peculiares de Lucas están relacionadas con mujeres que siguieron a Jesús: personas como Joanna y Susanna, y significativamente, María, la madre de Jesús.

¿Fue confiable el autor para aclarar los hechos? El libro de los Hechos nos permite responder a esa pregunta con decisión. El libro de los Hechos se superpone significativamente con la historia secular del mundo antiguo, y la precisión histórica de los Hechos es indiscutible. Esto ha sido demostrado recientemente por Colin Hemer, un erudito clásico que recurrió a los estudios del Nuevo Testamento, en su libro The Book of Acts in the Setting of Hellenistic History. 5Hemer revisa el libro de los Hechos con un peine de dientes finos, sacando una gran cantidad de conocimiento histórico, que va desde lo que habría sido de conocimiento común hasta detalles que solo una persona local conocería. Una y otra vez se demuestra la precisión de Luke: desde los viajes de la flota de maíz de Alejandría hasta el terreno costero de las islas mediterráneas hasta los títulos peculiares de los funcionarios locales, Luke lo hace bien. Según el profesor Sherwin-White, “para los actos, la confirmación de la historicidad es abrumadora. Cualquier intento de rechazar su historicidad básica, incluso en cuestiones de detalle, ahora debe parecer absurdo”. 6 El juicio de Sir William Ramsay, el arqueólogo de fama mundial, todavía dice: “Luke es un historiador de primer rango … Este autor debe ser colocado junto con el más grande de los historiadores”. 7 Dado el cuidado de Luke y su confiabilidad demostrada, así como su contacto con testigos oculares dentro de la primera generación después de los eventos. , este autor es confiable.

Sobre la base de las cinco razones que enumeré, tenemos justificación para aceptar la fiabilidad histórica de lo que dicen los evangelios acerca de Jesús a menos que se demuestre que están equivocados. Por lo menos, no podemos asumir que están equivocados hasta que se demuestre lo contrario. La persona que niega la confiabilidad de los evangelios debe soportar la carga de la prueba.

Aspectos específicos de la vida de Jesús.

Ahora, por la naturaleza misma del caso, será imposible decir mucho más que esto para demostrar que ciertas historias en los evangelios son históricamente verdaderas. ¿Cómo podría probar, por ejemplo, la historia de Jesús visitando a María y Marta? Solo tiene aquí una historia contada por un autor confiable en una posición para conocer y no hay razón para dudar de la historicidad de la historia. No hay mucho más que decir.

Sin embargo, para muchos de los eventos clave en los evangelios, se puede decir mucho más. Lo que me gustaría hacer ahora es tomar algunos de los aspectos importantes de Jesús en los evangelios y decir una palabra sobre su credibilidad histórica.

1. El autoconcepto radical de Jesús como el Divino Hijo de Dios. Los críticos radicales niegan que el Jesús histórico se considerara a sí mismo como el divino Hijo de Dios. Dicen que después de la muerte de Jesús, la iglesia primitiva afirmó que había dicho estas cosas, aunque no lo había hecho.

El gran problema con esta hipótesis es que es inexplicable cómo los judíos monoteístas podrían haber atribuido la divinidad a un hombre que habían conocido, si él nunca reclamaba esas cosas por sí mismo. El monoteísmo es el corazón de la religión judía, y habría sido blasfemo decir que un ser humano era Dios. Sin embargo, esto es precisamente lo que los primeros cristianos proclamaron y creyeron acerca de Jesús. Tal afirmación debe haber estado enraizada en la propia enseñanza de Jesús.

Y, de hecho, la mayoría de los estudiosos creen que entre las palabras históricamente auténticas de Jesús, estas son las palabras en los evangelios que el Seminario de Jesús imprimirá en rojo, entre las palabras históricamente auténticas de Jesús hay afirmaciones que revelan su divina identidad. comprensión. Uno podría dar una conferencia completa sobre este punto solo; pero permítanme centrarme en el autoconcepto de Jesús de ser el único y divino Hijo de Dios.

La radical autocomprensión de Jesús se revela, por ejemplo, en su parábola de los malvados inquilinos de la viña. Incluso los eruditos escépticos admiten la autenticidad de esta parábola, ya que también se encuentra en el Evangelio de Tomás, una de sus fuentes favoritas. En esta parábola, el dueño de la viña envió sirvientes a los inquilinos de la viña para recoger sus frutos. La viña simboliza a Israel, el dueño es Dios, los inquilinos son los líderes religiosos judíos y los sirvientes son profetas enviados por Dios. Los inquilinos golpean y rechazan a los sirvientes del dueño. Finalmente, el dueño dice: “Enviaré a mi único y querido hijo. Ellos escucharán a mi hijo”. Pero en cambio, los inquilinos matan al hijo porque él es el heredero de la viña. ¿Qué nos dice esta parábola sobre la autocomprensión de Jesús? Se consideraba a sí mismo como el hijo especial de Dios, distinto de todos los profetas, el mensajero final de Dios e incluso el heredero de Israel. ¡Esto no es un simple campesino judío!

El concepto de sí mismo de Jesús como hijo de Dios se expresa explícitamente en Mateo 11.27: “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo excepto el Padre; y nadie conoce al Padre excepto el Hijo y cualquier persona a quien el Hijo elige revelarlo “. Nuevamente, hay buenas razones para considerar esto como un dicho auténtico del Jesús histórico. Se extrajo de una antigua fuente que fue compartida por Matthew y Luke, que los estudiosos llaman el documento Q. Además, es poco probable que la Iglesia haya inventado este dicho porque dice que el Hijo es incognoscible: “nadie conoce al Hijo excepto el Padre”, pero para la iglesia posterior a la Pascua podemos conocer al Hijo. Entonces este dicho no es el producto de la teología de la Iglesia posterior. ¿Qué nos dice este dicho sobre el autoconcepto de Jesús? ¡Se consideraba el Hijo exclusivo y absoluto de Dios y la única revelación de Dios a la humanidad! No se equivoquen: si Jesús no era quien dijo que era, ¡estaba más loco que David Koresh y Jim Jones juntos!

Finalmente, quiero considerar un dicho más: el dicho de Jesús en la fecha de su segunda venida en Marcos 13.32: “Pero de ese día o de esa hora nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre “. Este es un dicho auténtico del Jesús histórico porque la Iglesia posterior, que consideraba a Jesús como divino, nunca habría inventado un dicho que atribuyera un conocimiento limitado o ignorancia a Jesús. Pero aquí Jesús dice que no sabe la hora de su regreso. Entonces, ¿qué aprendemos de este dicho? No solo revela la conciencia de Jesús de ser el único Hijo de Dios, sino que nos presenta una escala ascendente de los hombres a los ángeles y del Hijo al Padre, una escala en la que Jesús trasciende a cualquier ser humano o ser angelical. ¡Esto es realmente increíble! Sin embargo, es lo que el Jesús histórico creía. Y esta es solo una faceta de la autocomprensión de Jesús. CS Lewis tenía razón cuando dijo:

Un hombre que era simplemente un hombre y dijo el tipo de cosas que Jesús dijo no sería un gran maestro moral. Sería un lunático, al nivel del hombre que dice que es un huevo escalfado, o sería el diablo del infierno. Debes hacer tu elección. O este hombre era y es el Hijo de Dios, o bien un loco o algo peor. Puedes callarlo como un tonto, puedes escupirlo y matarlo como un demonio; o puedes caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no nos dejemos engañar con condescendencia por ser un gran maestro humano. No nos ha dejado eso abierto8.

2. Los milagros de Jesús. Incluso los críticos más escépticos no pueden negar que el Jesús histórico llevó a cabo un ministerio de milagros y exorcismo. Rudolf Bultmann, uno de los eruditos más escépticos que ha visto este siglo, escribió en 1926:

La mayoría de las historias de milagros contenidas en los evangelios son legendarias o al menos están vestidas con leyendas. Pero no puede haber ninguna duda de que Jesús hizo tales hechos, que eran, según su comprensión y la de sus contemporáneos, milagros, es decir, hechos que fueron el resultado de una causalidad sobrenatural y divina. Sin duda sanó a los enfermos y expulsó demonios.

En los días de Bultmann, se pensaba que las historias de milagros estaban influenciadas por historias de héroes mitológicos y, por lo tanto, al menos en parte legendarias. Pero hoy se reconoce que la hipótesis de la influencia mitológica fue históricamente incorrecta. Craig Evans, un conocido estudioso de Jesús, dice que “la noción más antigua” de que las historias de milagros fueron producto de ideas mitológicas del hombre divino “se ha abandonado en gran medida” .10 Él dice: “Ya no se discute seriamente” “que los milagros jugaron un papel en el ministerio de Jesús “. La única razón que queda para negar que Jesús realizó milagros literales es la presuposición del anti-sobrenaturalismo, que simplemente no está justificado.

3. El juicio y la crucifixión de Jesús. Según los evangelios, el tribunal supremo judío condenó a Jesús por el cargo de blasfemia y luego lo entregó a los romanos para su ejecución por el acto traicionero de erigirse en rey de los judíos. Estos hechos no solo son confirmados por fuentes bíblicas independientes como Pablo y los Hechos de los Apóstoles, sino que también son confirmados por fuentes extrabíblicas. De Josefo y Tácito, aprendemos que Jesús fue crucificado por la autoridad romana bajo la sentencia de Poncio Pilato. De Josephus y Mara bar Serapion aprendemos que los líderes judíos hicieron una acusación formal contra Jesús y participaron en los eventos que condujeron a su crucifixión. Y del Talmud de Babilonia, Sanedrín 43a, aprendemos que la participación judía en el juicio se explicó como una empresa adecuada contra un hereje. Según Johnson, “el apoyo al modo de su muerte, sus agentes, y quizás sus coagentes, es abrumador: Jesús enfrentó un juicio antes de su muerte, fue condenado y ejecutado por crucifixión” .11 La crucifixión de Jesús es reconocida incluso por el seminario de Jesús como “un hecho indiscutible”. 12

Pero eso plantea la pregunta muy desconcertante: ¿Por qué fue crucificado Jesús? Como hemos visto, la evidencia indica que su crucifixión fue instigada por sus afirmaciones blasfemas, que para los romanos parecerían traidoras. Por eso fue crucificado, en las palabras de la placa que estaba clavada en la cruz sobre su cabeza, como “El Rey de los Judios”. Pero si Jesús era solo un campesino, filósofo cínico, solo un mosquito social liberal, como afirma el Seminario de Jesús, entonces su crucifixión se vuelve inexplicable. Como ha dicho el profesor Leander Keck, de la Universidad de Yale, “la idea de que este cínico judío (y su docena de hippies) con su comportamiento y aforismos era una seria amenaza para la sociedad parece más una presunción de académicos alienados que un buen juicio histórico” 13. El estudioso del testamento John Meier es igualmente directo. Él dice que un Jesús anodino que acaba de hacer girar parábolas y decirle a la gente que mire los lirios del campo: “tal Jesús”, dice, “no amenazaría a nadie, así como los profesores universitarios que lo crean no amenazan a nadie”. uno. “14 El Seminario de Jesús ha creado a Jesús, que es incompatible con el único hecho indiscutible de su crucifixión.

4. La resurrección de Jesús. Me parece que hay cuatro hechos establecidos que constituyen evidencia inductiva para la resurrección de Jesús:

Hecho # 1: Después de su crucifixión, Jesús fue enterrado por José de Arimatea en la tumba. Este hecho es muy significativo porque significa que la ubicación de la tumba de Jesús era conocida por judíos y cristianos por igual. En ese caso, se vuelve inexplicable cómo la creencia en su resurrección podría surgir y florecer frente a una tumba que contiene su cadáver. Según el fallecido John AT Robinson de la Universidad de Cambridge, el entierro honorable de Jesús es uno de “los hechos más antiguos y mejor atestiguados sobre Jesús”. 15

Hecho # 2: El domingo por la mañana después de la crucifixión, la tumba de Jesús fue encontrada vacía por un grupo de sus seguidores mujeres. Según Jakob Kremer, un especialista austriaco en la resurrección, “con mucho, la mayoría de los exegetas se aferran firmemente a la fiabilidad de las declaraciones bíblicas sobre la tumba vacía” .16 Como señala DH van Daalen, “es extremadamente difícil objetar lo vacío”. tumba por motivos históricos; quienes lo niegan lo hacen sobre la base de suposiciones teológicas o filosóficas “. 17

Hecho # 3: En múltiples ocasiones y bajo varias circunstancias, diferentes individuos y grupos de personas experimentaron apariciones de Jesús vivo de entre los muertos. Este es un hecho que es casi universalmente reconocido entre los eruditos del Nuevo Testamento en la actualidad. Incluso Gert Lüdemann, quizás el crítico actual más prominente de la resurrección, admite: “Puede tomarse como históricamente cierto que Pedro y los discípulos tuvieron experiencias después de la muerte de Jesús en las que Jesús se les apareció como el Cristo resucitado” .18

Finalmente, hecho # 4: Los discípulos originales creían que Jesús había resucitado de entre los muertos a pesar de que tenían todas las razones para no hacerlo. A pesar de tener toda la predisposición a lo contrario, es un hecho innegable de la historia en el que los discípulos originales creyeron, proclamaron y estaban dispuestos a morir por el hecho de la resurrección de Jesús. CFD Moule, de la Universidad de Cambridge, concluye que aquí tenemos una creencia que nada en términos de influencias históricas anteriores puede explicar, aparte de la resurrección misma.

Cualquier historiador responsable, entonces, que busca dar cuenta del asunto, debe lidiar con estos cuatro hechos establecidos independientemente: el entierro honorable de Jesús, el descubrimiento de su tumba vacía, sus apariencias vivas después de su muerte, y el origen mismo de la creencia de los discípulos en su resurrección y, por lo tanto, en el cristianismo mismo. Quiero enfatizar que estos cuatro hechos representan, no las conclusiones de eruditos conservadores, ni he citado a eruditos conservadores, sino que representan más bien la opinión mayoritaria de la erudición del Nuevo Testamento en la actualidad. La pregunta es: ¿cómo explica mejor estos hechos?

Ahora esto pone al crítico escéptico en una situación algo desesperada. Por ejemplo, hace un tiempo tuve un debate con un profesor de la Universidad de California, Irvine, sobre la historicidad de la resurrección de Jesús. Había escrito su tesis doctoral sobre el tema y estaba completamente familiarizado con la evidencia. No podía negar los hechos del entierro honorable de Jesús, su tumba vacía, sus apariciones post mortem y el origen de la creencia de los discípulos en su resurrección. Por lo tanto, su único recurso fue encontrar alguna explicación alternativa de estos hechos. Y entonces argumentó que Jesús tenía un hermano gemelo idéntico desconocido que se separó de él al nacer, regresó a Jerusalén justo en el momento de la crucifixión, robó el cuerpo de Jesús de la tumba y se presentó a los discípulos, quienes infirieron erróneamente que Jesús resucitó de la muerte! Ahora no entraré en cómo refuté su teoría, pero creo que esta teoría es instructiva porque muestra hasta qué punto debe llegar el escepticismo desesperado para negar la historicidad de la resurrección de Jesús. De hecho, la evidencia es tan poderosa que uno de los principales teólogos judíos de hoy Pinchas Lapide se ha declarado convencido sobre la base de la evidencia de que el Dios de Israel resucitó a Jesús de la muerte.

Conclusión

En resumen, los evangelios no son solo documentos confiables en general, sino que, al observar algunos de los aspectos más importantes de Jesús en los evangelios, como sus afirmaciones personales radicales, sus milagros, su juicio y crucifixión, y su resurrección, su historia la veracidad brilla a través. Dios ha actuado en la historia, y podemos saberlo.

Notas

1 Luke Timothy Johnson, El verdadero Jesús (San Francisco: Harper San Francisco, 1996), p. 123

2 AN Sherwin-White, Sociedad Romana y Derecho Romano en el Nuevo Testamento (Oxford: Clarendon Press, 1963), pp. 188-91.

3 Rudolf Pesch, Das Markusevangelium, 2 vols., Herders Theologischer Kommentar zum Neuen Testament 2 (Freiburg: Herder, 1976-77), 2: 519-20.

