Prestamos mucha atención a los temas de amor, pero ¿por qué no a la ética social?

Correctamente cuestionado.
Si nos fijamos en temas como el amor, las citas y las relaciones, las respuestas proporcionadas son principalmente de adolescentes y personas de veinte años. ¿En qué esperaríamos que estas personas tengan experiencia? Primer amor. Primera ruptura. Novios de la infancia.
¿Y cuándo preferirías hablar con confianza sobre algo? Cuando experimento algo, mi cerebro almacena las imágenes de él. Hace conexiones. Y cuando veo cosas, el cerebro se identifica como similar, ya que tiene un enlace para ello. Tiendes a ponerlos en palabras.

Si lo miras desde una perspectiva diferente, uno podría tomar esas experiencias de la forma en que podrían tratar de responder preguntas relacionadas con la ética. Nuevamente, la ética involucra varias distinciones.
¿Podríamos citar las diferencias entre ellos? Sí, si lo intentamos podríamos. Hablando del bien y del mal, todo sería subjetivo.
Entonces, ¿preferiría compartir sus experiencias con más detalles o arriesgarse a tener razón al sacar conclusiones de esas experiencias? Compartir parece más plausible para la mayoría de nosotros.