Si y no.
- Dios nos ordena juzgar entre la verdad y el error para que podamos tomar decisiones informadas
- Debido a ese mandato, tenemos que juzgar las acciones de los demás. Necesitamos reconocer (y enseñar a nuestros hijos a reconocer) qué ejemplos son malos y cuáles son buenos
- Cuando estamos en una posición de autoridad o de cumplimiento (como un administrador legal o pastor), podemos estar en una posición para hacer juicios intermedios para ayudar a las personas a aprender de sus errores y corregir su comportamiento.
- Pero no tenemos la autoridad para juzgar a alguien como digno de ser admitido en el cielo o no. Ese juicio final es solo de Dios
- Sin embargo, esto no impide que muchos asuman esa responsabilidad de todos modos
Para obtener más información, consulte también estas excelentes disertaciones bíblicas sobre el uso adecuado del juicio:
- Verdad y tolerancia
- “No juzgues” y juzgar
- “No juzguéis, para que no seáis juzgados”