4 Ver discusión en Colin J. Hemer, El libro de los Hechos en el marco de la historia helenística, ed. Conrad H. Gempf, Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament 49 (Tubinga: JCB Mohr, 1989), cap. 8)

5 Ibíd., Cap. 4-5.

6 Sherwin-White, Sociedad Romana, p. 189

7 William M. Ramsay, The Bearing of Recent Discovery on the Trustworthiness of the New Testament (Londres: Hodder & Stoughton, 1915), pág. 222

8 CS Lewis, Mere Christianity (Nueva York: Macmillan, 1952), pág. 56)

9 Rudolf Bultmann, Jesús (Berlín: Deutsche Bibliothek, 1926), pág. 159.

10 Craig Evans, “La investigación de la vida de Jesús y el eclipse de la mitología”, Theological Studies 54 (1993): 18, 34.

11 Johnson, Jesús verdadero, p. 125

12 Robert Funk, video del seminario de Jesús.

13 Leander Keck, “¿La segunda venida del Jesús liberal?” Christian Century (agosto de 1994), pág. 786.

14 John P. Meier, Un judío marginal, vol. 1: Las raíces del problema y la persona, Anchor Bible Reference Library (Nueva York: Doubleday, 1991), p. 177)

15 John AT Robinson, El rostro humano de Dios (Filadelfia: Westminster, 1973), pág. 131

16 Jakob Kremer, Die Osterevangelien – Geschichten um Geschichte (Stuttgart: Katholisches Bibelwerk, 1977), págs. 49-50.

17 DH Van Daalen, La verdadera resurrección (Londres: Collins, 1972), p. 41)

18 Gerd Lüdemann, ¿Qué pasó realmente con Jesús ?, trans. John Bowden (Louisville, Kent .: Westminster John Knox Press, 1995), pág. 80

19 CFD Moule y Don Cupitt, “La resurrección: un desacuerdo”, Theology 75 (1972): 507-19.

20 Pinchas Lapide, La resurrección de Jesús, trad. Wilhelm C. Linss (Londres: SPCK, 1983).

Mi vieja respuesta:

Me gustaría afirmar dos cosas:

1) La existencia histórica de Jesús es tan cierta como los mejores hechos que tenemos del mundo antiguo, y
2) Muchas de las respuestas anteriores son engañosas, ilógicas o intencionalmente engañosas.

Para empezar, permítanme mencionar que cuando se trata de esta pregunta, nadie es imparcial. La respuesta a esta pregunta literalmente lo cambia todo. Si Jesús existió y realmente resucitó de la muerte, entonces valida todo lo que dijo; Si la afirmación más imposible es cierta, entonces es relativamente fácil creer en las afirmaciones menores. Si eso fuera cierto, entonces, por el simple reconocimiento de los hechos, nos llevaría a creer que Jesús es Dios, lo que lo cambia todo. Por otro lado, si Jesús no existió o fue muy diferente de lo que la Biblia dice que es, entonces el cristianismo como religión no tiene ningún valor. La Biblia misma reconoce esto. Un poco más de 10 años después de la crucifixión de Jesús, un hombre llamado Pablo, mientras escribía a la iglesia en la ciudad de Corinto, declaró con valentía: “si Cristo no ha resucitado, su fe es inútil y todavía está en sus pecados. Entonces los que se han quedado dormidos en Cristo han perecido. Si en Cristo solo tenemos esperanza en esta vida, somos de todas las personas más lamentables “. (1 Corintios 15: 17-19). Si el Jesús de la Biblia no es el Jesús de la historia, entonces el cristianismo es el sistema de creencias más inútil en la tierra.

Segundo, permítanme señalar que no hay un desafío histórico problemático a las afirmaciones presentadas en los relatos evangélicos de Jesús. Para ser claros, hay muchos desafíos históricos, y muchos que afirmarían ferozmente que la Biblia es más ficción que realidad. Sin embargo, estos desafíos se han respondido tan a menudo como se han planteado, y en la gran mayoría de los casos, se han defendido suficientemente. Para una introducción sobre este tema, le indico este libro electrónico gratuito, que resume el tema en aproximadamente 60 páginas: http://www.whyfaith.com/the-hist … Para un examen más completo y académico, apunto usted a La fiabilidad histórica de los Evangelios , por Craig Keener: http://www.amazon.com/Historical

En muchas de las respuestas anteriores, simplemente se supone que no podemos confiar en los relatos evangélicos de Jesús. Me gustaría señalar dos cosas:

1) La historia registrada en los Evangelios es precisa. Casi todos los puntos en los que podemos hacer referencias cruzadas con otras fuentes de la historia antigua (nombres de gobernadores, actos políticos, geografía, oficiales y políticas militares romanas, las fechas y la existencia de censos, etc.) han demostrado ser precisos y confiables, ya que por lo que podemos decir. La gran mayoría de los desafíos han demostrado ser defendibles. (Para una discusión de un punto en cuestión, que demuestra un desafío histórico a los Evangelios y una defensa, lea las respuestas de Tim O’Neill y de mí sobre la cuestión de cuándo y dónde nació Jesús: http: //www.quora. com / Where-was-Jesus-nacido / ) Dada su fiabilidad histórica, los Evangelios no parecen haber sido creados en una fecha posterior; cada detalle exacto proporciona más evidencia de que los Evangelios fueron escritos en ese momento, en ese lugar.

2) Si bien muchos afirman que existen discrepancias entre los Evangelios mismos, este argumento se ha resuelto una y otra vez. En la mayoría de los casos, las explicaciones a estas supuestas discrepancias son tan obvias que hacen que cualquier duda sea ilógica. Aquí se puede encontrar una excelente introducción al problema: http://www.comereason.org/bibl_c … En resumen, se ha abordado cada desafío de “discrepancia”. En mi opinión crítica, no existe un serio desafío de discrepancia entre los Evangelios. Los Evangelios se adaptan a la perfección. Para ver esto claramente demostrado, al tratar con cada palabra individual de los relatos del Evangelio, estudie el libro “La vida de Cristo en estéreo”, de Johnston Cheney: http://www.amazon.com/Life-Chris

Tercero, como el Usuario de Quora ha explicado parcialmente anteriormente, hay una gran cantidad de relatos extrabíblicos de la vida de Jesús. Además de las citas que presentó, los historiadores Josefo, Plinio el Joven, Tácito y Suetonio proporcionan relatos maravillosos de la iglesia primitiva y la vida de Jesús. Además, uno debe considerar el surgimiento de la iglesia primitiva como una evidencia circunstancial para Jesús. Por AD / CE 50-60, había una población significativa de cristianos que vivían en Roma. Para que la iglesia expanda esto enormemente en un mero período de 30 años, indirectamente da testimonio de la veracidad de sus afirmaciones. Durante este tiempo, los testigos oculares de estos eventos seguirían vivos, tanto creyentes como romanos seculares y autoridades judías. Si alguien dudaba de las afirmaciones sobre Jesús, todo lo que tenían que hacer era preguntar a los miles de testigos oculares que aún estaban vivos. Sin embargo, a pesar de que decenas de miles llegaron a la fe en Israel y el resto del Imperio Romano, nunca surgió un desafío a estas afirmaciones como hechos históricos. Esto implica con bastante fuerza que los testigos presenciales afirmaron constantemente las afirmaciones. Incluso las objeciones de las autoridades judías no podían desafiar los hechos; Admitieron que Jesús vivió, afirmó ser Dios, murió en la Cruz, fue enterrado y tres días después abandonó la tumba. Solo podían proporcionar una hipótesis interpretativa alternativa; no pudieron desafiar estos hechos básicos.

Como un menor aparte, si la vida de Jesús atribuida o no a estos 22 puntos de la vida de un héroe es irrelevante. La correlación no prueba la causalidad. Incluso si Jesús acertó los 22 puntos en el acto, no probaría que su vida fue una cuenta inventada; solo probaría que una lista del siglo XX se correlaciona con la vida de un hombre que precedió a la invención de esta lista en 2000 años. Es simplemente una falacia lógica afirmar que debido a que ciertos aspectos de la vida de Jesús coinciden con una expectativa preconcebida, esos aspectos deben ser ficticios. Esto es especialmente cierto, dado que tienes que tomar estos 22 puntos con mucha soltura para aplicarlos a la vida de Jesús, extendiéndolos más allá del punto de la honestidad. Por ejemplo: # 2 – Su padre es un rey. El padre de Jesús es Dios o un humilde carpintero judío. De cualquier manera, su padre no era un rey, de la misma manera que cualquier otro héroe en esa lista tenía un padre que era un rey. Para continuar en la lista, el padre de Jesús nunca trató de matarlo (6), Jesús fue criado por su madre biológica, no fue criado por padres adoptivos (8), Su infancia no fue misteriosa, sino que nos contaron detalles de Su infancia en Lucas (9), regresa a Israel mucho antes de alcanzar la madurez y trabaja como humilde carpintero hasta tener aproximadamente 30 años (10), no pelea una batalla física contra un rey / gigante / dragón / bestia (11) , No se casa con la princesa (12), no se convierte en rey en su vida en la tierra (13), no reina en la tierra (14), no prescribe nuevas leyes, sino que defiende y cumple el Antiguo Testamento Leyes (15), no es expulsado del trono o la ciudad, sino que nunca tomó el trono y fue arrestado y juzgado en la ciudad (17). Su muerte no es misteriosa, pero es pública en todas las etapas y fue conocida (18), su cuerpo fue de hecho enterrado, pero luego desapareció de la tumba (21). Si tomas la vida de Jesús literalmente, lo cual debes ser intelectualmente honesto, entonces Jesús no coincide con 13 de estos puntos de héroe. Eso significa que Jesús solo coincide con 9 de 22, no 19, como dice el video anterior. ¡Su vida no fue fabricada para cumplir con este patrón! Si fue así, ¡entonces estos escritores hicieron un trabajo horrible!

Cuarto, permítanme presentar algunas de las declaraciones engañosas o falsas de respuestas anteriores a esta pregunta. Quora User afirma: “Lo que es importante recordar es que la popularidad de Jesús solo aumentó cuando otros estilos mesiánicos se volvieron completamente insostenibles para el pueblo judío”. Esto es falso, principalmente porque la popularidad de Jesús aumentó en los años 30, se calmó cuando Jesús fue asesinado y luego explotó inmediatamente después de la Resurrección. Como se indicó anteriormente, en los años 50 y 60 de AD / CE, había una gran presencia cristiana en Roma, así como en todas las demás ciudades romanas importantes. Para evidencia, ¡simplemente considere que Nerón culpó a los cristianos por la quema de Roma en el 64 DC! Esto es años antes del año 70 DC, cuando el templo fue destruido por el ejército romano. La afirmación de Seth Pace es simplemente falsa, en comparación con los hechos históricos que tenemos. Jesús era muy popular mucho antes de que el Templo fuera destruido y las esperanzas judías de un Mesías militarista se desvanecieron. Además, es irrelevante para el barco del Mesías de Jesús en cuanto a si otros afirmaron ser el Mesías o no. Siempre habrá falsos pretendientes. Lo que importa es la vida de Jesús, no cuántos otros afirmaron ser un mesías y fracasaron.

Joshua Engel afirma: “Los milagros pueden ser de interés para los creyentes, pero los historiadores los descartan regularmente como idénticos a otros mitos antiguos”. Hay algunos problemas con esta declaración. Primero, no todos los historiadores los descartan. Muchos lo hacen simplemente por preconcepción; consideran que los milagros son imposibles y, por lo tanto, los rechazan sin control. Esto es intelectualmente deshonesto, ya que primero se deben considerar los reclamos de un evento antes de descartarlo. Si bien las afirmaciones milagrosas pueden ser difíciles de creer, si la evidencia las respalda, entonces deberían creerse. Segundo, los milagros de Jesús no son de ninguna manera idénticos a otros mitos antiguos. Si bien se informa que antiguas figuras míticas hacen cosas milagrosas, no son similares al funcionamiento de Jesús. Esta podría ser una discusión larga, pero para abreviar: Jesús trabajó en público, a menudo realizando cientos de milagros en un solo día ante una multitud de miles, a diferencia de los mitos donde otras figuras realizaron milagros en privado, o no tuvieron forma de verificar los reclamos. Los milagros de Jesús nunca fueron disputados por sus oponentes; Las autoridades judías no podían negar que los milagros realmente estaban sucediendo, por lo que inventaron la afirmación de que Jesús obró desde el poder del diablo, y no de Dios. En resumen, Jesús no realizó milagros en secreto o de manera no verificable. Sus milagros son públicos, especialmente el más grande, su resurrección de la muerte. Los milagros de Jesús pueden investigarse históricamente, mientras que la mayoría de los mitos antiguos no pueden investigarse. Y en cuanto a la cuestión de comparar exactamente lo que hizo y lo que hicieron las figuras míticas, bueno, simplemente compárelos usted mismo. Las diferencias son inmediatamente aparentes.

Quora User afirma: “Cristo no produjo la iglesia. La iglesia produjo la historia de Cristo”. Esta afirmación se realiza sin pruebas, lo que probablemente se deba al hecho de que no existe un hecho histórico que lo respalde. Más bien, los mismos relatos del Evangelio hablan en contra de esto. Por ejemplo, considere las cuentas de los Discípulos. En cada evangelio, son idiotas. Constantemente pierden los puntos de Jesús, ignoran sus palabras, no lo escuchan cuando habla de sí mismo, se hacen el ridículo en público, etc. Pedro es el peor de todos, niega a Jesús tres veces a pesar de afirmar que lo haría. nunca abandone a su Mesías. Estos hombres se convirtieron en los líderes de la iglesia primitiva, incluso Pedro fue llamado el primer Papa por la iglesia católica. Si los Evangelios fueran fabricaciones, ¡seguramente aquellos en el poder se habrían hecho lucir mejor! ¿Por qué crearían historias que socavan su autoridad, haciéndolas parecer las personas menos calificadas disponibles para sus puestos de poder? Si la iglesia produjera la historia de Cristo, ¡seguramente se vería diferente! ¿Por qué Pedro, el hombre a cargo, permitiría que el Evangelio de Marcos contenga una historia en la que Jesús llama a Pedro “Satanás”? ¿Por qué permitir esta calumniosa historia, a menos que sea cierta? ¡La evidencia simplemente no respalda la idea de que la iglesia fabricó estas historias!

Jean Marion también afirma: “A lo largo de los siglos, hay muchas referencias a los cambios realizados por un papa u otro”. Esto es demostrablemente falso. Tenemos más de 10,000 manuscritos del Nuevo Testamento desde la antigüedad, así como miles de cartas entre pastores que citan ampliamente el Nuevo Testamento. Estos se remontan al primer siglo. No hay evidencia de que todos los manuscritos sean editados y modificados a lo largo de los años; El texto en los primeros documentos es casi idéntico a los documentos posteriores. Los únicos problemas prevalentes son los errores de escritura, como la colocación incorrecta de los signos de puntuación, saltar una línea accidentalmente, cambiar “Jesucristo” a “Cristo Jesús”, etc. Estos errores se corrigen fácilmente comparando el manuscrito ofensivo con el mayor cuerpo de manuscritos, que No contienen el error. La gran verdad sobre el Nuevo Testamento es que nunca se ha hecho ningún cambio en su contenido a lo largo de su historia, y la extensa tradición de manuscritos que tenemos verifica esa afirmación.

Jean Marion también afirma: “El Evangelio de Juan es admitido por eruditos cristianos como un documento no histórico”. A pesar de mi maestría de cuatro años en teología de una de las instituciones más rigurosas del planeta, no conozco a un solo erudito cristiano que afirme esto. También afirma que el Jesús de Juan es tan diferente de los otros tres Evangelios que no pueden ser la misma persona. El contenido del libro es diferente de los tres primeros, concedido, pero Jesús es el mismo. No hay un solo punto de enseñanza en Juan que contradiga los primeros tres Evangelios; cada vez que los libros se superponen, el contenido es el mismo (como la alimentación de los 5,000); El Evangelio de Juan mismo asume que ya has leído los primeros tres Evangelios y confía en que conozcas sus hechos como verdaderos (es por eso que el libro no presenta nuevos personajes, sino que se refiere a ellos como si el lector ya estuviera familiarizado con ellos). ) Para un buen estudio histórico de este libro, así como su conexión con los primeros tres Evangelios, y cuán similar es el Jesús en ellos, le animo a leer el comentario sobre John de Gary Burge: http://www.amazon.com / John-Appli …

Para resumir, no existe una razón puramente histórica para dudar de los relatos del Evangelio; Cada desafío tiene su respuesta. No existe un hecho histórico verificable que necesariamente contradiga las afirmaciones de los Evangelios.

