Hay una respuesta del tercer Rebe de Jabad, el Tzemach Tzedek (muerto en 1866), donde dice que hay dos prohibiciones: 1) Una persona que está bien afeitada parece mucho más joven que alguien que tiene barba. Del mismo modo que hay una prohibición para que un hombre no use ropa de mujer, tampoco debe hacer cosas cosméticas para que parezca más joven (quitarse el pelo blanco o gris de la barba o teñirse el cabello), porque estos son actos que las mujeres principalmente participar. Por lo tanto, estar afeitado, incluso si se hace por medio de algún tipo de ungüento que elimine el vello y no una navaja de afeitar, está prohibido.
2) Otra prueba que trae es del Rambam (Mishneh Torah, Laws of Idol Worship, 12: 8) donde el Rambam dice que alguien que destruye su barba con una navaja de afeitar recibe azotes, mientras que alguien que solo se corta la barba con unas tijeras está “exento”. El Tzemach Tzedek infiere que si se le permitiera recortar la barba con unas tijeras, el Rambam diría “permitido”, y no solo usaría la palabra “exento”, lo que implica que todavía está prohibido hasta cierto punto.