A2A
Si alguien está adorando a Dios, entonces se esperaría que cualquier cosa que haga se pueda llamar amable y misericordioso, porque estas son cualidades de Dios.
Lo que está menos claro es si se trata de la intervención directa de Dios o simplemente del funcionamiento del mundo material.
Aunque Dios es el controlador supremo, y nada sucede sin su sanción, no es la causa de nuestro sufrimiento o disfrute, ni acepta la responsabilidad de nuestras actividades pecaminosas o piadosas. El Señor nos permite cumplir nuestros deseos, pero nunca es responsable de las acciones y reacciones de la situación particular que se pueda desear.
- ¿Cómo son las colocaciones en el Christ Institute of Management Lavasa? ¿Las ubicaciones están centralizadas?
- ¿Dónde estaría la humanidad si Jesús no hubiera muerto en la cruz por nuestros pecados?
- ¿Cómo puede la creencia en Jesús anular el conocimiento del bien y del mal?
- ¿Cuál es el mejor argumento contra el nacimiento virginal de Jesús como se describe en el Evangelio de Mateo?
- Cómo convencer a mi maestro y compañeros de clase de que los musulmanes creen que Jesús fue un profeta
Estando en una condición desconcertada, el alma encarnada se identifica con el cuerpo material circunstancial y se somete a la miseria temporal y la felicidad de la vida. El Señor es el compañero constante de la entidad viviente y, por lo tanto, puede comprender los deseos del alma individual.
El deseo es una forma sutil de condicionamiento para la entidad viviente. El Señor cumple su deseo como se merece: el hombre propone y Dios dispone. El individuo no es, por lo tanto, omnipotente en el cumplimiento de sus deseos. Sin embargo, el Señor puede cumplir todos los deseos y, siendo neutral para todos, no interfiere con los deseos de las entidades vivientes independientes.
Tengo dudas de que en este caso Dios te esté probando, y de manera similar dudo que ir a la iglesia más haga alguna diferencia. Parece más probable que su graduación se deba simplemente al funcionamiento de la naturaleza material, y no a la intervención directa de Dios. Si eres reflexivo, puedes usarlo para ver que este mundo material siempre presentará problemas, y la solución no es implorar a Dios que siga cambiando las cosas a tu medida, sino que te separes de la felicidad y la angustia de la vida material y encuentre la paz en el servicio amoroso al Señor.