¿Es verdadera la presencia del diablo?

Pregunta como contestada …

¿Es verdadera la presencia del diablo?

Gracias por A2A.

¿De qué demonio estamos hablando?

  1. El literal del folklore religioso: ¡No! Porque no hay absolutamente ninguna evidencia empírica consistente que sugiera que exista tal criatura. Al igual que no hay evidencia empírica consistente de la existencia de Dios.
  2. El metafórico: ¡Sí! Muchas veces, ser inmoral o poco ético tiene beneficios inmediatos, lo que puede nublar nuestra visión a largo plazo de los efectos perjudiciales de la misma acción. En tales casos, se dice comúnmente que seguimos al diablo (debido al atractivo del beneficio inmediato en una trampa de detrimento a largo plazo). La metáfora tiene sus raíces en el folklore religioso, pero no depende de sus raíces para su definición y comprensión.

Espero que esto tenga sentido …

Me gustaría vincular esta pregunta con otra pregunta como “¿Es verdadera la presencia de la oscuridad?” La oscuridad existe cuando no hay luz. La ausencia de luz puede considerarse como oscuridad. La importancia de la noche llega cuando el sol desaparece. Para este mundo, el día y la noche no tienen diferencia, aparte de la ausencia y presencia de luz.

En el mismo sentido, uno puede considerar la maldad como la ausencia de piedad. No imagines un demonio con cara y colmillos horribles. Tanto Dios como el demonio existen en nosotros. Cuando hacemos buenas obras y mejoramos nuestra piedad, nos acercamos a Dios, pero cuando nos alejamos de Dios en nuestras obras, nos metamorfoseamos lentamente a otra persona, puede llamarlo como el Diablo. Nuestro ego y egoísmo nos hacen demonios.

Al igual que Dios existe en todas las criaturas, la ausencia de Dios se convierte en una tierra fértil de actividades dudosas en todas las criaturas. La ausencia de Dios puede ser nuestra ignorancia acerca de Dios. Cuando uno busca a Dios en todo el mundo y pone poco esfuerzo para ver a Dios en él mismo !

Sin darnos cuenta de la presencia divina en nuestra alma, declaramos que no hay prueba de Dios en este mundo. Como una persona que busca una tiza, sentándose sobre una montaña de tiza.

No hay demonio en este mundo que no sea el ser humano que no puede ver la bondad en sí mismo y en los demás.