A menudo se llamaba a Jesús el Hijo del Hombre en el Nuevo Testamento, pero ¿qué significa ese título? La fuente de este título se encuentra en los profetas del Antiguo Testamento. Una mirada a sus usos del término ofrece una rica perspectiva con respecto al significado y la importancia de este título en particular.
En Daniel, el término se usa en una predicción importante que dice: “Vi en las visiones nocturnas, y he aquí, con las nubes del cielo vino uno como un hijo de hombre, y vino al Anciano de días y fue presentado delante de él. Y a él se le dio dominio y gloria y un reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvan; su dominio es un dominio eterno, que no pasará, y su reino uno que no será destruido ” (Daniel 7: 13-14). Está claro en este pasaje que el título Hijo del Hombre se usó en referencia al Mesías judío venidero.
Ciertas características de este Hijo del Hombre se aclaran en estos versículos. Incluyen: 1) Él vendría sobre las nubes del cielo, 2) Él tiene autoridad sobre todas las personas y naciones, 3) Recibe adoración, 4) Es eterno, y 5) Su reino nunca será destruido. Aunque algunos aspectos de esta predicción aún son futuros en relación con la segunda venida de Cristo, Jesús ha dejado en claro su autoridad, recibe adoración y afirma su dominio eterno como el Hijo de Dios que derrotó a la muerte en la resurrección (Mateo 28: 1-10) .
En otros lugares del Antiguo Testamento, “Hijo del Hombre” también se usa en referencia a una persona en lugar de al Mesías judío. Por ejemplo, Ezequiel usó frecuentemente la referencia “hijo del hombre” para identificar a una persona, enfatizando este aspecto del término utilizando la frase 93 veces en su escritura.
Con estos antecedentes, el pueblo judío que escuchó a Jesús referirse a sí mismo como el Hijo del Hombre habría entendido el título como una referencia general a Jesús como un ser humano, así como una afirmación como el Mesías judío. Ambas son descripciones precisas de Jesús, que es divino (Juan 1: 1; Colosenses 1:28; Filipenses 2: 5-11) y completamente humano (Juan 1:14; Filipenses 2: 7).
Además, los eruditos griegos señalan que el uso del artículo definido (“el”) con “hijo del hombre” se usa exclusivamente de Jesús; no aparece fuera del Nuevo Testamento o escritos cristianos en referencia a Jesús. Los cristianos identificaron claramente a Jesús como el Hijo del Hombre que cumplió la profecía de Daniel. En este sentido, Jesús era más que otro ser humano, pero único de todos los demás como el divino Hijo de Dios y el Hijo del Hombre.
En resumen, el título “Hijo del hombre” incluye un aspecto humano y divino en la Biblia. Jesús cumple ambos significados de este título. Como humano, se convirtió en un “hijo del hombre” y caminó por la tierra. Como Mesías, Él es “el Hijo del Hombre” que posee toda autoridad y poder, incluida la victoria sobre la muerte. Su venida ofreció la salvación a todos los que creyeran, una invitación que continúa aún hoy (Juan 3:16; Efesios 2: 8-9).