La única razón para dudar de los relatos del Evangelio se debe al contenido que describen. Si una persona duda de esos eventos milagrosos, dudará inherentemente de los Evangelios, pero eso es un asunto completamente diferente a una afirmación de su historicidad.

Sobre el asunto de lo milagroso, lo animo a considerar la evidencia de la resurrección histórica de Jesús. Como mencioné anteriormente, si Jesús realmente resucitó sobrenaturalmente de la muerte, entonces eso valida sus afirmaciones sobre sí mismo. Si este evento es histórico, entonces lo cambia todo. A pesar de lo que pueda pensar, la evidencia que respalda la afirmación de la Resurrección de Jesús es extensa y muy convincente.

Para una presentación muy entretenida y bien investigada de la evidencia de la resurrección histórica de Jesús, le animo a que vea esto: http://marshill.com/media/vintag

Para terminar, permítanme citar las palabras de Thomas Arnold, profesor de historia moderna como Oxford: “Ningún hecho en la historia de la humanidad … está demostrado por una evidencia mejor y más completa de todo tipo que el hecho de que Cristo murió y resucitó de entre los muertos “.

Sí, los historiadores suelen estar de acuerdo en que ‘una’ persona llamada Jesús existió.

PERO, y esta es la madre de todos los peros, también destacan que muchas personas llamadas Jesús existían en ese momento, y a menudo estaban haciendo cosas similares y relacionadas: predicar, realizar milagros, ofrecer un Jedaismo renovado, relacionado con el poder colonial ocupante. , ser crucificado, y ese tipo de cosas. Jesús (o Joshua u otros nombres relacionados) eran comunes entonces, particularmente para los hombres que establecían cultos a su alrededor. La gente también hizo esto, como Juan el Bautista, sin cambiar sus nombres a Jesús. Muchas de las historias relacionadas con ‘el’ Jesús ya habían estado flotando durante 100 años, y muchas historias nuevas se unieron a Jesús durante 100 años o más después de su muerte. ¿Había una persona llamada Jesús en ese momento? Si. ¿Todo lo que la gente dice que le sucedió / a su alrededor le sucedió / a su alrededor? No, o al menos, no solo a Él.

Existe un malentendido fundamental entre el público sobre lo que se puede saber sobre la vida en las colonias romanas hace 2000 años. Tenemos registros muy escasos de cualquier cosa. Ocasionalmente, conocemos fenómenos específicos y grandes, como que tuvo lugar una guerra, pero no tendremos muchos detalles al respecto. Los detalles biográficos de los individuos nombrados suelen ser casi nulos, si esos individuos no fueran personas espectacularmente importantes. Jesús no era una persona espectacularmente importante, en su propio tiempo.

También hay un error fundamental por parte de los fieles: la creencia en Jesucristo se basa en … la creencia en Jesucristo. Es fe. Si insiste en que su fe en un Dios perfecto se base implacablemente en este o aquel documento histórico o hallazgo arqueológico, ha entendido mal la fe y se burlará de usted y de Dios. La fe es más grande y mejor que eso. Digo esto como un no creyente: si crees que JC hizo lo que hizo, murió, resucitó y todo eso, eso es creencia, y disminuye al ponerse empíricamente irritable.

Fuentes talmúdicas dicen que:

Había una persona llamada Yeshu que estaba en Judá y ejecutó alrededor del año 100 a. C.
Esto fue antes de la regla romana y en el reinado de Alexander Yannai.
Yeshu fue ejecutado por idolatría y por llevar a otros a pecar.
La ejecución fue pública.
Fue deliberadamente bien publicitado para anular la influencia negativa que se creía que tenía esta persona.
Fue ejecutado por lapidación, que era el castigo por la idolatría.
“Apedrear” significa que fue arrojado de un edificio de tamaño mediano. Si después de la caída aún estaba vivo, se cayeron rocas muy grandes con fuerza sobre su pecho apuntando al corazón.
Antes de la ejecución, se le habría dado un trago excepcionalmente potente de vino fuerte sin adulterar para confundir sus sentidos y aliviar cualquier dolor y angustia que pudiera haber tenido.
La ejecución probablemente tuvo lugar a última hora de la tarde.
Hacia el anochecer, el cuerpo habría sido colgado en una horca de madera y luego inmediatamente derribado después del atardecer.

Deuteronomio 21 (NASB):
22 Si un hombre ha cometido un pecado digno de muerte y lo matan, y lo cuelgas de un árbol,
23 su cadáver no colgará toda la noche en el árbol, pero seguramente lo enterrarás el mismo día (porque el ahorcado es maldito de Dios), para que no contamines tu tierra que Jehová tu Dios te da como Una herencia.

Probablemente por eso algunas fuentes dicen que Yeshu fue “colgado”: colgaron el cadáver por unos minutos en la horca: fue ejecutado públicamente y luego el cuerpo fue colgado. Todos los ejecutados tenían sus cuerpos “colgados” después de la ejecución.

Yeshu también se conoce como “Yeshu ha-Notsri”. Se ha entendido que connota “Yeshu el cristiano”.
La palabra “Notsri” fue luego aplicada y adoptada por los cristianos.
Inicialmente, sin embargo, había significado un miembro de un grupo religioso con creencias mixtas pagano-hebreas.
Los Notsrim originales eran seguidores de “Netser”, que pudo haber sido un aspecto de Baal que murió y resucitó.
Se ha encontrado un himno en hebreo-arameo mixto dedicado a Netser que data de antes del 750 a. C. en Dir Alla en Jordania.
Esta es el área bíblica de Sucot y estaba entonces en el territorio de la tribu israelita de Gad.

Las fuentes judías y cristianas ahora suponen que la figura conocida como Jesús realmente se llamaba Yeshu o Yeshua, cuyos nombres se derivan del hebreo “Yehoshua”, es decir, Joshua. En griego el nombre se da como “Iesous”. Esto es lo que los judíos conocidos como Yehoshua (o Yeshua o Yeshu) aparentemente se llamaban a sí mismos cuando usaban el equivalente griego.

Sin embargo, existen otras opciones.
Clemente de Alejandría y Cirilo de Jerusalén declararon que el nombre griego “Iesous” supuestamente era el nombre original de Jesús y que el nombre no era una transcripción de una forma hebrea.

Para más información sobre este asunto, ver:

La respuesta de Yair Davidiy a ¿La religión judía considera a Jesús un hereje?

¿Qué dice la historia sobre Jesús pero no sobre la Santa Biblia o el Corán?

Depende de lo que quieras decir con “la historia dice”.

Si quiere decir ” registro histórico contemporáneo “, y suponiendo que lo contemporáneo sea ​​algo escrito varios años después de la muerte de Jesús, más allá de los Evangelios, existe muy poco y muy tangencial registro histórico contemporáneo. Jesús no era una figura histórica importante en su tiempo. De hecho, habría sido solo otro de los muchos líderes mesiánicos que florecieron alrededor de 1CE y que ahora son desconocidos para todos, excepto un grupo de académicos y fanáticos de la historia. No siendo importante, a nadie le importaba mucho escribir sobre él.

Si quiere decir ” lo que históricamente se ha dicho acerca de Jesús desde el siglo III EC “, bueno, la teología y la filosofía cristiana han dicho mucho acerca de Jesús en toda la historia del cristianismo. En esta categoría también pertenece el Corán: lo que un hombre árabe del siglo VII dijo sobre Jesús.

Y si te refieres a ” qué hace la investigación histórica moderna sobre Jesús “, también hay mucho trabajo académico sobre él.
Me gustó el libro de Reza Aslan “Jesús el Zelote”, por lo que lo que sigue está fuertemente influenciado por este libro, pero es más o menos coherente con lo que otros historiadores dicen sobre Jesús:
Yeshua bar Yussuf era un trabajador de la construcción de Galilea que probablemente se hartó de la situación religiosa y política de Judea en el siglo I y decidió unirse a uno de los movimientos religiosos / políticos (en ese momento lo mismo), a saber, el de Juan el Bautista. Yeshua comenzó a predicar las ideas de John, pero finalmente se volvió a predicar las suyas (que no eran muy diferentes, solo más prácticas y menos exigentes para la persona urbana que no quería comenzar una nueva carrera como ermitaño o asceta).
Después de dos o tres años de reunir un cierto número de seguidores, decidió mudarse a Jerusalén, que era el centro religioso y político de Judea. Tuvo algunos conflictos con las autoridades allí, fue considerado una molestia y una posible amenaza a la ley y el orden y fue ejecutado en caso de que se convirtiera en un líder rebelde más peligroso.
Por alguna curiosa razón, el movimiento sin líder, en lugar de desaparecer en el olvido, se hizo cada vez más grande, especialmente en los judíos y gentiles de la diáspora (helenizada) y el resto es historia conocida.

Sí, en un sentido calificado.

La mejor manera de argumentar a favor de la historicidad de Jesús es tomar la perspectiva de alguien que no tiene inclinación religiosa sobre el tema y evaluar las afirmaciones como un tercero desinteresado. Si bien muchos historiadores son religiosos, es su deber actuar en esta capacidad en el campo de la academia. Si eligen atribuirle divinidad a Jesús, eso es algo que deberían hacer en su propio tiempo.

El historiador secular debe responder la pregunta, ¿cómo surgió el Nuevo Testamento y las religiones cristianas posteriores? La hipótesis más convincente es que había un personaje conocido como Jesús el Nazareno que estaba entre una pluralidad de figuras mesiánicas a principios del siglo I en Palestina. Este Jesús aparentemente no dejó una marca significativa en su propio tiempo, pero sin embargo su mensaje sobrevivió más allá de su ejecución. No hay nada particularmente especial en que sea ejecutado como una molestia pública bajo Poncio Pilato, y el hecho de que fue crucificado (en lugar de apedreado) indica que su muerte fue ordenada por Roma y no por ninguna autoridad religiosa.

Lo importante es recordar que la popularidad de Jesús solo aumentó cuando otros estilos mesiánicos se volvieron completamente insostenibles para el pueblo judío. Como queda claro en el Nuevo Testamento y en los escritos de Josefo, los judíos anhelaban un mesías militar que antagonizara con los ocupantes romanos y pidiera la independencia judía. Cuando estos movimientos fracasaron horriblemente, especialmente después del Saqueo de Jerusalén en el año 70 d. C., el difunto Jesús aumentó en popularidad porque su versión de la identidad judía parecía ser la única compatible con la ocupación romana.

Entonces, cuando se hizo popular escribir las tradiciones orales asociadas con él, muchas historias se exageraron o se fabricaron como una forma de exaltar al mensajero de este único mensaje viable. La culpa de su muerte se alejó de los prelados romanos que lo veían como un excéntrico poco notable pero problemático, y hacia las figuras de la autoridad judía que representaban la vieja forma de pensar que había llevado a la supresión militar de Roma de la región. De hecho, cuando una amiga mía estaba tomando clases de RICA para explorar la posibilidad de convertirse al catolicismo, su maestra señaló que dentro del Nuevo Testamento Jesús se vuelve gradualmente más sobrenatural y más helenizado / menos judío a medida que los libros se vuelven más nuevos.

Entonces, para un historiador secular, el dilema no es discutir a favor o en contra de la existencia de Jesús. El dilema es tamizar las exageraciones y fabricaciones del Nuevo Testamento y determinar qué eventos históricos subyacen en ellas. Es obvio que un hombre mortal se convirtió en un dios a través de la literatura creativa, entonces, ¿cómo se decodifica la hagiografía en la historia?

En los últimos años, se ha vuelto popular para la gente antirreligiosa decir que Jesús no existía en absoluto. Esto realmente no tiene sentido, porque un historiador secular no debería encontrar molestias en la investigación histórica real de convertir al Cristo divino en el Jesús humano. Sin embargo, tratar de crear un escenario en el que el Cristo divino evolucionó a partir de una teoría de la conspiración es significativamente más difícil y menos plausible que trabajar desde las tradiciones orales sobre un carpintero vocal. En mi opinión, el mejor argumento sobre lo absurda que es la teoría de la conspiración es que los seguidores de Jesús tenían muchos antagonistas antes del siglo III. Se burlarían del Jesús histórico al decir que era hijo de un soldado romano que había violado a su madre, en burla del nacimiento virginal. Se burlaron de él por haber sido crucificado como un ladronzuelo. Se burlaron de él por andar con prostitutas y otros indeseables. Pero, parece que nunca afirmaron que no existía. Presumiblemente, se resistieron a hacerlo porque la memoria local sobre él era lo suficientemente fuerte como para hacer que este argumento fuera absurdo.

Las referencias históricas a Jesús son escasas. Algunos eruditos han argumentado contra algunos de ellos por ser manipulados por cristianos. De las dos entradas en los escritos de Josefo, la única que tiene posibilidades es del Libro XX, sec. 200, donde se menciona a Jesús por su nombre en relación con su hermano James. En ningún otro lugar se menciona a Jesús por su nombre en ningún documento histórico. Este pasaje fue escrito en algún lugar alrededor del año 93 DC, creo.

Tácito escribió sobre los cristianos en una de sus últimas entradas en los Anales alrededor del año 116 dC. Menciona al “Cristo”, pero no a Jesús por su nombre. También menciona que fue crucificado bajo Poncio Pilato. La mayoría de los historiadores creen que esta entrada es auténtica. Tácito menciona que Nerón culpó a los cristianos de los incendios en Roma. Se convirtieron en chivos expiatorios.

Entonces, basado en lo que tenemos en forma de documentación histórica fuera del NT, parece que Jesús probablemente fue una persona real que afirmó ser el Mesías y fue crucificado por los romanos. Hay quienes argumentan en contra de esto, pero son la minoría por lo que puedo decir.

Los evangelios del Nuevo Testamento no son muy confiables en cuanto a darnos un retrato exacto de Jesús. Hay errores de hecho, contradicciones e inconsistencias. Ningún testigo presencial escribió nada sobre Jesús mientras estaba vivo. Estas historias probablemente se transmitieron oralmente durante décadas antes de que se escribiera algo. ¿Qué dijo Jesús en la cruz? Depende del evangelio que leas. ¿Quién vino primero a la tumba vacía? De nuevo, depende del evangelio que leas. También hay algunas afirmaciones curiosas que no cuadran. Cuando Jesús muere en la cruz, uno de los escritores del evangelio dice que la cortina del templo se rasgó. Uno tiene que preguntarse, ¿cómo puede saber el autor que la cortina del templo está rota y saber cuáles fueron las últimas palabras de Jesús en la cruz? ¿Los seguidores de Jesús tuvieron un esfuerzo coordinado en el lugar donde uno estaba mirando la cortina del templo mientras Jesús estaba en la cruz, y luego los testigos se reunieron y confirmaron los eventos en ambos lugares? ¡El drama!

Realmente no puedo decir de una forma u otra, pero como judío, déjame entrar en la refriega con un punto personal.

Primero, reduzcamos la velocidad de este tren y veamos la cuestión de “Jesús” en perspectiva.

Hay personas históricas creíbles que existieron, y están en la Biblia: Mateo dio sermones en lo que ahora es Turquía a miles de personas. La “Virgen María”, “jubilada” (aparentemente creíble) en Éfeso, Turquía.

Desplácese hacia abajo a la sección “Eventos ampliamente aceptados como históricos” en este artículo de la wiki; Historicidad de Jesús

… Entonces, sí, es ampliamente aceptado como una figura histórica. El resto está abierto a interpretación.

Curiosamente, el Nuevo testamento es básicamente la única parte de la Biblia que en realidad puede documentarse históricamente, al menos hasta cierto nivel de credibilidad debido a la interacción con los romanos.

TL; DR
SIN EMBARGO – tenemos que admitir que la “Biblia”, en su conjunto, pertenece al campo del “misticismo” humano. Entonces, rodar esa pelota un poco … ¿El misticismo es ciencia o historia? absolutamente no.

¿Es falso el misticismo? Probablemente 90 – 98% falso.
¿Es valioso el misticismo? Absolutamente.

El misticismo es un área de la experiencia humana que puede abrir nuestras experiencias individuales a un sentido mucho más transformador de uno mismo … ve conmigo un poco en esto …

A veces, suceden cosas en nuestras vidas (tanto buenas como malas) que simplemente no podemos explicar, desde arreglar ese error en 100,000 líneas de código, hasta ganar ese caso imposible, incluso ganar la lotería. … Y cuando cosas como esta parecen, logros que están fuera de su alcance de experiencia (es decir, “… fue un milagro que solucione ese error / gané ese caso, etc.), entonces personalmente creo que solo atribuyo ellos a la “suerte” abarata esas experiencias …

… Entonces, viene la religión … Y somos transportados instantáneamente a lo “divino”, que es la propensión humana a atribuir lo que ellos creen que son incapaces de alguna otra “fuerza” o ser que está más allá de nuestra comprensión .

