Cristianismo: ¿por qué Dios tuvo que esperar hasta que Jesús (o él mismo) viniera para traer el cristianismo al mundo? ¿Por qué no desde el principio?

Interesante pregunta. ¿Por qué una escuela enseña a los niños la suma y la resta antes de la multiplicación y la división?

En el cristianismo, Jesús es llamado el gran Sumo Sacerdote. ¿De dónde viene el concepto de sumo sacerdote? La ley de Moisés. ¿Cuál es el propósito del Sumo Sacerdote? Para hacer expiación por el pecado. ¿Qué es el pecado? La violación de la ley. Entonces, sin judaísmo, el cristianismo no tiene sentido. De hecho, la palabra Cristo es la traducción griega de la palabra judía Mesías.

La promesa del Mesías venidero (Cristo) es anterior al judaísmo, porque el día que el Señor echó a Adán y Eva del jardín, le dijo a la serpiente que la simiente de la mujer le lastimaría la cabeza. Ahora todo otro hombre es simiente de un hombre, pero Isaías dijo (7:14) “Por lo tanto, el Señor mismo te dará una señal. He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. Solo el hijo de una virgen realmente podría ser la semilla de la mujer. Sin embargo, el nombre Emanuel significa “Dios con nosotros”, entonces Jesús es el hijo de Dios.

Gálatas 3:24
Entonces, la ley fue nuestro guardián hasta que Cristo vino, para que pudiéramos ser justificados por la fe.

Esto puede no ser una respuesta directa a la pregunta.

Dios no tuvo que esperar a que sucediera algo antes de intervenir para ejecutar su plan. No hay condiciones previas o requisitos previos que puedan limitar la capacidad de Dios para trabajar. Es solo que Dios es infinitamente sabio (¡Él creó la sabiduría!) Que nuestros intentos de tratar de entender a Dios y su carácter, es como dice Rick Warren, “… como una hormiga tratando de entender Internet”.

¡No tenemos la capacidad mental para comprender las complejidades de la creación de Dios, que es inimaginablemente impresionante, y mucho menos entender al Creador y sus increíbles formas de trabajar!

Para resumir, Dios sabe de cosas que nunca podemos concebir en nuestra mente. Debería haber una razón perfecta por la cual Dios pensó que era mejor trabajar de acuerdo con su línea de tiempo perfectamente planificada (y no hacer todo al principio) y es por eso que hizo lo que hizo. Podemos llegar a saberlo cuando vivimos en la eternidad y es entonces cuando podríamos decir: “¡Ahora lo entiendo!”.