No es exactamente cierto.
Escuché este podcast muy interesante sobre los antiguos griegos y su percepción del mundo. El antropólogo que los estudiaba echó un vistazo a la Ilíada y encontró algo interesante. A lo largo del trabajo, Homero llamó al cielo “gris como el acero” y los ríos “color vino”. Al revisar el trabajo, descubrió que no había una sola mención del color “azul” y solo dos o tres de los colores. “Amarillo” y “verde” (creo). Eso sí, esto tuvo lugar en un campo de batalla peinado con la flora y la fauna de la anatolia moderna, ergo amarillo, verde y azul deben mencionarse cientos, si no miles de veces, especialmente en un trabajo tan grande y monumental.
El podcast continuó diciendo que después de una investigación adicional ahora tenemos una teoría de que los antiguos no percibían conscientemente muchos de los colores que ahora definimos y percibimos claramente. Sin embargo, estos colores existían claramente, y la mente humana claramente tenía la capacidad de percibirlos.
¿Cómo se relaciona esto? Bueno, está relacionado con algo que yo llamaría “conciencia humana”. Cuanto más consciente eres, más cosas entiendes existen. Cuanto menos consciente eres, menos eres consciente o tienes la capacidad de percibir.
- ¿Cuál es tu teoría sobre Dios, si tienes una?
- ¿Una contradicción en un libro sagrado refuta la existencia de Dios?
- ¿Es necesario que las religiones se adapten para sobrevivir?
- ¿Por qué Dios tiene cualidades humanas si él no es uno de ellos?
- ¿Cómo podría Dios no aceptar a los homosexuales si nacieron de esa manera, lo que significa que Dios los creó homosexuales?
Ahora volviendo a la manzana. Dios nos creó con la capacidad de libre albedrío. Esto no significa que realmente lo tuviéramos o entendiéramos que sí. Estaba algo incrustado en nuestro espíritu o psicología sin estar activamente presente o manifestado. Cuando Eve mordió la manzana, vio el color azul por primera vez: su espíritu y su psicología se despertaron y de repente se dio cuenta de que podía tomar sus propias decisiones.
Naturalmente, ella va a compartir esto con el amor de su vida Adam, porque él necesita saber de esta increíble cosa que acaba de descubrir.
Luego se desarrolla el resto de la historia, y los hijos de Adán y Eva nacen conscientes de su capacidad de tomar sus propias decisiones.