¿Es esto valioso? Personalmente, creo que sí … Pero, francamente, es una forma de autoengaño; en efecto sacrificas tu verdadero potencial a lo que es “inexplicable” (es decir, Dios o lo divino).

¿Es esto malo?
Francamente depende de qué tan lejos lo lleves.
Si comienzas a dominar a la gente, organizando guerras por la interpretación “correcta” del “mundo divino” y, en general, absolviéndote de la responsabilidad, entonces sí, es horrible.

Pero, si usa este sentido de lo “divino” para ayudarlo a estar más conectado con el mundo y, literalmente, con el Universo que lo rodea, puede ser algo saludable. Y, aquí es donde la vida de Jesús se transforma de un hecho científico a un dispositivo místico … La vida de Jesús resuena con algunas personas de maneras muy profundas, y merece tanto respeto como cualquier otra cosa que pueda resonar en la vida de las personas; paternidad, universidad, profesión: simplemente se convierte en parte de quién es la persona … lo mismo con el islam, el budismo, el zoroastrismo, el judaísmo y cualquier otra percepción que un individuo tenga de cómo se ve conectado al Universo.

La mayoría de los historiadores están de acuerdo en que las historias contadas sobre Jesús en los evangelios en última instancia provienen de la vida y la muerte de una persona real, en parte porque es la forma más sencilla de explicar ciertos detalles encontrados en las narraciones (particularmente aquellas que los estudiosos creen que pueden haber sido vergonzosos para los movimiento de Jesús temprano). Una minoría de historiadores argumenta que Jesús es una figura legendaria o mítica, y otros argumentan que la historia de Jesús ha acumulado tantos aspectos legendarios y míticos que es imposible decir si vivió o no.

Una persona que intenta escribir una historia o biografía de Jesús en el sentido moderno lo encontraría muy difícil porque tenemos muy poca evidencia directa. La escasez de evidencia no es sorprendente; aunque muchos documentos y libros de la época han sobrevivido, la mayoría no, y es seguro decir que si Jesús existió, fue una figura bastante oscura durante su vida. Creemos que las cartas de Pablo son los libros más antiguos del Nuevo Testamento, y desafortunadamente para los historiadores, Pablo no escribe mucho sobre el Jesús histórico. Se cree que Marcos, el evangelio más antiguo, fue escrito quizás dos décadas después de la primera carta sobreviviente de Pablo, y quizás 40 años después de la muerte de Jesús. Está bastante claro que aquellos que produjeron las versiones finales de los cuatro evangelios sobrevivientes no fueron testigos de los eventos que pretenden describir. Además, la historiografía, tal como la entendemos, no estaba en sus mentes. Dieron forma a sus narrativas para hacer puntos teológicos.

Pasé mucho tiempo en la escuela de posgrado estudiando el Nuevo Testamento y mi propia impresión altamente subjetiva es que las palabras e ideas sorprendentes del hombre descrito en los evangelios sinópticos se remontan a una figura real, y que la existencia de Jesús es más probable que no Sin embargo, no creo que sea posible, por razones estrictamente históricas, concluir definitivamente que este es el caso. Además, gran parte del material sobre Jesús es claramente legendario. En algunos aspectos, nuestra comprensión de Jesús es similar a nuestra comprensión de Confucio, Pitágoras y el hombre que llamamos Buda. Hay razones para creer que las leyendas y las historias asociadas con estos nombres provienen de personas reales, pero tenemos poca evidencia contemporánea que nos ayude a presentar un caso férreo para la historicidad de cualquiera de ellos.

De http://www.gotquestions.org/did-

Normalmente, cuando se hace esta pregunta, la persona que hace la pregunta califica la pregunta
con “fuera de la Biblia”. No admitimos esta idea de que la Biblia no puede ser
considerado una fuente de evidencia de la existencia de Jesús. El nuevo Testamento
contiene cientos de referencias a Jesucristo. Hay quienes fechan el
Escritura de los Evangelios del siglo II dC, más de 100 años después
La muerte de Jesús Incluso si este fuera el caso (lo cual discutimos mucho), en términos
de las evidencias antiguas, los escritos menos de 200 años después de que ocurrieron los eventos son
Consideradas evidencias muy confiables. Además, la gran mayoría de los estudiosos.
(Cristianos y no cristianos) garantizarán que las Epístolas de Pablo (al menos
algunos de ellos) fueron escritos por Pablo a mediados del siglo I
AD, menos de 40 años después de la muerte de Jesús. En términos de manuscrito antiguo
evidencia, esta es una prueba extraordinariamente fuerte de la existencia de un hombre llamado
Jesús en Israel a principios del siglo I d. C.

También es importante
Reconocer que en el año 70 DC, los romanos invadieron y destruyeron Jerusalén y
de Israel, matando a sus habitantes. Ciudades enteras fueron literalmente quemadas a
el terreno. No deberíamos sorprendernos, entonces, si hay mucha evidencia de Jesús
La existencia fue destruida. Muchos de los testigos oculares de Jesús habrían sido
delicado. Estos hechos probablemente limitaron la cantidad de testimonios de testigos oculares sobrevivientes
de Jesús

Teniendo en cuenta que el ministerio de Jesús se limitó en gran medida a un
Área relativamente sin importancia en un pequeño rincón del Imperio Romano, una sorprendente
Se puede obtener una gran cantidad de información sobre Jesús de fuentes históricas seculares.
Algunas de las evidencias históricas más importantes de Jesús incluyen el
siguiendo:

El tácito romano del primer siglo, considerado uno de los
historiadores más precisos del mundo antiguo, mencionados supersticiosos
“Cristianos” (de Christus , que en latín significa Cristo), que sufrió
bajo Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio. Suetonio, secretario jefe de
El emperador Adriano escribió que había un hombre llamado Cresto (o Cristo) que vivía
durante el primer siglo ( Anales 15.44).

Flavio Josefo es el
El historiador judío más famoso. En sus Antigüedades se refiere a James, “el
hermano de Jesús, que se llamaba Cristo “. Hay un versículo controvertido (18: 3)
que dice: “Ahora había alrededor de esta vez Jesús, un hombre sabio, si es lícito
llámalo hombre. Porque él fue uno que realizó hazañas sorprendentes … Él era [el]
Cristo … se les apareció vivo nuevamente al tercer día, como los profetas divinos.
había predicho estas y otras diez mil cosas maravillosas sobre él “.
La versión dice: “En este momento había un hombre sabio llamado Jesús. Su conducta fue
bueno y [él] era conocido por ser virtuoso. Y mucha gente de entre los judíos y
las otras naciones se convirtieron en sus discípulos. Pilato lo condenó a ser crucificado y
morir. Pero aquellos que se convirtieron en sus discípulos no abandonaron su discipulado.
Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión, y
que estaba vivo; en consecuencia, tal vez era el Mesías, de quien
los profetas han contado maravillas “.

Julio Africano cita al historiador
Talo en una discusión sobre la oscuridad que siguió a la crucifixión de Cristo
( Escritos existentes , 18).

Plinio el Joven, en Cartas 10:96,
registró las primeras prácticas de adoración cristiana, incluido el hecho de que los cristianos
adoró a Jesús como Dios y fue muy ético, e incluye una referencia a la
fiesta de amor y la cena del Señor.

El Talmud de Babilonia (Sanedrín
43a) confirma la crucifixión de Jesús en la víspera de la Pascua y las acusaciones
contra Cristo de practicar hechicería y alentar a los judíos
apostasía.

Luciano de Samosata fue un escritor griego del siglo II que admite
que Jesús fue adorado por los cristianos, introdujo nuevas enseñanzas y fue
crucificado por ellos. Dijo que las enseñanzas de Jesús incluían la hermandad de
creyentes, la importancia de la conversión y la importancia de negar a otros
Dioses. Los cristianos vivían de acuerdo con las leyes de Jesús, se creían
inmortales, y se caracterizaron por el desprecio por la muerte, la auto devoción voluntaria,
y renuncia a bienes materiales.

Mara Bar-Serapion confirma que Jesús
se pensaba que era un hombre sabio y virtuoso, muchos lo consideraban el rey
de Israel, fue ejecutado por los judíos, y vivió en las enseñanzas de Su
seguidores

Luego tenemos todos los escritos gnósticos ( El Evangelio de la Verdad,
El apócrifo de Juan, El evangelio de Tomás, El tratado sobre la resurrección,
etc.) que todos mencionan a Jesús.

De hecho, casi podemos reconstruir el
evangelio solo de las primeras fuentes no cristianas: Jesús fue llamado el Cristo
(Josefo), hizo “magia”, llevó a Israel a nuevas enseñanzas y fue ahorcado
Pascua para ellos ( Talmud de Babilonia ) en Judea (Tácito), pero afirmó que
ser Dios y volvería (Eliezar), lo que sus seguidores creían, adorándolo
como Dios (Plinio el Joven).

Hay evidencia abrumadora de la
existencia de Jesucristo, tanto en la historia secular como bíblica. Quizás el
La mayor evidencia de que Jesús existió es el hecho de que literalmente miles de
Los cristianos en el siglo I d. C., incluidos los doce apóstoles, fueron
dispuestos a dar sus vidas como mártires por Jesucristo. La gente morirá por
lo que creen que es verdad, pero nadie morirá por lo que saben que es un
mentira.

Antecedentes

Los académicos que se especializan en los orígenes del cristianismo concuerdan en muy poco, pero generalmente están de acuerdo en que es muy probable que existiera un predicador histórico, en quien se basa la figura cristiana “Jesucristo”. El número de académicos profesionales, de los muchos miles en este y otros campos relacionados, que no aceptan este consenso, se puede contar con los dedos de una mano. Muchos pueden ser más cautelosos al usar el término “hecho histórico” sobre esta idea, ya que, como ocurre con muchas cosas en la historia antigua, no es tan cierto como eso. Pero generalmente se considera como la mejor y más parsimoniosa explicación de la evidencia y, por lo tanto, la conclusión más probable que se puede extraer.

La idea opuesta, que no había ningún Jesús histórico en absoluto y que “Jesucristo” se desarrolló a partir de algunas ideas puramente míticas sobre una figura no histórica, inexistente, ha tenido una historia a cuadros en los últimos 200 años, pero generalmente ha sido una idea marginal en el mejor de los casos. Su apogeo fue a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando parecía encajar con algunas ideas antropológicas tempranas sobre religiones que evolucionaban a lo largo de patrones paralelos y se basaban en arquetipos compartidos, como se caracteriza por el influyente estudio religioso comparativo de Sir James Frazer The Golden Bough (1890 ) Pero cayó en desgracia a medida que el siglo XX progresó y apenas fue sostenido por ningún erudito en la década de 1960.

Más recientemente, la hipótesis del “Mito de Jesús” ha experimentado una especie de reactivación, en gran parte a través de Internet, los blogs y los servicios de autoedición “imprimir bajo demanda”. Pero sus defensores casi nunca son eruditos, muchos de ellos tienen una comprensión muy pobre de la evidencia y casi todos tienen objetivos ideológicos claros. En términos generales, se dividen en dos categorías principales: (i) New Agers que afirman que el cristianismo en realidad es un cambio de paganismo y (ii) activistas ateos anticristianos que buscan utilizar su “exposición” de la erudición histórica de Jesús para socavar el cristianismo. Ambos afirman que el consenso sobre la existencia de un Jesús histórico se debe únicamente a algún tipo de apretón de hierro que el cristianismo todavía tiene sobre el tema, que ha suprimido y / o ignorado la idea de que no había ningún Jesús histórico en absoluto.

De hecho, hay algunas muy buenas razones por las que existe un amplio consenso académico sobre el tema y que lo sostienen académicos de una amplia gama de creencias y antecedentes, incluidos aquellos que son ateos y agnósticos (por ejemplo, Bart Ehrman, Maurice Casey, Paula Fredriksen) y judíos (por ejemplo, Geza Vermes, Hyam Maccoby).

Argumentos poco convincentes para un origen mítico para Jesús

Muchos de los argumentos a favor de un Jesús mítico que algunos laicos piensan que suenan muy convincentes son exactamente los mismos que los estudiosos consideran ridículamente débiles, a pesar de que suenan plausibles para quienes no tienen antecedentes sólidos en el estudio del primer siglo. Por ejemplo:

1. “No hay relatos o menciones contemporáneas de Jesús. Debería haberlas, así que claramente Jesús no existió”.

Esto parece un buen argumento para muchos, ya que las personas modernas tienden a dejar atrás una gran cantidad de evidencia de que existían (certificados de nacimiento, documentos financieros, registros escolares) y personas modernas prominentes tienen sus vidas documentadas por los medios casi a diario. Entonces, a la gente le parece sospechoso que no haya registros contemporáneos que detallen o incluso mencionen a Jesús.

Pero nuestras fuentes para cualquier persona en el mundo antiguo son escasas y rara vez son contemporáneas, generalmente se escriben décadas o incluso siglos después del hecho. Peor aún, cuanto más oscura y humilde sea la persona, menos probable es que haya documentación sobre ellos o incluso una referencia fugaz.

Por ejemplo, pocas personas en el mundo antiguo eran tan prominentes, influyentes, significativas y famosas como el general cartaginés Aníbal. Estuvo a punto de aplastar a la República romana, fue uno de los mayores generales de todos los tiempos y fue famoso en todo el mundo antiguo durante siglos después de su muerte hasta hoy. Sin embargo, ¿cuántas menciones contemporáneas de Aníbal tenemos? Cero. No tenemos ninguno Entonces, si alguien tan famoso y significativo como Hannibal no tiene referencias contemporáneas sobrevivientes a él en nuestras fuentes, ¿realmente tiene sentido basar un argumento sobre la existencia o no de un predicador campesino galileo en la falta de referencias contemporáneas a él? Claramente no lo hace.

Entonces, si bien esto parece un buen argumento, un mejor conocimiento del mundo antiguo y la naturaleza de nuestra evidencia y fuentes muestra que en realidad es extremadamente débil.

2. “El antiguo escritor X debería haber mencionado a este Jesús, pero no lo hace. Este silencio muestra que Jesús no existió”.

Un “argumento del silencio” es algo complicado de usar de manera efectiva. Para hacerlo, no es suficiente demostrar que un escritor, una cuenta o una fuente guardan silencio en un punto dado; también debe demostrar que no debería ser antes de que este silencio pueda tener algún significado. Entonces, si alguien afirma que su abuelo conoció a Winston Churchill, sin embargo, una búsqueda exhaustiva de las cartas y diarios del abuelo de la época no muestra ninguna mención de esta reunión, se podría presentar un argumento en silencio para decir que la reunión nunca sucedió. Esto se debe a que podríamos esperar que se mencione dicha reunión en esos documentos.

Algunos “míticos de Jesús” han tratado de argumentar que ciertos escritores antiguos “deberían” haber mencionado a Jesús y no lo hicieron, y por eso trataron de argumentar desde el silencio sobre esta base. En 1909, el “librepensador” estadounidense John Remsberg elaboró ​​una lista de 42 escritores antiguos que afirmó que “debería” haber mencionado a Jesús y concluyó que su silencio mostraba que Jesús nunca existió. Pero la lista ha sido ampliamente criticada por ser ingeniosa y fantasiosa. Por qué exactamente, por ejemplo, Lucano, un escritor cuyas obras consisten en un solo poema y una historia de la guerra civil entre César y Pompeyo (en el siglo anterior a la época de Jesús) “debería” haber mencionado a Jesús es difícil de ver. Y lo mismo puede decirse de la mayoría de los otros escritores en la lista de Remsberg.

