El problema es que Dios no será visto con estos ojos incluso si todas las personas en el planeta cantan y le piden que lo haga. Si lo que queremos decir con ver a Dios es verlo a través del ojo físico externo, es algo totalmente descartado tanto por el intelecto como por las fuentes islámicas.
El intelecto: la acción de ver tiene lugar solo cuando las cosas están expuestas a los rayos de luz y su reflejo es capturado por el ojo. Esto significa que, en primer lugar, debe haber una cosa externa presente y, en segundo lugar, debe ser captada por el ojo en el campo de visión. En base a esto, no podemos ver las cosas que están detrás de nosotros, mientras que Dios no es una entidad física y no tiene las características físicas de un ser físico. Por lo tanto, no puede ser visto a simple vista.
Fuentes islámicas: Hay versos en el Sagrado Corán y tradiciones que estipulan la imposibilidad de ver a Dios.
a) El Sagrado Corán dice:
- ¿Es posible que todos seamos Dios?
- Si Dios es perfecto, ¿por qué su ‘plan maestro’ está plagado de sufrimiento y tortura?
- ¿Cómo nos usa Dios para bendecir o ayudar a los pobres?
- ¿Cuál es el mejor argumento para la existencia de Dios que no invoque evidencia anecdótica?
- ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con que el concepto de Dios es consistente con que vivamos dentro de una simulación donde ‘Dios’ es el programador?
1 – Oh Moisés, nunca puedes verme.
2 – Los ojos no pueden verlo.
b) Tradiciones: “Dios nunca aparece ante los ojos”
“Los ojos nunca te han visto” y “Los ojos nunca lo verán abiertamente”
Pero si lo que queremos decir con ver a Dios es verlo a través de un testimonio interno y de la luz de los nombres y atributos de Dios en el corazón, dentro de los límites que tienen los seres humanos, entonces es posible. El Imam Ali (a) dice: “Los corazones pueden percibirlo”. En otra tradición, le dice a Za’lab: “¡Qué vergüenza! Los ojos no pueden verlo, pero los corazones sí”.