Creer en Dios es solo creer en la medida en que confirmes su existencia. De la misma manera que crees en la existencia de ladrones y delincuentes, pero no crees EN ellos que no te convertirán en una víctima.
La creencia es una cosa muy pura y sagrada. Es algo precioso e inocente que no deseamos ver roto o manchado. Colocar su creencia dentro de algo es dar a ese algo o alguien su confianza más profunda y profunda que les daría a ellos para protegerlos y protegerlos de la maldad del mundo.
Para dar su creencia, fe y confianza por completo y totalmente a algo es colocar su creencia dentro de él. Contiene tus esperanzas, tus sueños y tus pasiones. Todos hemos tenido momentos en los que nuestra maravilla y creencia infantiles se rompieron y “crecimos”. Algo en lo que colocamos nuestra creencia no estuvo a la altura de la tarea y nos la quitó, haciéndonos sentir vulnerables y asustados … Nos acostumbramos como adultos, pero rara vez recuperamos por completo esa maravilla infantil, al menos no de la forma en que era.
Dios es considerado el protector supremo. Colocar su creencia dentro de él se dice que es uno como ningún otro que pueda encontrar. Por eso hay tanta distinción entre los dos.