Algunos otros, sin embargo, son más razonables a primera vista. Philo Judaeus era un judío en Alejandría que escribió filosofía y teología y fue contemporáneo de Jesús, que también menciona eventos en Judea y hace referencia a otras figuras que conocemos de los relatos del evangelio, como Poncio Pilato. Por lo tanto, tiene mucho más sentido que él “debería” mencionar a Jesús que algunos poetas en Roma. Pero es difícil ver por qué incluso Filo estaría interesado en mencionar a alguien como Jesús, dado que tampoco menciona a ninguno de los otros predicadores, profetas, curanderos y reclamantes mesiánicos judíos de la época, de los cuales había muchos. Si Filo mencionó a Anthronges y Theudas, o Hillel y Honi o Juan el Bautista y el “Profeta samaritano” pero no mencionó a Jesús, entonces se podría hacer un argumento sólido desde el silencio. Pero dado que Philo parece no haber tenido ningún interés en ninguna de las diversas personas como Jesús, el hecho de que no mencione a Jesús tiene poco o ningún peso.

De hecho, solo hay un escritor de la época que tenía algún interés en tales figuras, que también tenía poco interés por los escritores romanos y griegos. Él era el historiador judío Josefo, quien es nuestra única fuente para prácticamente todos los predicadores, profetas, sanadores de fe y reclamantes mesiánicos judíos de esta época. Si hay algún escritor que deba mencionar a Jesús, es Josefo. El problema para los “míticos de Jesús” es … lo hace . Dos veces, de hecho. Lo hace en Antigüedades XVIII.3.4 y nuevamente en Antigüedades XX.9.1. Los míticos se sienten cómodos con el hecho de que la primera de estas referencias ha sido añadida por escribas cristianos posteriores, por lo que la descartan como una interpolación general. Pero la mayoría de los eruditos modernos no están de acuerdo, argumentando que existe evidencia sólida para creer que Josefo mencionó a Jesús aquí y que fue agregado por los cristianos para ayudar a reforzar sus argumentos contra los opositores judíos. Dejando a un lado ese debate, la mención de Antigüedades XX.9.1 de Jesús se considera universalmente genuina y solo eso hunde el caso mítico (ver más abajo para más detalles).

3. “Las primeras tradiciones cristianas no mencionan a un Jesús histórico y claramente adoraban a un ser puramente celestial, de estilo mítico. No hay referencias a un Jesús terrenal en ninguno de los primeros textos del Nuevo Testamento, las cartas de Pablo”.

Como muchas personas que leen argumentos míticos nunca han leído las cartas de Pablo, este también suena convincente. Excepto que simplemente no es cierto. Mientras que Pablo estaba escribiendo cartas sobre asuntos de doctrina y disputas y, por lo tanto, no estaba dando una lección básica sobre quién era Jesús en ninguna de estas cartas, sí hace referencias a la vida terrenal de Jesús en muchos lugares. Él dice que Jesús nació como humano, de madre humana y judío (Gálatas 4: 4). Repite que tenía una “naturaleza humana” y que era un descendiente humano del rey David (Romanos 1: 3) de Abraham (Gal 3:16), de los israelitas (Romanos 9: 4-5) y de Isaí ( Romanos 15:12). Se refiere a las enseñanzas que Jesús hizo durante su ministerio terrenal sobre el divorcio (1 Cor. 7:10), sobre los predicadores (1 Cor. 9:14) y sobre el apocalipsis venidero (1 Tes. 4:15). Menciona cómo fue ejecutado por los gobernantes terrenales (1 Cor. 2: 8) que fue crucificado (1 Cor 1:23, 2: 2, 2: 8, 2 Cor 13: 4) y que murió y fue enterrado (1 Cor 15: 3-4). Y dice que tenía un hermano físico terrenal llamado James, a quien Pablo mismo había conocido (Gálatas 1:19).

Entonces, los teóricos míticos tienen que hacer nudos para “explicar” cómo, de hecho, una clara referencia a que Jesús “nació de una mujer” en realidad significa que él no nació de una mujer y cómo cuando Pablo dice que Jesús fue “según para la carne, un descendiente del rey David “esto no significa que él fuera un humano y el descendiente humano de un rey humano. Estos argumentos artificiales son tan débiles que tienden a convencer solo a los ya convencidos. Es este tipo de artilugio lo que consigna esta tesis al margen.

Los problemas con un origen “mítico” de la historia de Jesús

Las debilidades de la hipótesis mítica se multiplican cuando sus defensores recurren a su propia explicación sobre cómo surgieron las historias de Jesús si no hubiera un Jesús histórico. Por supuesto, muchos de ellos no se molestan mucho en presentar una explicación alternativa y dejan sus ideas sobre cómo sucedió esto, convenientemente vago. Pero algunos se dan cuenta de que tenemos historias de finales del primer siglo que afirman que hubo una persona de principios del primer siglo que vivía dentro de la memoria viva y luego hacen una serie de afirmaciones sobre él. Si no hubiera tal persona, el Mitista sí necesita explicar cómo surgieron las historias sobre su existencia y tomaron la forma en que lo hacen. Y deben hacerlo de una manera que justifique la evidencia mejor que la parsimoniosa idea de que esto se creía porque existía esa persona. Aquí es donde realmente cae el mítico. Las teorías míticas se dividen en cuatro categorías principales:

1. “Jesús era una amalgama de mitos paganos anteriores, reunidos en una figura mítica de un dios-hombre y salvador de un tipo que se encuentra en muchos cultos de la época”.

Esta es la explicación ofrecida por la escritora de la Nueva Era que se hace llamar “Acharya S” en una serie de libros autoeditados que comienzan con The Christ Conspiracy: The Greatest Story Ever Sold (1999). Trabajando a partir de afirmaciones teósofas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que exageran los paralelismos entre las historias de Jesús y los mitos paganos, ella da el salto lógico típico de la Nueva Era de “similitud” a “paralelo” y finalmente a “conexión” y “causalidad”. Dejando a un lado el hecho de que muchos de estos “paralelos” son muy tensos, con cualquier concepción milagrosa o historia de nacimiento que se convierta en un “nacimiento virginal” o algo que tenga que ver con una muerte o un árbol que se convierta en una “crucifixión” (incluso si la virginidad o una cruz tampoco está involucrado), es muy difícil dar el salto final de “paralelo” a “causalidad”.

Esto es particularmente difícil debido a la gran cantidad de evidencia de que los primeros seguidores de la secta de Jesús eran judíos devotos, un grupo para el que la idea de adoptar algo “pagano” habría sido completamente horrible. Estas eran personas que se cortaban el pelo porque el cabello largo estaba asociado con la cultura pagana, helenística o que rechazaban la gimnasia y los teatros debido a su asociación con la cultura pagana. Toda la evidencia muestra que la primera secta de Jesús pasó por un período tumultuoso en sus primeros años tratando de acomodar a los no judíos en su grupo devoto judío. Para afirmar que estas personas adoptarían alegremente los mitos de Horus y Attis y Dionisio y luego los fusionarían en una historia sobre un Mesías híbrido pagano / judío (que no existía) y luego se darían la vuelta y olvidarían que no existía y afirman que él hizo y que lo hizo solo unas décadas antes es claramente una hipótesis sin sentido.

2. “Jesús era un ser celestial que existió en un reino justo debajo de la esfera lunar y no fue considerado en absoluto un ser terrenal hasta más tarde”.

Esta es la teoría presentada por otro autor mítico autoeditado, Earl Doherty, primero en The Jesus Puzzle (2005) y luego en Jesus: Ni God and Man (2009). La teoría de Doherty tiene varios defectos principales. En primer lugar, afirma que este Jesús mítico / celestial se basó en una visión platónica media del cosmos que sostenía que había un “reino sublunar carnal” en los cielos donde los dioses y los seres celestiales vivían y actuaban eventos míticos. Este es el reino, afirma Doherty, en el que se creía que Mitra mató al toro cósmico, donde Attis vivió y murió y donde Jesús fue crucificado y resucitó. El problema aquí es que Doherty hace muy poco para respaldar esta afirmación y, aunque los lectores no especializados pueden no darse cuenta de esto por la forma en que presenta esta idea, no es algo aceptado por los historiadores del pensamiento antiguo, sino una hipótesis desarrollada completamente por Doherty él mismo. Hace que parezca que esta idea es de conocimiento común entre los especialistas en filosofía platónica media, aunque nunca explica exactamente que es algo que él ha inventado. El erudito bíblico ateo Jeffrey Gibson ha concluido:

“… la plausibilidad de la hipótesis de D [oherty] depende de no tener un buen conocimiento de la filosofía antigua, específicamente del platonismo medio. De hecho, se vuelve cada vez menos plausible cuanto más se sabe de la filosofía antigua y, especialmente, del platonismo medio.

En segundo lugar, la tesis de Doherty requiere que los primeros escritos cristianos sobre Jesús, las cartas de Pablo, sean sobre este “Jesús celestial / mítico” y no uno histórico, terrenal. Excepto, como se ha señalado anteriormente, las cartas de Pablo contienen muchas referencias a un Jesús terrenal que no concuerdan con la hipótesis de Doherty. Doherty ha dedicado una gran cantidad de palabras en sus dos libros explicando las formas en que se pueden leer estas referencias para que su tesis no se derrumbe, pero estas son ingeniosas y en lugares bastante fantasiosos.

Finalmente, las explicaciones de Doherty sobre cómo esta secta del “Jesús celestial / mítico” dio lugar a una secta del “Jesús histórico / terrenal” y luego desapareció rápidamente sin rastro de credulidad. A pesar de ser la forma original del cristianismo y de sobrevivir, según Doherty, hasta bien entrado el siglo II, esta secta celestial de Jesús se desvaneció sin dejar ninguna evidencia de su existencia y no fue soñada hasta que Doherty llegó y dedujo que alguna vez existió. Esto es muy difícil de creer. El cristianismo primitivo era una fe diversa, dividida y pendenciera, con una amplia variedad de subsectas, ramificaciones y “herejías”, todas discutiendo entre sí y luchando por la supremacía. Lo que finalmente surgió de este motín de cristianismo fue una forma de “ortodoxia” que tenía todos los elementos del cristianismo actual: la Trinidad, Jesús como el encarnado divino, una resurrección física, etc. Pero sabemos de muchos de los otros rivales a esta ortodoxia. en gran parte gracias a los escritos ortodoxos que los atacan y refutan sus afirmaciones y doctrinas. Doherty espera que creamos que a pesar de toda esta literatura de disculpa que condena y refuta una amplia gama de “herejías”, no hay nadie que se moleste en mencionar este cristianismo original que enseñó que Jesús nunca estuvo en la tierra. La creencia de este mendigo.

La tesis de Doherty es mucho más popular entre los ateos que las imaginaciones de la Nueva Era de “Acharya S”, pero no ha tenido ningún impacto en la esfera académica, en parte porque los esfuerzos de autoedición no reciben mucha atención, pero principalmente debido a las fallas mencionadas anteriormente. Doherty y sus seguidores sostienen, por supuesto, que se debe a una especie de conspiración académica, al igual que los negacionistas creacionistas y del Holocausto.

3. “Jesús comenzó como una figura alegórica y simbólica del Mesías que se ‘historizó’ en una persona real a pesar de que realmente nunca existió”

Esta idea ha sido presentada con más detalle por otro teórico aficionado en otro libro autoeditado: Jesús de RG Price : un mito muy judío (2007). A diferencia de “Acharya S” y, en menor medida, Doherty, Price al menos tiene en cuenta el hecho de que las historias de Jesús y los primeros miembros de la secta de Jesús son completa y fundamentalmente judías, por lo que las fantasías sobre los mitos egipcios o la filosofía griega platónica media son no va a funcionar como punto de origen para ellos. Según esta versión de Mythicism de Jesús, Jesús fue una idealización de cómo sería el Mesías que se convirtió en una figura histórica en gran parte por error y malentendido.

Se pueden hacer varias de las mismas objeciones a la tesis de Doherty sobre este: si este fuera el caso, ¿por qué no hay restos de debates o condenas de aquellos que creyeron la versión anterior y sostuvieron que no había ningún Jesús histórico? ¿Y por qué ninguno de los enemigos del cristianismo usa el hecho de que la secta original de Jesús no creía en un Jesús histórico como argumento en contra de la nueva versión de la secta? ¿Todos lo olvidaron?

Más reveladoramente, si las historias de Jesús surgieron de ideas y expectativas del Mesías, es muy extraño que Jesús no se ajuste mejor a esas expectativas. A pesar de las afirmaciones cristianas de lo contrario, los primeros cristianos tuvieron que trabajar muy duro para convencer a otros judíos de que Jesús era el Mesías precisamente porque no cumplía con estas expectativas. Lo que es más importante, no había absolutamente ninguna tradición o expectativa mesiánica que hablara de que el Mesías fuera ejecutado y luego resucitara de los muertos; esto aparece primero con el cristianismo y no tiene ningún precedente judío. Lejos de evolucionar a partir de las profecías mesiánicas establecidas y los elementos conocidos de las Escrituras, los primeros cristianos tuvieron que luchar para encontrar algo que se pareciera vagamente a una “profecía” de este evento inesperado y poco mesiánico.

Que el centro y el clímax de la historia de Jesús se basarían en su vergonzosa ejecución y muerte no tiene sentido si surgió de las expectativas judías sobre el Mesías, ya que no contenían nada sobre tal idea. Este clímax de la historia solo tiene sentido si realmente sucedió, y luego sus seguidores tuvieron que encontrar “escrituras” totalmente nuevas y en gran medida tensas e inventadas que luego afirmaron “predijeron” este resultado, contra toda expectativa previa. La tesis de Price falla porque la historia de Jesús no se ajusta lo suficiente a los mitos judíos.

4. “Jesús no era un predicador judío en absoluto, sino alguien más o una amalgama de personas combinadas en una figura de la tradición cristiana”

Esta es la menos popular de las hipótesis del Mito de Jesús, pero el teórico aficionado italiano Francesco Carotta ( Jesús era César: sobre el origen juliano del cristianismo. Un informe de investigación – 2005) argumenta sus versiones, el programador informático Joseph Atwill ( Mesías del César). : La conspiración romana para inventar a Jesús – 2005 ) y el contador Daniel Unterbrink ( Judas the Galilean: The Flesh and Blood Jesus – 2004). Carotta afirma que Jesús fue en realidad Julio César e impuesto a la tradición judía como parte del culto al Divio Julio. Atwill afirma que Jesús fue en realidad la creación deliberada del Emperador Tito, impuesto al judaísmo de la misma manera. Tampoco hacen un buen trabajo para corroborar estas afirmaciones o para explicar por qué los romanos se dieron la vuelta, ya en el año 64 dC (quince años antes de que Tito se convirtiera en emperador) y comenzaron a perseguir el culto que supuestamente crearon. Ningún erudito toma en serio estas teorías o la de Unterbrink.

Ningún erudito también argumenta que Jesús fue una amalgama de varios predicadores judíos u otras figuras de la época. Eso es porque no hay nada en la evidencia que indique esto. Estas ideas nunca han sido discutidas de forma detallada por nadie, académico o teórico aficionado a los mitos de Jesús, pero es algo que algunos no quieren suscribir la idea de que “Jesucristo” se basa en una persona real a la que recurre para que puedan poner cierta distancia escéptica entre las afirmaciones cristianas y cualquier cosa o persona histórica. Parece ser una idea puramente retórica, sin sustancia y sin argumentos detrás de ella.

Entonces, ¿cuál es la evidencia de la existencia de un Jesús histórico?

Muchos cristianos aceptan que existió un Jesús histórico porque nunca pensaron en cuestionar la idea en primer lugar o porque están convencidos de que los evangelios pueden leerse como (más o menos) relatos históricos y, por lo tanto, no necesitan ser seriamente dudados al respecto. punto. Pero, ¿por qué la abrumadora mayoría de los eruditos no cristianos también aceptan que él existió?

La falta total de evidencia para un “cristianismo mítico”

Esencialmente, es porque es la explicación más parsimoniosa de la evidencia que tenemos. El cristianismo primitivo, en todas sus formas, y los críticos del cristianismo primitivo coinciden prácticamente en nada acerca de Jesús, excepto por una cosa: que él existió como una persona histórica a principios del primer siglo. Si realmente hubo una forma original de cristianismo que no creía esto, como requieren todas las versiones de la idea del “Mito de Jesús”, entonces no tiene sentido que no haya rastro de ella. Tal idea sería una bendición para las diversas ramas gnósticas del cristianismo, que enfatizaban sus aspectos espirituales / místicos y lo veían como un emisario de un mundo puramente espiritual para ayudarnos a escapar de la dimensión física. Un Jesús totalmente no histórico, puramente místico, se hubiera adaptado perfectamente a sus propósitos. Sin embargo, nunca enseñaron a un Jesús así: siempre lo representan como un maestro histórico del primer siglo, pero argumentan que él era “espíritu puro” y que solo tenía la “ilusión de carne”. ¿Por qué? Porque no podían negar que él había existido como una persona histórica y que no existía una tradición previa de “Jesús mítico” a la que recurrir.

