Según Friedrich Nietzsche, la clase magistral de la antigua Roma (y culturas anteriores) creía que la moralidad fue establecida por el maestro individual. Lo que el maestro dijo que era bueno, era bueno, y lo que el maestro dijo que era malo, era malo. Este es el ideal de Nietzsche de “moralidad maestra”. Para el maestro, solo había dos amplias categorías en moralidad, a saber, bueno y malo. Lo que era bueno eran los valores de la clase magistral (orgullo, riqueza, placer). Lo malo eran los valores de la clase esclava (vergüenza, pobreza, miseria).
SIN EMBARGO, Nietzsche continúa diciendo que con el surgimiento del cristianismo, la clase esclava levantó su propio sistema de valores en rebelión contra la clase maestra. En la moral de los esclavos, había dos categorías amplias, a saber, el bien y el mal. Este fue el nacimiento del concepto del mal. Estaba más que mal, estaba condenado. Lo que era bueno eran los valores de la clase esclava (humildad, pobreza, sufrimiento) y lo que era el Mal eran los valores de la clase maestra (orgullo, riqueza, placer). Esto lo explica Nietzsche en su libro, “Genealogía de la moral” (1886).