¿Los ateos disputan la existencia de Jesucristo?
La mayoría de los ateos tienen más sentido que cuestionar la existencia de Jesús de Nazaret como persona histórica.
Hay, sin embargo, un movimiento minoritario entre algunos ateos con una agenda. Este movimiento se llama mítico, la idea de que Jesús fue una fabricación.
La afirmación es que “no hay evidencia” para tal figura, cuando de hecho, hay más evidencia de la existencia de Jesús que para casi cualquier figura de la misma época. Estas mismas personas nunca cuestionan figuras históricas para las cuales hay incluso menos evidencia, como Alejandro Magno.
- Si le explicaras la teoría de la evolución a Jesús, ¿crees que él lo creería?
- ¿Por qué los cristianos creen que Jesús fue crucificado por los pecados de toda la humanidad?
- ¿Por qué los cristianos creen que Jesús fue crucificado por los pecados de la humanidad?
- Si Mahoma fue el último profeta, ¿por qué Jesús regresará primero y por qué Dios le permitió hacer milagros y no Mahoma?
- ¿Eres Jesús?
(más sobre esto aquí: Sobre los dobles raseros históricos de Warren Kramer en Mad Warren’s Ramblings)
No hubo un descubrimiento histórico, hallazgo arqueológico, ni análisis científico que precipitó el relativamente reciente movimiento “Jesús es un mito”. Surgió de la nada, a través de cierto grupo que a veces se autodenomina “mitistas”. Es pura teoría, no se basa en ningún hallazgo o hecho.
Esta teoría ha sido recogida por una minoría de nuevos ateos, muy probablemente como un amortiguador entre su negación de la deidad de Cristo y su posición de que no hay deidad.
Es probable que sientan que si pueden teorizar que Jesús nunca existió, están mucho más cerca de sembrar dudas sobre la existencia de un Creador.
Muchos de estos mitistas saben muy bien que la evidencia es abrumadora para un Cristo histórico, pero empujan esta teoría descabellada para mover las líneas de batalla hacia atrás más allá de lo que la honestidad permitiría.
Esta es la franja lunática del ateísmo moderno y debe descartarse en total.
El mítico es más tonto que la más violenta de las religiones y no debe ser tomado en serio como una visión de la historia.