Del mismo modo, el recuerdo de un cristianismo original anterior que no creía en un Jesús histórico habría sido un argumento asesino para los muchos críticos judíos y paganos del cristianismo. Los míticos de Jesús afirman que este mítico cristianismo de Jesús sobrevivió hasta bien entrado el siglo II o tercero. Tenemos respuestas cristianas ortodoxas a las críticas de judíos y paganos de ese período, de Justino Mártir, Orígenes y Minucio Félix. Intentan confrontar y responder a los argumentos que sus críticos hacen sobre Jesús: que era un tonto, un mago, un hijo bastardo de un soldado romano, un fraude, etc., pero ninguna de estas obras de disculpa menciona tanto como una pista que alguien jamás haya dicho. afirmó que nunca existió. Si existió toda una rama del cristianismo que afirmaba justamente esto, ¿por qué pasó totalmente desapercibido por estos críticos? Claramente, no existió tal protocristianismo anterior del “Jesús mítico”: es una creación de los activistas modernos de los míticos de Jesús para apoyar su teoría.

Indicadores de historicidad en los evangelios

La razón principal por la que los eruditos no cristianos aceptan que hubo un predicador judío como punto de origen de la historia de Jesús es que las historias en sí contienen elementos que solo tienen sentido si originalmente fueron sobre un predicador de ese tipo, pero que los escritores de los evangelios mismos encontraron algo torpe. Como se señaló anteriormente, lejos de ajustarse estrechamente a las expectativas sobre el Mesías venidero, la historia de Jesús en realidad muestra muchos signos de ser calzados en esas expectativas y no encajar muy bien.

Por ejemplo, en gMark, Jesús es representado como yendo al Jordán y siendo bautizado por Juan el Bautista (Marcos 1: 9-11), después de lo cual oye una voz del cielo y se va al desierto a ayunar. Para el escritor de gMark, este es el punto en el que Jesús, a la vista de muchos testigos, ordenó públicamente al Mesías de Yahweh (Jesús fue el Mesías ordenado desde el principio) y, por lo tanto, no hay ningún problema con que John lo haya bautizado. (Jesús nunca tuvo ningún pecado en Él antes de la crucifixión donde los pecados del mundo fueron puestos sobre Él). (Editado porque Jesús era Dios y hombre desde el principio, no solo “un hombre como cualquier otro”) El escritor de gMatthew, sin embargo, tiene una cristología muy diferente. En su versión, Jesús ha sido el Mesías ordenado desde su concepción milagrosa, por lo que es incómodo para él que el elegido de Dios sea bautizado por Juan, que es un profeta menor. Entonces, gMatthew cuenta más o menos la misma historia que encuentra en gMark, que utiliza como fuente, pero agrega un pequeño intercambio de diálogo que no se encuentra en la versión anterior:

Pero John trató de disuadirlo, diciendo: “Necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes a mí?”
Jesús respondió:Que así sea ahora; Es apropiado que hagamos esto para cumplir con toda justicia. Entonces John consintió.
(Mateo 3: 14-15)

Cuando recurrimos al último de los evangelios, gJohn, encontramos una historia muy diferente nuevamente. El escritor de este evangelio describe a Jesús como un Mesías místico y preexistente que tuvo una existencia celestial desde el principio de los tiempos. Entonces, para él, la idea de que Jesús sea bautizado por Juan es aún más incómoda. Entonces él resuelve el problema eliminando el bautismo por completo. En esta última versión, Juan está bautizando a otras personas y diciéndoles que el Mesías había de venir y luego ve a Jesús y lo declara como el Mesías (Juan 1: 29-33). No hay bautismo de Jesús en absoluto en la versión de gJohn.

Entonces, en estos tres ejemplos tenemos tres versiones diferentes de la misma historia escrita tres veces en las primeras décadas del cristianismo. Todos ellos están lidiando con el bautismo de Jesús por Juan de diferentes maneras e intentando adaptarlo a sus concepciones de Jesús y al menos dos de ellos están teniendo problemas para hacerlo y tienen que cambiar la historia para que se adapte a sus necesidades. ideas sobre Jesús Todo esto indica que el bautismo de Jesús por parte de Juan fue un evento histórico y que se sabe que es así, por lo que no podía quedar fuera de la historia. Esto dejó a los escritores de los evangelios posteriores con el problema de tratar de hacer que se ajustara a sus ideas en evolución sobre quién y qué era Jesús.

Hay varios otros elementos en los evangelios como este. gLuke y gMatthew hacen todo lo posible para contar historias que “expliquen” cómo Jesús nació en Belén a pesar de ser de Nazaret, ya que Miqueas 5: 2 fue tomada como una profecía de que el Mesías debía ser de Belén. Sin embargo, ambos evangelios cuentan historias completamente diferentes, totalmente contradictorias y mutuamente excluyentes (una se desarrolla diez años después de la otra) que todos, excepto los eruditos cristianos más conservadores, reconocen que no son históricos. Entonces surge la pregunta: ¿por qué hicieron este esfuerzo? Si Jesús existió y era de Nazaret, esto tiene sentido. Claramente, algunos judíos se opusieron a la afirmación de que Jesús era el Mesías con el argumento de que era de la aldea insignificante de Nazaret en Galilea y no de Belén en Judea – Juan 7: 41-42 incluso representa a algunos judíos haciendo precisamente esta objeción. Por lo tanto, tiene sentido que surjan tradiciones cristianas que “expliquen” cómo un hombre conocido como galileo de Nazaret nació en Belén y se crió en Nazaret, de ahí las historias contradictorias en gLuke y gMatthew que tienen esto como su fin.

Sin embargo, si no hubo un Jesús histórico, entonces es muy difícil explicar por qué un pueblo insignificante como Nazaret está en la historia. Si Jesús fuera una figura puramente mítica y las historias de su vida evolucionaran a partir de las expectativas sobre el Mesías, entonces él sería de Belén, como se esperaba como un Mesías. Entonces, ¿por qué Nazaret, un pequeño lugar sin significado religioso, en la historia? ¿Y por qué todo el esfuerzo para que Jesús nazca en Belén, pero mantener a Nazaret en la narrativa? La única explicación razonable es que Nazaret es el elemento histórico en estos relatos; está en la historia porque de allí es de donde era. Un Jesús histórico explica la evidencia mucho mejor que cualquier alternativa “mítica”.

“Alexamenos adora a su dios” – Un graffito romano se burla de la idea de un dios crucificado

Pero probablemente el mejor ejemplo de un elemento en la historia que fue tan incómodo para los primeros cristianos que simplemente tiene que ser histórico es la crucifixión. La idea de un Mesías que muere era totalmente desconocida y completamente ajena a cualquier tradición judía anterior al comienzo del cristianismo, pero la idea de un Mesías que fue crucificado no solo era extraña, sino absurda. Según la tradición judía, cualquier persona que fuera “colgada de un árbol” debía ser considerada maldita por Yahweh y esta era una de las razones por las que la crucifixión se consideraba especialmente aborrecible para los judíos. El concepto de un Mesías crucificado, por lo tanto, era totalmente extraño y absurdo.

Era igualmente extraño para los no judíos. La crucifixión fue considerada la muerte más vergonzosa y aborrecible, tanto que uno de los privilegios de la ciudadanía romana es que los ciudadanos nunca podrían ser crucificados. La idea de un dios crucificado, por lo tanto, era absurda y extraña. Este fue tanto el caso que los primeros cristianos evitaron cualquier representación de Jesús en la cruz: las primeras representaciones de la crucifixión aparecen en el siglo IV, después de que los emperadores cristianos prohibieron la crucifixión y comenzó a perder su estigma. Es significativo que la primera representación de la crucifixión de Jesús que tenemos es un graffito de Roma que muestra a un hombre adorando a una figura crucificada con la cabeza de un burro con la leyenda burlona “Alexamenos adora a su dios”. La idea de un dios crucificado era, literalmente, ridícula. Pablo reconoce cuán absurda era la idea de un Mesías crucificado en 1Cor 1:23, donde dice que “es un obstáculo para los judíos y un absurdo para los gentiles”.

Los relatos de la crucifixión de Jesús en los evangelios también muestran cuán incómoda fue la naturaleza de la muerte de su Mesías para los primeros cristianos. Todos están llenos de referencias a textos en el Antiguo Testamento como formas de demostrar que, lejos de ser un absurdo, esto era lo que se suponía que debía pasarle al Mesías. Pero ninguno de los textos utilizados se consideraban profecías del Mesías antes de que apareciera el cristianismo y algunos de ellos son muy forzados. Los pasajes del “siervo sufriente” en Isaías 53 son puestos en servicio como “profecías” de la crucifixión, ya que representan una figura acusada falsamente, rechazada y entregada para ser “perforada … como una ofrenda por la culpa”. Pero los evangelios no hacen referencia a otras partes del mismo pasaje que no encajan en absoluto con su historia, como donde se dice que esta cifra “prolongará sus días y mirará a su descendencia”.

Claramente, los escritores de los evangelios se esforzarían por encontrar algún tipo de base bíblica para esta muerte bastante incómoda para el líder de su grupo, una que les permitiera mantener su creencia de que él era el Mesías. Una vez más, esto tiene más sentido si hubo un Jesús histórico y fue crucificado, dejando a sus seguidores con este incómodo problema. Si no hubo Jesús histórico en absoluto, se hace muy difícil explicar de dónde proviene este elemento extraño, sin precedentes e incómodamente incómodo en la historia. Es difícil ver por qué alguien inventaría la idea de un Mesías crucificado y crearía estos problemas. Y dado que no había precedente para un Mesías crucificado, es casi imposible ver esta idea evolucionar a partir de tradiciones judías anteriores. La explicación más lógica es que está en la historia, a pesar de su gran incomodidad, porque sucedió .

Referencias no cristianas a Jesús como figura histórica

Muchos apologistas cristianos exageran enormemente la cantidad de escritores antiguos no cristianos que dan fe de la existencia de Jesús. Esto se debe en parte a que no están simplemente mostrando que existía un simple predicador judío, sino que están defendiendo la existencia del “Jesucristo” de la doctrina cristiana: una figura supuestamente sobrenatural que supuestamente realizó milagros públicos asombrosos frente a audiencias de miles de testigos. . Ciertamente se podría argumentar que una figura tan maravillosa se habría notado fuera de Galilea y Judea, por lo que también debería haber sido ampliamente notada. Entonces, los apologistas cristianos a menudo citan una larga lista de escritores que mencionan a Jesús, generalmente incluyendo a Josefo, Plinio el Joven, Tácito, Suetonio, Luciano, Talo y muchos otros. Pero de estos, solo Tácito y Josefo en realidad mencionan a Jesús como una persona histórica; los demás son simplemente referencias al cristianismo primitivo, algunos de los cuales mencionan al “Cristo” que fue el foco de su adoración.

Si simplemente estamos notando la existencia de Jesús como un predicador judío humano, no estamos obligados a producir más menciones de él de lo que esperaríamos de figuras comparables. Y lo que encontramos es que tenemos tanta evidencia de su existencia (fuera de cualquier escrito cristiano) como la que tenemos para otros predicadores judíos, profetas y reclamantes mesiánicos de la época. Los dos escritores no cristianos que lo mencionan como persona histórica son Josefo y Tácito.

Josefo

El aristócrata sacerdotal judío Joseph ben Matityahu, que tomó el nombre romano Flavio Josefo, es nuestra principal fuente de información sobre asuntos judíos en este período y generalmente es el único escritor de la época que menciona a los predicadores, profetas y reclamantes mesiánicos judíos. El primer siglo. No es sorprendente que mencione a Jesús dos veces: primero con cierto detalle en Antigüedades de los judíos XVIII.3.4 y nuevamente más brevemente cuando menciona la ejecución del hermano de Jesús Santiago en Antigüedades XX.9.1. Sin embargo, la primera referencia es problemática, ya que contiene elementos que Josefo no pudo haber escrito y que parecen haber sido añadidos más tarde por un interpolador cristiano. Aquí está el texto, con las posibles interpolaciones en negrita:

“Ahora hubo por esta vez Jesús, un hombre sabio, si es legal llamar
él un hombre ; porque él era un hacedor de hechos paradójicos, un maestro de tales hombres
como recibir la verdad con gusto. Se acercó a él a muchos de los
Judios y muchos de los gentiles. Él era [el] Cristo. Y cuando Pilato, a sugerencia de los hombres principales entre nosotros, lo había condenado a la cruz,
los que lo amaron al principio no lo abandonaron; porque él apareció
a ellos vivos otra vez al tercer día; como los profetas divinos habían predicho
estas y otras diez mil cosas maravillosas que le conciernen. Y el
tribu de cristianos, llamada así por él, no se han extinguido en este día.

Ha habido un largo debate sobre qué partes de esta referencia a Jesús son auténticas para Josefo o incluso si todo el pasaje es una interpolación general. Los defensores de la hipótesis del mito de Jesús, naturalmente, optan por la idea de que no es auténtica de ninguna manera, pero hay fuertes indicios de que, aparte de las adiciones obvias que se muestran en negrita arriba, Josefo mencionó a Jesús en este punto de su texto.

Para empezar, varios elementos en el pasaje son distintivamente josefanos en su estilo y fraseo. “Ahora (había) por este tiempo …” es utilizado por Josephus como una forma de introducir un nuevo tema cientos de veces en su trabajo. No hay paralelos cristianos primitivos que se refieran a Jesús simplemente como “un hombre sabio”, pero este es un término usado por Josefo varias veces, por ejemplo, sobre Salomón y Daniel. Los escritores cristianos pusieron mucho énfasis en los milagros de Jesús, pero aquí el pasaje usa un término bastante neutral παραδόξων ἔργων – “paradoxa erga” o “hechos paradójicos”. Josefo usa esta frase en otra parte sobre los milagros de Eliseo, pero el término también puede significar “hechos que son difíciles de interpretar” e incluso tiene connotaciones de escepticismo cauteloso. Finalmente, el uso de la palabra φῦλον (“phylon” – “raza, tribu”) no es usado por los cristianos sobre sí mismos en ninguna obra de la época, pero Josephus lo usa en otras partes sobre sectas, naciones u otros grupos distintos. Además, con la única excepción de Χριστιανῶν (“Christianon” – “Cristianos”), cada palabra del pasaje se puede encontrar en otra parte de los escritos de Josefo.

El peso de la evidencia del vocabulario y el estilo del pasaje depende en gran medida de su autenticidad parcial. No solo contiene frases distintivas de Josefo que utilizó en contextos similares en otros lugares, sino que también son frases que no se encuentran en los primeros textos cristianos. Y está significativamente libre de términos y frases de los evangelios, que esperaríamos encontrar si fue creado al por mayor por un escritor cristiano. Entonces, o bien un interpolador cristiano muy inteligente logró de alguna manera sumergirse en la redacción y el lenguaje de Josefo, sin concordancias y diccionarios modernos y crear un pasaje que contenga una fraseología distintivamente josefeana, o lo que tenemos aquí es un pasaje genuinamente josefino que simplemente se ha agregado a torpemente

Como resultado de esta y otras pruebas (por ejemplo, las paráfrasis en árabe y siríaco de este pasaje que parecen provenir de una versión anterior a las torpes adiciones del interpolador), el consenso entre los estudiosos de todos los orígenes es que el pasaje es parcialmente genuino, simplemente agregado en algunos lugares obvios Josephus and Modern Scholarship (1984) de Louis H. Feldman realiza un estudio sobre la cuestión de 1937 a 1980 y descubre que 52 académicos sobre el tema, 39 consideran que el pasaje es parcialmente auténtico.

Peter Kirby ha realizado una encuesta de la literatura desde entonces y descubrió que esta tendencia ha aumentado en los últimos años. Concluye: “En mi propia lectura de trece libros desde 1980 que tocan el pasaje, diez de trece argumentan que el pasaje ( Antigüedades de los judíos XVIII.3.4) es en parte genuino, mientras que los otros tres lo mantienen completamente falso. Casualmente, los mismos tres libros también sostienen que Jesús no existió “.

