Karma es una palabra sánscrita que significa obra. En el hinduismo y el budismo, a menudo se menciona el karma que representa los actos buenos o malos de uno, suponiendo que su recompensa o castigo se pueda disfrutar / sufrir durante el tiempo de vida o en el más allá. En sentido lógico, este sistema es convincente; pero aquellos que están más inclinados hacia los edictos religiosos pueden encontrar estimulante hacer buenas acciones cuidadosamente por temor a ser castigados durante el más allá.
Sin embargo, somos testigos de personas con personajes delincuentes conocidos que disfrutan de un disfrute ininterrumpido toda su vida; y también miserias a pesar de la vida piadosa. Esto puede conducir a controversias sobre los dictados de las Escrituras.
Cito ciertos ejemplos de personas que han cometido injusticias o han causado miserias a inocentes al abusar del poder, no solo sufriendo degradación, sino que también proporcionan a las víctimas inocentes que sean testigos de tal o peor humillación, incluso si el primer paciente no lo desea.
… En un caso, el jefe de un complejo industrial fue convocado por el presidente de la compañía en la oficina central y no solo lo despidió allí y luego por haber cometido ciertos actos por motivos ocultos, sino que también le prohibió ingresar al complejo industrial del cual fue todo en todo.
… En otro caso, el propietario de una unidad industrial negoció disfrazado la venta de dicha industria y, al finalizar el acuerdo, informó a todo el equipo de altos ejecutivos en consecuencia y para obtener órdenes de los nuevos propietarios que les pidieron que informaran a su Jefe Oficina. Luego, los obligaron a permanecer inactivos durante un par de semanas y luego les informaron que sus servicios no eran necesarios ya que se había designado un nuevo equipo de su elección. Cabe agregar que dos de los ejecutivos derrocados habían causado que algunas personas inocentes sufrieran solo por un error menor e insignificante. Puedo agregar aquí que ya había dejado esa compañía años antes de la caída final de la cortina antes mencionada debido al intento de los dos ejecutivos antes mencionados de convertirme en un chivo expiatorio para escapar de las repercusiones de sus fechorías. El número dos del equipo expulsado en realidad lloró como un niño en mi presencia como presidente, mientras negociaba la venta de la unidad por un lado, le prometió la posición número uno para expulsar al titular por el otro.
Tengo en mi almacén mental más eventos de este tipo, pero no entraría en detalles innecesarios. La idea es probar que el Karma malo puede resultar en castigo en este mundo y durante la vida actual también por haber cometido Karma malo.
5