Cada civilización ha desempeñado tres roles históricos: mejorar las herramientas y técnicas que heredó de su civilización predecesora, la disimuló en sus áreas de influencia y dejó al mundo en una mejor posición de la que heredó. Sin excepción: sumerios, egipcios, chinos, indios, romanos, etc.
La civilización islámica también hizo sus contribuciones en varios campos, incluida la agricultura. Su mayor contribución a este respecto fue la introducción del arado puntiagudo chino para la preparación de tierras en Europa. Antes de su introducción, Europa usaba un arado plano que necesitaba al menos cuatro caballos para arrastrarlo hasta la tierra
El arado puntiagudo redujo este requisito de cuatro caballos a uno, además de acelerar el trabajo de la tierra. Esto marcó el comienzo de la primera Revolución Verde y con ella la prosperidad y la explosión demográfica que condujo a la revolución industrial subsecuente