La otra mención de Jesús en Josefo, Antigüedades XX.9.1, es mucho más directa, pero mucho más problemática para los míticos de Jesús. En él, Josephus relata un evento político importante que sucedió cuando era joven. Este habría sido un evento significativo y memorable para él, ya que solo tenía 25 años en ese momento y causó agitación en su propia clase social y política, las familias sacerdotales de Jerusalén que incluían la suya.

En el año 62 d. C., el procurador romano de Judea, Porcio Festo, murió mientras estaba en el cargo y su sustituto, Lucceius Albinus, todavía se dirigía a Judea desde Roma. Esto dejó al Sumo Sacerdote, Hanan ben Hanan (generalmente llamado Ananus), con un reinado más libre de lo habitual. Ananus ejecutó a algunos judíos sin permiso romano y, cuando esto fue señalado a la atención de los romanos, Ananus fue depuesto. Esta declaración habría sido memorable para el joven Josefo, que acababa de regresar de una embajada a Roma en nombre de los sacerdotes de Jerusalén. Pero lo que hace que este pasaje sea relevante es lo que Josefo menciona, de paso, como la causa de la agitación política:

Festo ya estaba muerto, y Albino no estaba más que en el camino; entonces (el Sumo Sacerdote) reunió al Sanedrín de jueces y trajo ante ellos al hermano de Jesús, que se llamaba Mesías, cuyo nombre era Jacobo , y algunos otros; y cuando formuló una acusación contra ellos como infractores de la ley, los entregó para que fueran apedreados.

Esta mención es periférica a la historia que Josephus está contando, pero como sabemos por fuentes cristianas que el hermano de Jesús, James, dirigió la secta de Jesús en Jerusalén en este período y tenemos un relato cristiano separado y no dependiente de la ejecución de James por parte de los cristianos. Sacerdocio de Jerusalén, está bastante claro a qué “Jesús, llamado Mesías”, se refiere aquí Josefo.

Casi sin excepción, los estudiosos modernos consideran este pasaje genuino y una referencia indiscutible a Jesús como una figura histórica de alguien contemporáneo de su hermano y que conocía de primera mano la ejecución de ese hermano. Esta referencia bastante inequívoca a un Jesús histórico deja a los míticos de Jesús con un problema espinoso, que generalmente intentan resolver de dos maneras:

(i) “Las palabras” que fue llamado Mesías “son una interpolación cristiana posterior” –

Dado que es totalmente improbable que un interpolador cristiano invente toda la historia de la deposición del Sumo Sacerdote solo para deslizarse en esta referencia pasajera a Jesús, los míticos intentan argumentar que las palabras clave que identifican de qué Jesús está siendo hablado son interpoladas. Lamentablemente este argumento no funciona. Esto se debe a que el pasaje es discutido no menos de tres veces a mediados del siglo III por el apologista cristiano Orígenes y cita directamente la sección correspondiente con las palabras “Jesús, quien fue llamado el Mesías” las tres veces: en Contra Celsum I. 4, en Contra Celsum II: 13 y en Commentarium en evangelium Matthaei X.17. Cada vez que usa precisamente la frase que encontramos en Josefo: αδελφος Ιησου του λεγομενου Χριστου (“el hermano de ese Jesús que se llamaba Mesías”). Esto es significativo porque Orígenes estaba escribiendo una generación entera antes de que el cristianismo estuviera en posición de alterar los textos de Josefo. Si esta frase estaba en el pasaje en la época de Orígenes, entonces era claramente original de Josefo.

(ii) “El Jesús al que se hace referencia aquí no era el Jesús del cristianismo, sino el ‘Jesús, hijo de Dameus’ mencionado más adelante en el mismo pasaje”.

Después de detallar la deposición del Sumo Sacerdote Ananus, Josefo menciona que fue sucedido como Sumo Sacerdote por cierto “Jesús, hijo de Damneus”. Así que los míticos intentan argumentar que este era el Jesús del que Josefo estaba hablando antes, ya que Jesús era un nombre muy común. Ciertamente lo fue, pero sabemos cómo Josephus tuvo cuidado de diferenciar entre diferentes personas con el mismo nombre común. Entonces tiene más sentido que llame a un “Jesús que se llamaba Mesías” y al otro “Jesús hijo de Damneus” para hacer precisamente esto. En ningún otro lugar llama a la misma persona dos cosas diferentes en el mismo pasaje, como lo requiere el argumento mítico. Y ciertamente no lo haría sin dejar en claro que el Jesús que se hizo Alto Sacerdote era el mismo que había mencionado anteriormente, lo cual no hace.

Los míticos también siguen atrapados con la frase “quién fue llamado Mesías”, que según las menciones de Orígenes no se puede descartar como una interpolación. Por lo general, intentan argumentar que, como Sumo Sacerdote, Jesús, el hijo de Damenus, habría sido “llamado Mesías” porque “Mesías” significa “ungido” y los sacerdotes fueron ungidos con aceite en su elevación. Ya que no hay ejemplos reales de Al referirse a los sacerdotes de esta manera, este es otro argumento ad hoc diseñado simplemente para sacar el argumento mítico.

Entonces, el consenso de los eruditos, cristianos y no cristianos, es que el pasaje de las Antigüedades XVIII.3.4 es auténtico a pesar de algunas adiciones posteriores obvias y el pasaje de las Antigüedades XX.9.1 es completamente auténtico. Estas referencias por sí solas nos brindan tanta evidencia de la existencia de un “Jesús, que se llamaba Mesías” histórico como el que tenemos para predicadores y profetas judíos comparables y en realidad es suficiente para confirmar su existencia con referencia a cualquier evangelio o fuente cristiana.

Tácito

La mención de Jesús en los Anales del aristocrático historiador y senador romano Publio Cornelio Tácito es significativa en parte por su estatus como uno de los historiadores más cuidadosos y escépticos del mundo antiguo y en parte porque es de lo que obviamente es un testigo hostil. Tácito despreciaba absolutamente el cristianismo, como lo deja claro cuando menciona cómo el emperador Nerón intentó hacer de ellos un chivo expiatorio después del Gran Incendio de Roma en el 64 d. ​​C. También da cuenta a sus lectores como el origen de la secta cristiana y su fundador en Judea:

En consecuencia, para deshacerse del informe, Nerón se hizo cargo de la culpa e infligió las torturas más exquisitas en una clase odiada por sus abominaciones, llamadas cristianos por la población. Christus, de quien el nombre tuvo su origen, sufrió la pena extrema durante el reinado de Tiberio a manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato, y una superstición muy traviesa, así comprobada por el momento, estalló nuevamente no solo en Judæa , la primera fuente del mal, pero incluso en Roma, donde todas las cosas horribles y vergonzosas de todas partes del mundo encuentran su centro y se vuelven populares.
(Tácito, Anales , XV.44)

Una vez más, esta referencia clara a Jesús, completa con los detalles de su ejecución por Pilato, es un problema importante para los míticos. A veces intentan lidiar con él utilizando su antiguo argumento de espera: una afirmación de que es una interpolación posterior. Pero este pasaje es distintivamente tácito en su lenguaje y estilo, y es difícil ver cómo un escriba cristiano posterior podría haber logrado afectar la gramática latina perfecta del siglo II y un auténtico estilo tácito y engañar a unos 400 años de estudiosos tácito, que todos consideran Este pasaje y claramente genuino.

Una forma más común de descartar este pasaje es afirmar que todo lo que Tácito está haciendo es repetir lo que los cristianos le habían dicho sobre su fundador y, por lo tanto, no es un testimonio independiente de Jesús en absoluto. Esto es un poco más factible, pero aún falla en varios frentes.

En primer lugar, Tácito hizo hincapié en no usar rumores, en referirse a fuentes o personas en cuyo testimonio confiaba y en señalar meros rumores, chismes o informes de segunda mano como tales cuando podía. Fue explícito en su rechazo de la historia basado en rumores anteriores en su trabajo:

Mi objetivo al mencionar y refutar esta historia es, con un ejemplo conspicuo, poner rumores y solicitar que todos aquellos en cuyas manos mi trabajo venga no atrapen ansiosamente rumores salvajes e improbables con preferencia a la historia genuina.
(Tácito, Anales , IV.11)

En segundo lugar, si Tácito rompiera su propia regla y aceptara rumores sobre el fundador del cristianismo, entonces es muy poco probable que lo haga por los propios cristianos (si este aristócrata incluso tuviera algún contacto con alguno), a quien consideraba con total desprecio. Él llama al cristianismo “una superstición más traviesa … malvada … horrible y vergonzosa … (con un) odio contra la humanidad”, no exactamente las palabras de un hombre que consideraba a sus seguidores como fuentes confiables sobre el fundador de su secta.

Además, lo que dice sobre Jesús no muestra ningún signo de tener su origen en lo que diría un cristiano: no tiene indicios ni menciones de las enseñanzas de Jesús, sus milagros y nada sobre el reclamo que resucitó de entre los muertos. Por otro lado, contiene elementos que habrían sido notables para un romano u otro no cristiano: que este fundador fue ejecutado, donde sucedió, cuando ocurrió {“durante el reinado de Tiberio”) y qué gobernador romano llevado a cabo la pena.

Sabemos por el mismo pasaje anterior que Tácito consultó varias fuentes anteriores (sin nombre) al escribir su relato de las secuelas del Gran Incendio (ver Anales XV.38), por lo que puede haber sido uno de estos que le dio su información sobre Jesús. Pero había alguien más en Roma en el momento en que Tácito escribió que se mezcló en los mismos círculos, que también era un historiador y que habría sido la persona obvia para que Tácito preguntara sobre oscuros predicadores judíos y sus sectas. Nada menos que Josefo vivía y escribía en Roma en este momento y, como Tácito, se asoció con la corte imperial gracias a su patrocinio primero del emperador Vespasiano y luego de su hijo y sucesor Tito. Existe una fuerte correspondencia entre los detalles sobre Jesús en los Anales XV.44 y las Antigüedades XVIII.3.4, por lo que es al menos bastante plausible que Tácito simplemente le preguntara a su compañero erudito aristocrático sobre los orígenes de esta secta judía.

Conclusión

La pregunta preguntaba si los historiadores consideraban la existencia de Jesús como un “hecho histórico”. La respuesta es que hacen tanto como cualquier erudito puede hacerlo por la existencia de un oscuro predicador campesino en el mundo antiguo. Hay tanta evidencia, si no un poco más, de la existencia de Yeshua ben Yusef como hay para otros predicadores, profetas y reclamantes mesiánicos judíos comparables, incluso sin mirar el material del evangelio. Además, ese material contiene elementos que solo tienen sentido si sus historias son sobre una figura histórica.

Los argumentos de los míticos de Jesús, por otro lado, requieren contorsiones y suposiciones que simplemente no resisten la Navaja de Occam y descansan continuamente en posiciones que no son aceptadas por la mayoría de los eruditos judíos y no cristianos. Los defensores de la hipótesis del mito de Jesús son casi exclusivamente aficionados con un hacha ideológica para moler y su posición es y seguramente permanecerá al margen de las teorías sobre los orígenes del cristianismo.

Si.

Varios historiadores contemporáneos atestiguaron la existencia de Jesús según lo registrado en la porción del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, incluidos los historiadores romanos Tácito y Plinio el Joven , junto con el historiador judío Flavio Josefo .

Tácito (55-117 dC) hace referencia a Jesús y la religión cristiana cuando declara en uno de sus escritos que Nerón había comenzado a perseguirlos después de usarlos como chivo expiatorio para el Gran Incendio de Roma en el 64 dC

Plinio el Joven (112 DC) informa que bajo su administración de una provincia en Asia Menor, varios cristianos, al ser arrestados, insistieron en que solo eran culpables de participar en actividades puramente inocuas, como reunirse pacíficamente para llevar a cabo servicios de oración silenciosamente. , cantando y cenando, sin mencionar ayudar a los pobres.

Flavio Josefo (37–100 dC) confirma el relato de la vida, el ministerio y la ejecución de Jesús en sus Antigüedades de los judíos. Aunque los manuscritos ligeramente alterados han creado divisiones entre los historiadores con respecto a su fiabilidad, las versiones más antiguas y auténticas de los escritos de Josefo no entran en conflicto con los relatos del Evangelio.

Por ejemplo, algunas versiones del testimonio de Josefo incluyen la declaración “Él [Jesús] era el Cristo”. Una forma más pura de esta traducción sería: “Se dijo que era el Cristo”.

Varias otras fuentes, incluyendo Suetonio (69-140 d. C.) y el Talmud de Babilonia (completado en el siglo VI d. C.), una fuente judía que atribuye los milagros de Jesús a la “brujería”, también reconocen la existencia de cristianos y de Cristo.

También hay muchas fuentes cristianas que dan fe de la veracidad de los relatos del Evangelio. Estos incluyen a Clemente de Roma (50-107 dC), Ignacio de Antioquía (100 dC) y Justino Mártir (106-167 dC), entre otros.

La mejor evidencia de que Jesús realmente existió es su nombre: Jesús de Nazaret.

¿Alguna vez te has preguntado por qué no se llamaba Jesús de Belén? Después de todo, allí es donde supuestamente nació: en la Ciudad de David de la Casa de David. Ahí es donde todas las profecías decían que el Mesías tenía que nacer. Nazaret era una aldea insignificante en la provincia de Galilea y no tenía profecías ni tradiciones asociadas a ella. Dos de los Evangelios hacen todo lo posible para explicar cómo llegó a vivir en Nazaret, a pesar de haber nacido en Belén, aunque sus relatos se contradicen entre sí, por lo que uno de ellos al menos debe ser falso. Mark y John no mencionan dónde nació, pero Matthew nos dice que Mary y Joseph vivían en una casa en Belén (sin mencionar un establo, o que no había lugar en la posada), y tuvieron que huir, primero para Egipto, y luego a Nazaret, para escapar de la ira de Herodes (padre e hijo), quien llegó al extremo de matar a todos los niños en Belén para deshacerse de él. Luke, por otro lado, nos dice que José y María realmente vivían en Nazaret, e inventa la historia que todos conocemos sobre el censo que requería que todos regresaran a su ciudad natal para ser contados (los romanos tenían censos, aunque no había No es uno en el marco de tiempo relevante, y por supuesto la gente no tuvo que dejar todo y viajar distancias enormes por ellos.) Según Luke, la Sagrada Familia se quedó en Belén (o al menos Judea) el tiempo suficiente para que él ser llevado al Templo para la purificación ritual y la circuncisión, sin ninguna preocupación aparente de que un Rey psicópata estaba matando al azar a todos los niños locales, antes de regresar a Nazaret. Más tarde regresaron a Jerusalén cuando Jesús tenía doce años, cuando lo dejaron atrás y luego fue encontrado en el Templo, sorprendiendo a todos con su sabiduría, y nuevamente aparentemente inmunes a la furia asesina de Herodes.

Además, todo el primer ministerio de Jesús se encuentra en Galilea, en Nazaret y Capernaum, y especialmente en y alrededor del lago de Galilea.

Ahora, si Jesús fue un personaje ficticio inventado por los escritores de los evangelios, ¿por qué demonios tendrían tantos problemas para que naciera en Belén, pero se criara en Nazaret y creara una masa de evidencia contradictoria, que solo puede ¿Poner en duda su veracidad? Lo lógico sería inventar un Mesías que nació y vivió en Belén, y que predicó y enseñó en Judea. La razón obvia por la que no podían hacer eso era porque todos sabían que había una figura histórica conocida como ‘el Nazareno’, que vino de Nazaret, lo cual, dado que el Mesías había nacido en Belén, era un hecho claramente inconveniente de que tuvo que ser explicado de alguna manera.

Debes admitir que hicieron un buen trabajo: las historias que inventaron para explicar esta inconveniente anomalía (la masacre de los inocentes, la huida a Egipto, la posada abarrotada y el nacimiento en un establo con un buey y un asno, los pastores y los Magos, y así sucesivamente) han perseguido la imaginación de generaciones de creyentes durante 2000 años, y se han ampliado tanto en el arte y la tradición que casi nadie se da cuenta de las inconsistencias. Aún así, si comenzaras desde cero y pudieras inventar cualquier historia que te gustara, nunca se te hubiera ocurrido esa (o esas, como digo, son inconsistentes).

