El hecho de que no tenemos el control de nuestras decisiones.
Pensamos en nosotros mismos como en el control de quiénes somos y, sin embargo, estamos influenciados por tantas señales sutiles que me hace cuestionar seriamente el concepto de libre albedrío.
Tus relaciones son tan cálidas como tu bebida
Cuando se les preguntó a los participantes cómo se sentían acerca de sus relaciones con los miembros de la familia, su respuesta varió dependiendo de si estaban tomando una bebida caliente o fría.
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Sus decisiones son el resultado de su entorno.
La gente piensa que son muy individuales. Pero, de hecho, toman el 99% de sus decisiones en función de su entorno.
Cuando un amigo compra los AirPods, podrías terminar comprándolos también unas semanas más tarde. En este punto, crees que tomaste la decisión en función de tu propia preferencia cuando, de hecho, tu decisión es guiada por las personas con las que pasas el rato.
Obviamente, esto no solo se aplica a las decisiones de compra. Pero incluso a dónde decides vivir y con quién decides salir.
El color de tus paredes afecta tu creatividad.
La investigación muestra que los participantes que estaban en una habitación con colores rojos tuvieron un rendimiento significativamente mejor en los exámenes y tareas que involucraron el pensamiento racional.
Por otro lado, las personas en salas azules se desempeñaron significativamente mejor en tareas que requieren pensamiento lateral y creatividad.
Esos son todos los puntos que me cuesta creer. También muestran claramente lo poco que entendemos tanto sobre el mundo como sobre nosotros mismos.