El único otro hecho razonablemente cierto sobre Jesús (aparte de que él existió) es que fue crucificado. Y nuevamente, la lógica es que si no fuera cierto, nadie lo habría inventado. La crucifixión no solo era un medio de ejecución particularmente cruel, era vergonzoso y humillante. Incluso hoy los musulmanes, que veneran a Jesús solo un poco menos que Mahoma, se niegan a aceptar que murió en la cruz, y el cristianismo tardó unos 500 años antes de que el Cristo crucificado se convirtiera en una imagen religiosa aceptada. La idea de que Jesús redimió a la humanidad y conquistó la muerte para todos nosotros, a través de su sacrificio en la cruz, obviamente ha sido el principio central y definitorio de la religión, pero en ese momento la idea de un Mesías que fue ejecutado como un criminal común sería No ha sido fácil de vender. Nadie lo habría inventado si no hubiera sido cierto.

Todo lo demás que creemos saber acerca de Jesús (que puede o no ser cierto, no pretendo saberlo con certeza, porque nadie lo sabe, excepto por un acto de fe) se basa en el Nuevo Testamento (las Epístolas de Pablo así como los Evangelios, porque las Epístolas llegaron primero históricamente) y no tienen una verificación histórica independiente: las referencias a Jesús en Josefo y Tácito, mencionadas en otras respuestas a esta pregunta, vienen más tarde. Parte de esto puede ser cierto, pero no todo puede serlo, porque hay muchas otras inconsistencias entre los Evangelios, aparte de las diferencias en las historias de infancia de Mateo y Lucas mencionadas anteriormente, por lo que si algo es cierto, otras partes no puede ser (pero esa es una pregunta para otro momento), pero es una cuestión de fe y creencia, no una evidencia histórica.

Sí hay. Incluso si uno ignora los evangelios que fueron escritos por hombres que valoraron ser sinceros. Quien no miente, hubo, en el primer siglo, un historiador judío muy respetado que escribió sobre lo que experimentó en el primer siglo, incluidas las cosas horribles que sucedieron, 70 DC, a Jerusalén, su Templo y las personas que todavía estaban allí (BTW, Jesús dijo a los seguidores de Jesús, antes de que lo mataran, esto:

Mateo 24:15

‘… cuando ves la cosa repugnante que causa la desolación, según lo mencionado por el profeta Daniel, parado en un lugar sagrado (deja que el lector use el discernimiento), 16 entonces deja que aquellos en Judaa comiencen a huir a las montañas. 17 Que el hombre que está en la azotea no baje para sacar los bienes de su casa, 18 y que el hombre en el campo no vuelva a recoger su prenda exterior. 19 ¡Ay de las mujeres embarazadas y de aquellos que amamantan a un bebé en esos días! 20 Siga orando para que su vuelo no ocurra en invierno ni en el día de reposo; 21 porque entonces habrá una gran tribulación tal como no ha ocurrido desde el comienzo del mundo hasta ahora, no, ni volverá a ocurrir. 22 De hecho, a menos que esos días se acortaran, ninguna carne se salvaría; pero a causa de los elegidos, esos días se acortarán.

Debido a que los seguidores de Jesús fueron advertidos con anticipación, abandonaron Jerusalén a su debido tiempo y se dirigieron a las colinas. Así escaparon de la carnicería, que Josephus, el historiador, que presenció la mayor parte de lo que escribió en el primer siglo, describió en detalle.

Además, tanto James, el hermano de Jesús y Jesucristo mismo se mencionan en ese mismo libro de historia en diferentes lugares. Tengo una traducción del libro en mi estantería. El libro está probablemente en su biblioteca local y se llama: “Antigüedades judías” por Flavio Josefo.

Hay un sitio web que analiza ese mismo libro y la mención de Cristo y Santiago. Aquí está parte de la cuenta del sitio web donde cita lo que está en el libro:

En Roma, en el año 93, Josefo publicó su larga historia de los judíos. Mientras discutía el período en que los judíos de Judea fueron gobernados por el procurador romano Poncio Pilato, Josefo incluyó el siguiente relato:

Alrededor de este tiempo vivía Jesús, un hombre sabio, si es que uno debería llamarlo hombre. Porque él era uno que realizaba acciones sorprendentes y era un maestro de personas que aceptaban la verdad con gusto. Se ganó a muchos judíos y a muchos griegos. El era el Mesías. Y cuando, ante la acusación de los hombres principales entre nosotros, Pilato lo había condenado a una cruz, los que primero lo habían amado no cesaron. Se les apareció pasando un tercer día restaurado a la vida, porque los profetas de Dios habían predicho estas cosas y otras mil maravillas acerca de él. Y la tribu de los cristianos, llamada así por él, aún no ha desaparecido hasta el día de hoy.

Antigüedades judías , 18.3.3 §63
(Basado en la traducción de

Louis H. Feldman,

La biblioteca clásica de Loeb.)

Si puede encontrar una copia en la biblioteca, mire el índice en la parte posterior, los nombres incluidos en el libro, Vea en qué página está ‘James’.

El sitio web que busqué es muy informativo. Para llegar allí, solo busca en Google:

Josefo cuenta de Jesús El Testimonium Flaviuonium.

Asegúrese de leer hasta el final de la información ahora.

¿Qué piensas? Casi tan pronto como se escribieron los evangelios y el resto del Nuevo Testamento, ha habido una campaña diabólica para detener la lectura de la Biblia por parte de la gente común (la Iglesia RC lo hizo hasta el siglo XX) o estas personas que adoptaron ‘críticas más altas’ He estado tratando de deslegitimar la Biblia, tanto el AT como el NT desde entonces.

Digo diabólica y lo digo en serio. Estas personas olvidan que los que caminaron y hablaron con Jesús fueron hombres honestos. Sus propios evangelios tienen muchos hechos dentro de ellos que los fraudes no conocerían. Los que escribieron y compilaron las escrituras fueron hombres honestos y dijeron la verdad.

Las sagradas escrituras completas no son una conspiración enrevesada para ejercer poder sobre la gente común en detrimento de ellas. Es cierto que en tiempos medievales los clérigos ejercieron un poder indebido sobre la gente común, pero fue el diablo quien los inspiró a hacerlo, no Jesús. Eran cristianos falsos. Jesús les dijo a sus discípulos (y a nosotros) que todas las personas son iguales y que una persona no debe “dominarlo” sobre otra. Por el contrario, dijo que los más grandes entre ellos serían sus sirvientes.

Aquellos que hoy usan sombreros y prendas especiales bordados con hilo de oro y que están en la cima de la escalera clerical, parecen haber olvidado por completo lo que Jesús demostró en su propia vida. Jesús les mostró a sus seguidores lo que implica servir a otros lavándose los pies él mismo. Eso fue para enfatizar lo que podría significar ser un sirviente. Ahora las grandes iglesias “aceptadas” han reducido eso a una mera ceremonia que se celebra una vez al año.

Es por eso que aquellos con muy poca o ninguna fe en Dios han agrupado a todos los que se llaman cristianos en un gran bulto indistinguible. Se han vuelto contra el verdadero cristianismo que todos los días demuestran personas humildes que nunca visitan a los primeros ministros, primeros ministros y reyes, y que se horrorizarían si alguien tratara de inclinarse ante ellos, besar el anillo en su dedo o animarlos mientras viajan a traves de las calles. Es por eso que la cristiandad actual (es decir, todas las iglesias muy ricas) no convence.

Muchas personas comparan organizaciones como esa con la famosa prostituta de Babilonia descrita en Apocalipsis capítulo 18, que cito:

Apocalipsis 18: 1 ‘Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran autoridad, y la tierra fue iluminada por su gloria. 2 Y él gritó con voz fuerte, diciendo: “¡Ella ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído, y se ha convertido en una morada de demonios y un lugar donde cada espíritu inmundo y cada ave inmunda y odiada acecha! 3 Porque debido al vino de la pasión de su inmoralidad sexual, todas las naciones han sido víctimas, y los reyes de la tierra cometieron inmoralidad sexual con ella, y los mercaderes de la tierra se hicieron ricos debido al poder de su desvergonzado lujo. “4 Y escuché otra voz del cielo que decía:” Sal de ella, pueblo mío, si no quieres compartir con ella sus pecados, y si no quieres recibir parte de sus plagas. 5 Porque sus pecados se han acumulado juntos hasta el cielo, y Dios le ha recordado sus actos de injusticia.

Que Dios te bendiga. 🙂

Desea las respuestas proporcionadas por lo que considera historiadores creíbles. Descubrí el libro de Elizabeth Clare Prophet que no sabía que existía. Ella fue una de las maestras mensajeras ascendidas con la que estudié y que hizo su ascensión en 1999. Ahora se la conoce como Maestra Ascendida, Guru Ma.

Los Evangelios registran a Jesús a los 12 años en el templo, luego a los 30 en el río Jordán. ¿Dónde estaba él mientras tanto? Antiguos manuscritos budistas dicen que Jesús dejó Palestina y viajó a India, Nepal, Ladakh y Tibet.

El libro se titula “Los años perdidos de Jesús, evidencia documental del viaje de 17 años de Jesús al este. Creo que hay una versión en PDF gratuita, pero pedí una copia en Los años perdidos de Jesús: evidencia documental de los 17 años de Jesús”. -Año Viaje al Este: Elizabeth Clare Prophet: 9780916766870: Amazon.com: Libros.

Aquí hay una reseña de su libro: “Bien escrito y provocativo. La investigación no solo fue exhaustiva y precisa, sino que fue muy, muy cuidadosa. ” – Robert S. Ravicz, PhD, Profesor de Antropología, California State University, Northridge. Es posible que pueda llamar al profesor Ravicz para obtener su comentario.

Hace más de 2000 años, Jesús enseñó y demostró la conciencia de Cristo (llamada por un nombre diferente según la cultura) y la ascensión. Por lo tanto, Jesús es un maestro ascendido y enseña desde el reino ascendido a través de dictados de mensajeros.

El maestro ascendido Jesús es un Cristo planetario, un maestro mundial que ha descrito su papel de la siguiente manera:

He venido para que todos puedan tener vida y para que la tengan manifestada más abundantemente. Verdaderamente, soy el verdadero Jesús, pero hoy no vengo a ustedes como el Jesús que muchas personas han conocido a través de las iglesias cristianas, ni siquiera como el Jesús que muchos de ustedes han conocido a través de una dispensación previa de la Gran Hermandad Blanca.

He venido a ti como el Cristo Viviente y el énfasis está en la palabra “vivir”, porque realmente deseo impartirles la llama del Cristo Viviente que nunca se detiene. Dictados por el Maestro Ascendido Jesús

Si puede dejar de lado sus creencias y no creencias y tener una mente abierta, puede explorar lo que Jesús tiene que decir hoy, que incluye lo que aclara sobre su vida cuando caminó por la tierra hace más de 2000 años. Dictados por el Maestro Ascendido Jesús

Una respuesta decía que SOLO los historiadores con inclinación religiosa consideran a Jesús como una “persona real”. Sin embargo, otros historiadores, que ni siquiera son “cristianos” no descartan su existencia. Un famoso historiador hizo este comentario sobre Jesús.

El historiador HG Wells dijo que la grandeza de un hombre se puede medir por “lo que deja para crecer, y si comenzó a pensar en los demás con un vigor que persistió después de él”. Wells, aunque no dice ser cristiano, reconoció: “Según esta prueba, Jesús se coloca primero”.

Sin embargo, extrañamente, algunos dicen que Jesús nunca vivió, que él es, en efecto, una creación de algunos hombres del primer siglo. Respondiendo a tales escépticos, el respetado historiador Will Durant argumentó: “Que unos pocos hombres simples en una generación hayan inventado una personalidad tan poderosa y atractiva, una ética tan elevada y una visión tan inspiradora de la hermandad humana, sería un milagro mucho más increíble”. que ninguna registrada en los Evangelios “.

Pregúntese: ¿Podría una persona que nunca vivió haber afectado la historia humana de manera tan notable? El trabajo de referencia “La historia del mundo de los historiadores” observó: “El resultado histórico de las actividades [de Jesús] fue más trascendental, incluso desde un punto de vista estrictamente secular, que los hechos de cualquier otro personaje de la historia. Una nueva era, reconocida por las principales civilizaciones del mundo, data de su nacimiento “.

Otra línea que se destaca en cuanto a la existencia de Jesucristo. Los judíos que vieron la nueva religión del cristianismo como una apostasía del judaísmo y provocaron disturbios en todo el imperio de Roma NUNCA afirmaron que Jesús no existía, sino que era un falso Mesías, un fraude.

En primer lugar, prácticamente todos los historiadores modernos aceptan que hubo un personaje histórico llamado Jesús que vivió en la provincia romana de Judea (más tarde Palestina) hace 2.000 años, que fue bautizado y atrajo seguidores, y que fue crucificado por los romanos. Su divinidad, obviamente, no está sujeta a prueba. Puede haber algunos que no estén de acuerdo con estos hechos, pero no tienen credibilidad, lo que sea.

Dos historiadores antiguos que documentan la existencia de Jesús son Flavio Josefo (un judío) y Tácito (un romano).

Los cuatro evangelios canónicos son más complicados. Ignorando todas las afirmaciones de divinidad o de lo sobrenatural, las narraciones contienen información que abarca toda la gama de imposible a improbable. Desde una perspectiva estrictamente histórica, algunos hechos valiosos se pueden inferir de estos textos.

La idea de que Jesús no existió sino que fue inventada por los romanos para apaciguar a los judíos va más allá de lo absurdo a lo totalmente absurdo.

En primer lugar, durante un período de aproximadamente 300 años, Judea fue un “semillero” de disturbios políticos. Jesús vivió en la mitad de este período, con docenas de “mesías” y hacedores de milagros surgiendo tanto antes como después de él. Los romanos nos proporcionan información sobre muchos de estos personajes y los veían a todos como problemáticos, con muchas revueltas contra el dominio romano. Jesús mismo era una figura controvertida dentro de la comunidad judía. Entonces, ¿por qué los romanos alguna vez lo inventarían? ¿Y de qué manera pacificaría a los judíos? De hecho, después de Jesús, hubo no menos de tres guerras judías y romanas separadas en la región que terminaron en la Diáspora.

Engañoso, hipócrita e intelectual vago. Comencemos con su primera afirmación que es una tontería absoluta, ¿de acuerdo?

“… Sin embargo, ¿cuántas menciones contemporáneas de Hannibal tenemos? Cero. No tenemos ninguna. Entonces, si alguien tan famoso y significativo como Hannibal no tiene referencias contemporáneas sobrevivientes a él en nuestras fuentes, ¿tiene sentido basar un argumento sobre el ¿Existencia o no existencia de un predicador campesino galileo por la falta de referencias contemporáneas a él? Claramente no lo hace “.

Esta es una mentira descarada. Una fabricación de los más engañosos.

Polibio de Megalópolis fue contemporáneo de Aníbal e incluso escribió sobre las guerras púnicas. Hay TONELADAS de documentos, tanto romanos como cartisianos, que hablan de las guerras púnicas y Hannibal. Y … se consideran contemporáneos a la época de Hannibals.

El historiador romano Levy del primer siglo de nuestra era, Aníbal era “intrépido, completamente prudente en peligro, infatigable, capaz de soportar el calor y el frío, controlado en los hábitos alimenticios, sin pretensiones en el vestido, dispuesto a dormir envuelto en una capa militar, un excelente jinete y jinete “. Él era el hijo del general Cartago Amílcar Barca.

Podríamos seguir.

Así que ya ves, desde el principio eres deshonesto y mentiroso. Ahora…
Si pasas por varios escritores contemporáneos que existieron desde la época de Jesús, verías el agujero deslumbrante que reside allí.

Tácito fue el Conselor de Asia Menor. Antes de eso, fue asesor de Emporere y Head Pretorian. También ocupó el papel de abogado en Roma. Sin embargo, no tenía idea de quiénes eran los cristianos. En sus famosos anales, solo está repitiendo el conocimiento cristiano común e informando sobre las acciones de Nerón.

Hubo muchos historiadores del siglo primero que deberían haber escrito sobre Cristo, pero no lo hicieron.

Además, si nos fijamos en las cartas de Pablo (que más que se ha demostrado que son falsificaciones), hay muchos aspectos de la vida de Jesús que él no conocía. Además de sus escritos que NO le dan crédito a Jesús, sino que enseña que él aprendió a través de las Escrituras y las revelaciones divinas. Sus escritos incluso hablan sobre el descontento y la lucha que continúa con diferentes sectas dentro de la iglesia cristiana.

Si revisas los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas, etc. Verás varias personalidades diferentes aplicadas a Jesús. Verá que las palabras cambian, se agregan e incluso faltan por completo.